17 de septiembre de 2007

Un consejo de Keynes para mitigar el desempleo

John Maynard Keynes fue un economista inglés nacido en Cambridge en 1883 y muerto en Sussex en 1946. Recibió una educación de elite en las universidades de Eton y Cambridge, orientándose hacia la economía por consejo de su maestro Alfred Marshall. Tras un breve periodo trabajando en el servicio administrativo británico para la India, en 1909 entró como profesor en el King's College de Cambridge, donde enseñaría economía hasta su muerte. Fue un hombre de vasta cultura y un humanista erudito, pero también fue un hombre de mundo interesado por los asuntos políticos y por la economía práctica, dedicando parte de su tiempo a negocios propios y ajenos con los que llegaría a hacerse millonario.
En 1936 apareció su monumental “Teoría general del empleo, el interés y el dinero”, obra revolucionaria en la que atacó el mecanismo de ajuste automático del desempleo mediante el descenso de los salarios reales que se encontraba en la base de las teorías clásicas y neoclásicas sobre el mercado de trabajo. En ella puede leerse lo que sigue:

“Si el Tesoro Nacional llenase botellas viejas con dinero, las enterrase a profundidades convenientes en minas de carbón abandonadas que luego fueran rellenadas hasta la superficie con basura, y se dejase a empresas privadas confiables el trabajo de desenterrarlas... no habría más desocupación y, gracias a las repercusiones que esto generaría, la verdadera ganancia de la comunidad y su capital, probablemente sería mucho mayor de lo que es hoy. En realidad, sería más sensato construir casas o algo así; pero si hay dificultades prácticas y políticas en el camino de esto, lo arriba mencionado sería mejor que nada”.

La "Teoría general del empleo, el interés y el dinero", fue la obra cumbre de Keynes. La reacción inicial a este trabajo no fue universalmente favorable, pero gran parte de la esencia de su pensamiento pronto pasó a formar parte de la doctrina económica aceptada de manera corriente. Posteriormente representó a Inglaterra en la conferencia de Bretton Woods en 1944, en la que se debatió el proyecto de creación del Fondo Monetario Internacional y del Banco Mundial y también en otras negociaciones internacionales. Abogó por una organización financiera internacional con importantes posibilidades de expansión monetaria. Su plan no fue adoptado en aquel momento pero sí llegó a realizarse parcialmente más tarde.