29 de agosto de 2007

W.H. Auden. También nosotros vivimos buenos tiempos

Poeta, dramaturgo y crítico literario norteamericano considerado por muchos como el poeta más influyente de la literatura inglesa desde T.S. Eliot (1888-1965), Wystan Hugh Auden (1907-1973) nació en York, Inglaterra. Hijo de un médico, en un principio se interesó por la ciencia, pero pronto centró todo su entusiasmo en la poesía. En 1925 ingresó en el Christ Church College de Oxford, donde se convirtió en la pieza central de un grupo de intelectuales entre los que figuraban Stephen Spender (1909-1995), Christopher Isherwood (1904-1986), Cecil Day Lewis (1904-1972) y Louis MacNeice (1907-1963). Después de concluir sus estudios en 1928, fue maestro de escuela en Escocia e Inglaterra por espacio de cinco años. Durante la década de 1930, Auden formó parte en Londres de un círculo de prometedores y jóvenes poetas caracterizados por su marcada tendencia izquierdista.
Su libro "Poemas" (1930), con el que consolidó su fama literaria, estaba basado en el hundimiento de la sociedad capitalista inglesa, pero también mostraba una honda preocupación por los problemas psicológicos. Muchos críticos lo consideran un maestro de la poesía; su rigor intelectual y su conciencia social, combinados con una fluida mezcla de estilos y una habilidad consumada, lo convierten en parangón de la poesía moderna.

Una muestra perfecta de lo antedicho es el siguiente poema:

WE TOO HAD KNOWN GOLDEN HOURS
We, too, had known golden hours
When body and soul were in tune,
Had danced with our true loves
By the light of a full moon,
And sat with the wise and good
As tongues grew witty and gay
Over some noble dish
Out of Escoffier;
Had felt the intrusive glory
Which tears reserve apart,
And would in the old grand manner
Have sung from a resonant heart.
But, pawed-at and gossiped-over
By the promiscuous crowd,
Concocted by editors
Into spells to befuddle the crowd,
All words like Peace and Love,
All sane affirmative speech,
Had been soiled, profaned, debased
To a horrid mechanical screech.
No civil style survived
That pandaemonioum
But the wry, the sotto-voce,
Ironic and monochrome:
And where should we find shelter
For joy or mere content
When little was left standing
But the suburb of dissent?
TAMBIEN NOSOTROS VIVIMOS BUENOS TIEMPOSTambién nosotros vivimos buenos tiempos
cuando el cuerpo sintonizaba con el alma,
y bailamos con nuestros amores sinceros
a la luz de la luna llena,
y nos sentamos con los sabios y los justos
y fuimos ganando ingenio y alegría
en torno a algún plato selecto
gracias a Escoffier.
Y sentimos esa gloria impertinente
que las lágrimas suelen alejar,
y quisimos que los corazones briosos
cantasen con el estilo grandioso de los antiguos.
Pero fuimos importunados y fisgados
por la multitud promiscua,
los editores nos convirtieron
en fraudes para aturdir a la multitud,
todas las palabras como Amor y Paz,
todos los discursos cuerdos y positivos
fueron ensuciados, profanados y degradados,
los convirtieron en un chirrido horroroso.
Ninguna oratoria sobrevivió
a aquel pandemonio
salvo la amarga, la soterrada,
la irónica y la monótona:
¿y dónde encontraremos cobijo
para la alegría o el simple bienestar
cuando apenas queda nada en pie
más que los suburbios de la discordia?