18 de noviembre de 2008

Stanislaw Lem: "El Sistema Solar va a ser colonizado por nosotros"

Stanislaw Lem (1921 -2006) fue un maestro de la ciencia ficción cuyas novelas fueron traducidas a cuarenta idiomas. A pesar de haber escrito sobre viajes espaciales, sociedades futuras y robots, no se consideraba a sí mismo un autor de ciencia ficción, un género al que dijo despreciar. Esto le valió la antipatía de la Sociedad Estadounidense de Escritores de Ciencia Ficción (SFWA) de la que fue expulsado sólo tres años después de haber sido nombrado miembro honorario. Sus obras más populares -de entre las más de treinta que escribió- fueron "Cyberiada" y "Solaris", de la que el director ruso Andrei Tarkovski (1932-1986) hizo una película que fue galardonada con el Premio Especial del Jurado en el Festival de Cannes de 1972. Treinta años más tarde, el norteamericano Steven Soderbergh (1963) realizó una nueva versión. De ambas el escritor polaco quedó insatisfecho. Cuando murió, el diario "Perfil" de Buenos Aires rescató un viejo reportaje que había realizado el escritor argentino Jorge Di Paola (1940-2007) cuando en 1979 lo visitó en su casa de Cracovia, Polonia. La entrevista fue publicada el 2 de abril de 2006.He visto la película de Andrei Tarkovski sobre su novela "Solaris"...

No está basada en mi novela sino en "Crimen y castigo".

Sin embargo, el director ruso es admirable...

Sí, muy bueno; salvo en el punto en que no interpreta mis imágenes. Lo que yo pensé al escribir aparece completamente traicionado.

Hablemos, entonces, del libro.

No podemos saber cómo será exactamente el futuro, pero nuestras ficciones intentan predisponer a los lectores para lo inesperado. Y lo inesperado incluye también el horror. El influjo de la topografía de "Solaris" sobre los tripulantes de la Estación materializa lo deseado y lo indeseado, las fantasías pero también el espanto.

¿Cuál es su opinión sobre la cosmonáutica y la ciencia ficción rusas?

La ciencia ficción rusa es mucho mejor que la norteamericana. Fíjese en los hermanos Strugaccy. Los norteamericanos tienden a ver el futuro en la tecnología más que en el hombre.

¿Es cierto que en 1973 lo expulsaron de la Asociación Norteamericana de Escritores de Ciencia Ficción?

Y también es cierto que en 1976 me negué a aceptar un perdón y volver a esa asociación.

¿Y cómo le parece que es la relación entre Polonia y la Unión Soviética?

Bueno, muchas veces los rusos nos impiden cometer locuras... ¡Já, já, já!

Un concepto antropológico suyo, la antropología cósmica, establece el principio de no interferencia con las culturas galácticas...

Oh, sí, sí. No podemos, si nos encontráramos con seres inteligentes, con otras culturas (y eso hay que preverlo pues al final llegará ese tiempo), repetir los errores cometidos en la Tierra con los diferentes...

...colonialismo, discriminación.

No debemos repetir nada de eso...

Aunque no podemos saber si no lo intentarán ellos con nosotros...

Esperemos que sean más civilizados, más desarrollados. Se podría establecer una ecuación que dijera que, a mayor desarrollo, mayor comprensión entre seres diferentes.

Sin embargo, usted ha concebido un planeta donde viven seres capaces de aumentar su complejidad según el peligro, acaso sin encontrar el límite. No sería fácil convivir con ellos.

Ni siquiera un laberinto.

Sus laberintos parecen más exigentes que los de Borges.

Ambos hacemos los laberintos que podemos.

Sus laberintos parecen perfectas trampas sin salida. Acaso sobrehumanos. A pesar del humor, que en su caso no reduce el horror.

Nunca diría que los libros que llevo escritos y los que escribiré tienen un sólo significado, una sóla lectura. El humor enriquece el universo. En cierto modo cada uno se desarrolla solo, cambia solo, y todo lo que lo rodea, incluso el laberinto, va cambiando también.

¿Nos encontraremos con otros seres? El Sistema Solar resulta decepcionante en ese aspecto: o nos rodean desiertos como Marte o infiernos de 400º y nueve atmósferas con lluvias de ácido sulfúrico como Venus.

El Sistema Solar va a ser colonizado por nosotros, poco a poco llevaremos la Tierra, nuestro ambiente o un trozo de nuestro ambiente, a los planetas cercanos. Trataremos de formarlos a semejanza de la Tierra. Eso tomará un tiempo y es muy caro. Otros habitantes del cosmos se encuentran en diversos sistemas. Están lejos. Pero en mil, diez mil años, ¿usted no cree que el hombre, que andaba a caballo cien años atrás y hoy maneja órbitas planetarias y flujos de partículas, no resolverá los problemas que quedan? Aunque su mayor impedimento es un viejo tema de la humanidad: "Conócete a ti mismo". Es probable que la incomprensión crezca en lugar de reducirse con el tiempo. Ese es el enemigo. Lo demás tiene solución de una manera u otra.