14 de abril de 2019

John Lennon: “Los revolucionarios deben acercarse a los trabajadores, porque los trabajadores no se acercarán a ellos” (2)


El reportaje que le realizaran Tariq Alí y Robin Blackburn, que devino en discusión e intercambio de ideas, es considerado el más político que se conozca de John Lennon. Se dice que el mismo fue inspirador del tema "Power to the peoble" (Todo el poder al pueblo) que el músico publicaría como sencillo el 12 de marzo de 1971 y luego formaría parte del álbum recopilatorio del mismo nombre lanzado en 2010 cuando se cumplían treinta años de su asesinato delante del edificio Dakota en el Central Park West de la ciudad de Nueva York. Junto a su esposa Yoko Ono, el cantante y guitarrista había encabezado una firme campaña contra la guerra de Vietnam que tuvo un gran impacto en la opinión pública norteamericana. “Give peace a chance” (Dale una oportunidad a la paz), su canción aparecida el 4 de julio de 1969 en Inglaterra y tres día más tarde en Estados Unidos, era entonada como un himno por cada uno de los innumerables manifestantes que se oponían a la guerra, la mayoría de ellos jóvenes. La entrevista, que fue reproducida por la revista semestral norteamericana “CounterPunch”, más los conocidos contactos que Lennon había sostenido con el ministro religioso y activista Malcolm Little (1925-1965), más conocido como Malcolm X, tenaz defensor de los derechos de los afroestadounidenses, y con el poeta y activista John Sinclair (1941), miembro fundador del partido político White Panthers (Panteras Blancas), incomodó sobremanera al gobierno norteamericano encabezado por Richard Nixon (1913-1994), quien movilizó a la CIA y el FBI para que lo investigaran con el fin de lograr su deportación. Su tema “Happy Xmas (War is over)” (Feliz Navidad [La guerra ha terminado]), grabado en Nueva York a fines de octubre de 1971 y publicado como sencillo, y sus recientes relaciones con los activistas Abbie Hoffman (1936-1989), escritor y político cofundador del Youth International Party (Partido Internacional de la Juventud), con Jerry Rubin (1938-1994), líder de las primeras protestas contra la guerra en Vietnam, y con Bobby Seale (1936), cofundador del Black Panther Party (Panteras Negras) que luchaba contra la segregación racial, no hicieron más que agravar su situación. Así, mientras sus canciones eran adoptadas como himnos por el movimiento contra la guerra y la contracultura, la oficina de inmigración le hizo llegar una comunicación mediante la cual se le negaba la residencia permanente en Estados Unidos y se lo obligaba a abandonar el país (una situación que se resolvería favorablemente para los Lennon en 1976). Mientras tanto aparecieron sus discos “Imagine”, “Some time in New York City”, “Mind games”, “Walls and bridges”, “Rock 'n' Roll” y “Double fantasy”, pero esa es otra historia. A renglón seguido, la segunda y última parte de la famosa entrevista.


Dices que la música de country & western derivó del folk europeo. ¿No trata a veces de temas bastante horribles, como perder y ser derrotado?

Cuando niños, todos nos oponíamos al folk porque era tan de clase media. Era cosa de estudiantes universitarios con grandes pañuelos y medio litro de cerveza en la mano, cantando folk en lo que llamamos voces la-di-da. “Trabajé en una mina en Newcastle” y toda esa porquería. Hay muy pocos auténticos cantantes de folk, sabes, aunque me gustaba un poco Dominic Behan, y hay algún material bueno que se escucha en Liverpool. Pero ocasionalmente escuchas discos muy viejos en la radio o en la televisión de verdaderos trabajadores en Irlanda u otra parte que cantan esas canciones y el poder que tienen es fantástico. Pero la mayor parte de la música folk es de gente con voces resonantes que tratan de mantener vivo algo viejo y muerto. Es todo un poco aburrido, como el ballet: un asunto para minorías, mantenido por un grupo minoritario. En la actualidad la canción folk es el rock & roll. Aunque sucede que surgió de Estados Unidos, no es realmente importante que así sea a fin de cuentas, porque escribimos nuestra propia música, y eso lo cambió todo. Yoko dice que hay básicamente dos tipos de personas en el mundo: las que tienen confianza porque saben que tienen la capacidad de crear, y luego las personas que han sido desmoralizadas , que no tienen confianza en sí mismas, porque les han dicho que no tienen capacidad creativa, sino que deben cumplir órdenes. Las instituciones dominantes quieren tener gente que no tome responsabilidades y que no se respete.

Supongo que el control obrero se refiere a eso...

¿No trataron de hacer algo así en Yugoslavia?; se han liberado de los rusos. Me gustaría ir allá y ver cómo funciona.

Bueno, así es; trataron de romper con el modelo estalinista. Pero en lugar de permitir un control obrero desenvuelto, agregaron una fuerte dosis de burocracia política. Tendía a asfixiar la iniciativa de los trabajadores, y también regularon todo el sistema mediante un mecanismo de mercado que causó nuevas desigualdades entre una región y otra.

Parece que todas las revoluciones terminan en un culto a la personalidad, incluso los chinos parecen necesitar una figura paterna. Supongo que esto también ocurre en Cuba, con el Che y Fidel. En el comunismo de estilo occidental tendríamos que crear una imagen casi imaginaria de los propios trabajadores para que la vean como la figura paterna.

Es una idea bastante buena. La clase trabajadora se convierte en su propio héroe. Mientras no se convierta en una nueva ilusión reconfortante, mientras haya un auténtico poder de los trabajadores. Si un capitalista o un burócrata manejan tu vida, necesitas compensarlo con ilusiones. Es el punto crucial. Hay que instilar en la clase trabajadora un sentimiento de confianza en sí misma. No se puede hacer sólo mediante la propaganda, los trabajadores deben actuar, apoderarse de sus propias fábricas y decir a los capitalistas que se vayan al diablo. Es lo que comenzó a suceder en mayo de 1968 en Francia... los trabajadores comenzaron a sentir su propia fuerza.

Pero el Partido Comunista no estuvo a la altura, ¿verdad?

No, no estuvo. Con diez millones de trabajadores en huelga, podrían haber dirigido una de esas inmensas manifestaciones que ocurrieron en el centro de París a una ocupación masiva de todos los edificios e instalaciones gubernamentales, reemplazando a de Gaulle por una nueva institución de poder popular como la Comuna o los soviets originales, que podrían haber iniciado una auténtica revolución, pero el Partido Comunista Francés tuvo miedo. Prefirieron manejarse por arriba en lugar de alentar a los trabajadores a tomar la iniciativa ellos mismos...

Formidable, pero hay un problema al respecto. Todas las revoluciones han ocurrido cuando un Fidel o un Marx o un Lenin o quien sea, que eran intelectuales, pudieron comunicarse con los trabajadores. Juntaron un buen grupo de gente y los trabajadores parecieron comprender que vivían en un estado reprimido. No han despertado todavía en este país, siguen creyendo que los coches y los televisores son la respuesta. Hay que sacar a esos estudiantes izquierdistas a que hablen con los trabajadores, hay que involucrar a los chicos de las escuelas con “The Red Mole”.

Tienes toda la razón. Hemos estado tratando de hacerlo y deberíamos hacer más. Esta nueva Ley de Relaciones Industriales que el gobierno está tratando de introducir lleva a más y más trabajadores a comprender lo que sucede.

No creo que esa ley pueda funcionar. No creo que puedan imponerla. No creo que los trabajadores cooperarán con ella. Pensé que el gobierno de Wilson fue una gran desilusión pero estos de Heath son peores. Están acosando al “underground”, los militantes negros ya ni siquiera pueden vivir en sus propias casas, y están vendiendo más armas a los sudafricanos. Como dijera Richard Neville, puede que haya sólo una pulgada de diferencia entre Wilson y Heath, pero vivimos en esa pulgada.

No estoy seguro. Los laboristas introdujeron políticas racistas de inmigración, apoyaron la guerra de Vietnam y esperaban proponer nuevas leyes contra los sindicatos. Podrá ser verdad que vivimos en la pulgada de diferencia entre los laboristas y los conservadores, pero mientras lo hagamos seremos impotentes e incapaces de cambiar algo. Tal vez Heath nos está haciendo un favor al obligarnos a salir de esa pulgada, sin tener la intención de hacerlo...

Sí, he pensado también en eso. Esto de colocarnos en un rincón para que tengamos que descubrir cómo tratan a otra gente. Siempre leo el “Morning Star” para ver si hay alguna esperanza, pero parece estar en el siglo XIX; parece que lo escribiesen liberales fracasados de mediana edad. Deberíamos tratar de alcanzar a los jóvenes trabajadores porque es la edad en la que se es más idealista y se tiene menos miedo. De alguna manera, los revolucionarios deben acercarse a los trabajadores, porque los trabajadores no se acercarán a ellos. Pero cuesta saber por dónde comenzar; todos estamos metidos en la represa. Pienso que mi problema es que tengo que volverme más realista. Me he apartado de la mayoría de la gente de clase trabajadora que lo que más les gusta es Engelbert Humperdinck. Ahora son los estudiantes los que nos compran, y ése es el problema. Ahora los Beatles son cuatro personas separadas, no tenemos el impacto que tuvimos cuando estábamos juntos.

Ahora tratas de nadar contra la corriente de la sociedad burguesa, lo que es mucho más difícil.

Sí, poseen todos los periódicos y controlan toda la distribución y la promoción. Cuando llegamos sólo Decca, Philips y EMI podían realmente producirte un disco. Tenías que pasar por toda la burocracia para llegar al estudio de grabación. Te encontrabas en una posición tan humilde, no tenías más de doce horas para hacer todo un álbum, que es lo que hicimos en los primeros tiempos. Incluso ahora es lo mismo; si eres un artista desconocido, tienes suerte si consigues una hora en un estudio. Es una jerarquía y si no tienes éxitos, no te graban de nuevo. Y controlan la distribución. Tratamos de cambiar eso con Apple, pero terminaron por derrotarnos. Todavía lo controlan todo. EMI liquidó nuestro álbum “Two virgins” porque no les gustó. En el último disco censuraron las letras de las canciones impresas en la funda del disco. Una porquería ridícula e hipócrita. Tienen que dejarme cantar pero no se atreven a permitir que lo leas. Demencial.

Aunque ahora llegas a menos gente, tal vez el efecto puede ser más concentrado.

Sí, creo que puede ser verdad. Al principio, la gente de clase trabajadora reaccionó contra nuestra franqueza sobre el sexo. Le tenían miedo a la desnudez, están representados de ese modo, al igual que otros. Tal vez pensaron “Paul es un muchacho bueno, no provoca líos”. También cuando Yoko y yo nos casamos, recibimos terribles cartas racistas, advirtiéndome de que me iban a degollar. Llegaron sobre todo de gente del ejército que vive en Aldershot, oficiales. Ahora los trabajadores se muestran más amistosos hacia nosotros, tal vez las cosas están cambiando. Me parece que los estudiantes están ahora suficientemente despiertos a medias para tratar y despertar a sus hermanos trabajadores. Si no transmites tu propia conciencia, ésta vuelve a cerrarse. De ahí la necesidad básica de que los estudiantes se mezclen con los trabajadores y los convenzan de que no están hablando mamarrachadas. Y desde luego es difícil saber lo que piensan realmente los trabajadores porque en todo caso la prensa capitalista siempre se limita a citar a portavoces como Vic Feather, el Secretario General de la Unión de los Sindicatos Británicos. Así que la única posibilidad es hablarles directamente, sobre todo a los trabajadores jóvenes. Tenemos que comenzar con ellos porque saben que están en contra. Por eso hablo de la escuela en el álbum. Quisiera incitar a la gente a romper el marco, a ser desobediente en la escuela, a sacarles la lengua, a insultar permanentemente a la autoridad. Mientras más realidad enfrentamos, más nos damos cuenta de que la irrealidad es el programa principal del día. Mientras más reales nos volvemos, mientras más abuso recibimos, más nos radicalizamos de cierto modo, como que nos colocan en un rincón. Pero sería mejor si fuéramos más.

La comunicación es vital para edificar un movimiento, pero a fin de cuentas es impotente, a menos que pueda desarrollar fuerza popular. Ninguna clase dominante en toda la historia ha renunciado voluntariamente al poder y no creo que eso cambie. La gente que lucha contra la opresión se ve atacada por los que tienen un interés creado en que nada cambie, los que quieren proteger su poder y su riqueza. Mira a la gente en Bogside y Falls Road en Irlanda del Norte; fueron implacablemente atacados por la policía especial porque comenzaron a manifestarse por sus derechos. Una noche en agosto de 1969, siete personas murieron y a miles las expulsaron de sus hogares. ¿No tenían derecho a defenderse? La violencia popular contra sus opresores es siempre justificada. No se puede evitar.

No puedes tomar el poder sin una lucha...

Ése es el aspecto crucial.

Porque, cuando se llega al meollo de la cuestión, no dejarán que el pueblo tenga poder alguno, concederán todos los derechos para actuar y bailar para ellos, pero no un poder real. Después de la revolución tienes el problema de lograr que las cosas sigan adelante, de concertar todos los diferentes puntos de vista. Es muy natural que los revolucionarios tengan diferentes soluciones, que se dividan en diferentes grupos y luego se reformen, eso es la dialéctica, ¿no es cierto? Pero al mismo tiempo tienen que unirse contra el enemigo, solidificar un nuevo orden. No sé cuál es la respuesta; obviamente Mao tiene conciencia del problema y mantiene las cosas en marcha.

El peligro es que una vez que se ha creado un estado revolucionario, tiende a formarse una nueva burocracia conservadora a su alrededor. Este peligro tiende a aumentar si el imperialismo aísla a la revolución y hay escasez material.

Una vez que el nuevo poder llega al mando tiene que establecer un nuevo statu quo sólo para mantener en funcionamiento las fábricas y los trenes en circulación.

Sí, pero una burocracia represiva no dirige necesariamente las fábricas o los trenes mejor de lo que lo harían los trabajadores bajo un sistema de democracia revolucionaria.

Sí, pero todos tenemos instintos burgueses en nuestro interior, todos nos cansamos y sentimos la necesidad de descansar un poco. ¿Cómo mantienes todo en funcionamiento y el fervor revolucionario después de lograr lo que te habías propuesto? Por supuesto, Mao los ha mantenido en China, pero ¿qué pasará cuando muera Mao? También utiliza un culto a la personalidad. Tal vez sea necesario; como dije, todos parecen necesitar una figura paterna. Pero he estado leyendo “Khrushchev recuerda”. Sé que es un tipo especial, pero parece pensar que fue malo que se convirtiera a un individuo en una religión; que no parece formar parte de la idea comunista básica. Pero la gente es la gente, ésa es la dificultad. Si tomáramos el poder en Gran Bretaña, tendríamos la tarea de limpiarla de la burguesía y de mantener a la gente en un estado mental revolucionario.

En Gran Bretaña, a menos que podamos crear un nuevo poder popular -y quiero decir básicamente un poder de los trabajadores- controlado por las masas y que responda ante las masas, no podríamos hacer la revolución para comenzar. Sólo un poder de los trabajadores que esté profundamente arraigado podría destruir el estado burgués.

Creo que no sería tan difícil que la juventud se ponga realmente en movimiento. Tendrías que darle rienda suelta para atacar los ayuntamientos o para destruir a las autoridades escolares, como los estudiantes que rompen la represión en las universidades. Ya está sucediendo, aunque la gente tiene que unirse más. Y las mujeres también son muy importantes, no podemos tener una revolución que no involucre y libere a las mujeres. La manera como te enseñan la superioridad masculina es tan sutil. Me costó bastante tiempo darme cuenta de que mi masculinidad estaba limitando ciertas áreas para Yoko. Es una liberacionista al rojo vivo y me mostró rápidamente los errores que cometía, aunque a mí me parecía que me portaba normalmente. Por eso siempre me interesa saber cómo trata a las mujeres la gente que afirma que es radical.

Siempre ha habido por lo menos tanto chauvinismo macho en la izquierda como en cualquier otra parte, aunque el ascenso de la liberación de la mujer está ayudando a eliminarlo.

Es ridículo. Cómo puedes hablar de poder para el pueblo a menos que te des cuenta de que el pueblo se compone de ambos sexos. Desde luego, Yoko estaba bien involucrada con el tema de la liberación antes de que yo la conociera. Tuvo que luchar en un mundo masculino -el mundo del arte está dominado por completo por hombres-, así que estaba saturada de celo revolucionario cuando nos encontramos. Nunca hubo discusión alguna al respecto: teníamos que tener una relación a partes iguales o no habría relación. Lo aprendí rápidamente. Hizo un artículo sobre las mujeres en “Nova” hace más de dos años, en el que dijo: “La mujer es el negro del mundo”.

Por cierto, todos vivimos en un país imperialista que explota al Tercer Mundo, e incluso nuestra cultura participa. Hubo un tiempo en el que la música de los Beatles era publicitada por la “Voz de América”...

Los rusos proclamaban que éramos robots capitalistas, y supongo que lo éramos...

Fue bastante estúpido por su parte que no se dieran cuenta de que era algo diferente. Yo trabajaba en Cuba cuando apareció “Sergeant Pepper” y es cuando comenzaron por primera vez a tocar música de rock en la radio.

Bueno, esperemos que vean que rock & roll no es lo mismo que Coca-Coca. A medida que vamos más allá del sueño, debería ser más fácil; por eso hago declaraciones más fuertes en la actualidad y trato de librarme de la imagen del quinceañero. Quiero llegar a la gente apropiada, y quiero hacer que lo que tengo que decir sea muy simple y directo.

Tu último álbum suena muy simple al comienzo, pero los textos, el ritmo y la melodía se elevan a una complejidad de la que uno se da cuenta sólo poco a poco. Como el tema “My mummy’s dead” recuerda la canción de cuna “Three blind mice” y trata de un trauma infantil.

Así es, era esa clase de sentimiento, casi como un poema Haiku. Recientemente, me inicié en Haiku en Japón y creo que es simplemente fantástico. Obviamente, cuando te liberas de toda un segmento de ilusiones en tu mente, te queda una gran precisión.

¿Cómo piensas que podemos destruir el sistema capitalista aquí en Gran Bretaña, John?

Pienso que sólo si logramos que los trabajadores sean conscientes de la posición realmente infeliz en la que se encuentran, destruyendo el sueño que los rodea. Creen que viven en un país maravilloso, con libertad de expresión. Tienen coches y televisores, y no quieren pensar en que pueda haber algo más en la vida. Están dispuestos a que los mandamases los dirijan, a ver que a sus hijos los arruinan en la escuela. Sueñan el sueño de un ser ajeno, no es el de ellos mismos. Deberían darse cuenta de que los negros y los irlandeses son acosados y reprimidos y que ellos mismos vendrán después. En cuanto empiecen a darse cuenta de todo eso, podremos comenzar realmente a hacer algo. Los trabajadores pueden comenzar a hacerse cargo. Como dijera Marx: “A cada cual según su necesidad”. Pienso que funcionaría bien en este país. Pero también tendríamos que infiltrar al ejército, porque están bien entrenados para matarnos a todos. Tenemos que comenzar todo esto desde el hecho de que nosotros mismos somos los oprimidos. Pienso que es falso, frívolo, dar a otros cuando tu propia necesidad es grande. La idea no es reconfortar a la gente, no es hacer que se sienta mejor, sino que se sienta peor, que se le muestren constantemente las degradaciones y humillaciones que sufre para conseguir lo que llaman un salario vital.