17 de enero de 2021

Keith Richards: “Todo depende de nosotros colectivamente. Todo el mundo tiene que hacer las cosas un poco mejor, sea lo que sea” (2)

Durante los años posteriores a la Segunda Guerra Mundial, Inglaterra se enfrentaba a una dura realidad. Sus principales ciudades mostraban las cicatrices que habían dejado los bombardeos nazis y en la mente de sus habitantes todavía estaba muy presente el racionamiento de alimentos y la austeridad general que siguió al cese de hostilidades. Ante este panorama desalentador, los adolescentes ingleses de los años ‘50 encontraron un bálsamo en el rock and roll, un género musical de ritmo marcado derivado del rhythm and blues que llegaba desde los Estados Unidos. A comienzos de la década del ’60 en Liverpool surgían los Beatles, quienes, tras su paso por un local de dudosa fama en Hamburgo llamado Kaiserkeller, comenzaron a tocar en pequeños clubes de su ciudad natal entre ellos The Cavern. A partir de allí, con una sofisticada amalgama de estilos que llevaría la música pop a todos los públicos, con sus melodías contagiosas y sus grandes armonías vocales en un par de años pusieron el mundo a sus pies. Mientras tanto, en Londres, nacía una movida diferente más influida por el delta blues del Mississippi y su versión eléctrica de Chicago. Esas melodías vibrantes y melancólicas a la vez, encontraron oídos aguzados y corazones abiertos en los jóvenes londinenses recién salidos de la adolescencia, entre ellos los futuros integrantes de los Rolling Stones. Puede decirse que entre ambos grupos se dio comienzo a una auténtica revolución social que fue demonizada por parte de la prensa y los sectores más conservadores de la sociedad. En las iglesias había capellanes en los púlpitos arengando contra esa música a la que consideraban diabólica. En ese ambiente los Rolling Stones hicieron su primera presentación el 12 de julio de 1962 en el mítico Marquee Club ubicado en el 165 de la Oxford Street, en el municipio londinense de Westminster. En aquel momento contaron con el bajista Dick Taylor (1943) y el baterista Mick Avory (1944), quienes ya no estarían en las siguientes actuaciones en el Crawdaddy Club de Richmond, en el condado de Surrey. Los primeros temas que interpretaron fueron versiones de grandes maestros del blues como Robert Johnson (1911-1938), Elmore James (1918-1963), Willie Dixon (1915-1992) y Jimmy Reed (1925-1976) y, a partir de 1963, comenzaron a publicar sus primeros discos simples con adaptaciones de temas de Willie Dixon (1915-1992), de Chuch Berry (1926-2017), de Buddy Holly (1936-1959) y hasta de los mismísimos John Lennon (1940-1980) y Paul McCartney (1942), líderes de los Beatles. La publicación en 1964 de su primer LP, “The Rolling Stones”, incluyó, además de un buen número de versiones, la primera composición de Jagger/Richards interpretada por ellos mismos, la balada “Tell Me”. Luego vendrían varias giras por Estados Unidos y una de serie de lanzamientos de discos de larga duración que se convertirían en verdaderos íconos de la historia del rock: “Beggars banquet”, “Let it bleed”, “Sticky fingers” y “Exile on Main St.”. Años más tarde, Keith Richards participó en otros proyectos acompañando a Aretha Franklin (1942-2018), a Ian McLagan (1945-2014) y a Tom Waits (1949). También formó parte de The New Barbarians junto a Ronnie Wood (1947) y, en 1987, formó junto al baterista Steve Jordan (1957) la banda The X-Pensive Winos con la que grabó tres álbumes de estudio: “Talk is cheap”, “Main ofender” y “Crosseyed heart”, y uno en vivo: “Live at the Hollywood Palladium”. En la actualidad, mientras vive el encierro al que lo obligó el coronavirus, admite que lo vive con cierta dificultad: “Estoy atravesando la pandemia de la misma manera en que la están haciendo todos: encerrados en casa, con la familia y esperando a que termine de una vez para que pueda volver a salir”, dice. “Estábamos listos para salir a tocar nuevamente con los Stones justo cuando empezó el aislamiento. Y para mí es un poco difícil parar, tener que aceptar que no voy a estar de gira”. No obstante ello Richards ha seguido trabajando. Viviendo en Estados Unidos mientras Mick Jagger se quedó en Europa, la pareja ha estado componiendo canciones de forma remota. “Nos comunicamos desde el otro lado del Atlántico y luego esperamos una vacuna”, dice el guitarrista. “Tengo miles de canciones, las suficientes como para mantenerme ocupado”. A continuación, la segunda y última parte del resumen editado de las entrevistas que concediera a Jesús Ruiz Mantilla, Eduardo Slusarczuk y Kory Grow aparecidas en los diarios “El País” y “Clarín”, y en la revista “Rolling Stone” respectivamente.


¿Está al tanto de lo que pasa en la escena musical más nueva? ¿Le presta atención?
 
No puedo decir que lo haga demasiado. Escucho radio, oigo algún material interesante, pero no puedo decir de qué cantante o banda se trata. No soy demasiado fan de la música moderna. Demasiados sintetizadores para mi gusto. Sé que hay muchas bandas y que este momento debe ser muy difícil para los grupos más jóvenes, que no pueden tocar en clubes.
 
¿Qué siente, desde sus casi setenta y siete años, cuando ve que gente de tan distintas generaciones conoce o canta canciones suyas o de los Stones?
 
Me hace sentir muy halagado. Siempre consideré que la idea de este trabajo es pasar la música de generación en generación. Es el trabajo del músico, conseguir que cuando mueras digan que lograste pasar esa posta. Es lo mejor que le podés decir a un músico. Saber que otras generaciones tomaron lo mío me hace sentir muy orgulloso. Me provoca una sensación muy fuerte de satisfacción.
 
Está trabajando en la música de los Stones y pronto se encontrará también con Steve Jordan de los Winos. ¿Cómo se está desafiando musicalmente estos días?
 
Dejé de desafiarme a mí mismo. Quiero decir, seamos sinceros, este es un año extraño hombre. No han hecho uno igual antes. Así que todo esto es improvisación y simplemente búsqueda.
 
¿Cuál ha sido la parte más difícil de la cuarentena?
 
No hay multitudes, es una maldita molestia para una banda. Pero bueno, son las bandas jóvenes las que no pueden hacer sus conciertos. Es un tirón difícil éste. De alguna manera tenemos que evitarlo, porque lo que hacemos es tocar música para la gente. Entonces, en ese caso, necesitas personas. Hay bastante falta de ellas en este momento. Así que estamos tratando de lidiar con eso como cualquier otra persona.
 
¿Qué pasó entre Steve Jordan y usted?
 
En ese momento, en los ‘80, Charlie Watts me había dicho: “Parece que va a haber un pequeño descanso para los Stones. Y si vas a trabajar con alguien más, Steve Jordan es tu hombre”. Así que puede decirse que los Winos fueron creados por Charlie de una manera indirecta. Lo que no me di cuenta cuando Steve y yo nos juntamos fue que también podríamos progresar en la composición de canciones y en muchas más áreas de las que esperaba. Así que estaba siguiendo el consejo de un baterista sobre otro baterista en ese momento. Pero una vez que Steve y yo comenzamos a trabajar, nos dimos cuenta de que teníamos mucho más espacio para maniobrar. Y que podríamos soportarnos el uno al otro.
 
En “Live at the Hollywood Palladium”, bromea diciendo que le han echado del escenario de Palladium antes. Chuck Berry lo descartó en 1972, aunque luego afirmó que no lo reconoció. ¿Es eso a lo que se refería?
 
Sí, sí, sí. Pero Chuck y yo teníamos una relación real. Terminamos queriéndonos, pero teníamos que demostrar que realmente no nos gustábamos, porque… no sé por qué. Estaba tan orgulloso de trabajar con ese hombre. Y poder darle una buena banda para su film documental fue sólo un trabajo de amor. Te encantan estas cosas y te encanta lo que otros chicos te han dado, y estás muy feliz de poder transmitirlo.
 
Una de las canciones que tocó en el Palladium, “Big enough”, tiene un ritmo genial de James Brown. Lo vio en vivo muchas veces. ¿Qué aprendió al verlo?
 
James para nosotros, especialmente para Mick, fue una verdadera atracción. Eso es porque Mick es el líder, y tiene que estar parado en un pequeño escenario y quiere moverse. Escuchar a James Brown y ver cómo manejó eso fue genial, porque James no usó mucho el escenario; usó un pequeño lugar, y Mick se enteró de que era un experto en eso. Siempre le he dicho a Mick: “Corrés demasiado. Deberías permanecer en ese pequeño círculo porque podés moverte allí". Es algo único.
Mick y James Brown automáticamente parecían hechos del mismo molde.
 
Siempre ha sido un gran defensor de los músicos negros y los artistas negros.
 
Son la razón por la que estoy aquí.
 
¿Qué opina de las protestas de Black Lives Matter en todo el mundo este año?
 
Se trata de un maldito momento. Quiero decir, en este país -Estados Unidos-, las cosas están llegando a un punto crítico. Esa es la forma en que está. Tenés que lidiar con eso. Me resulta difícil hablar de eso porque no soy estadounidense. Vivo aquí, estoy en el corazón y en el alma, soy uno de ellos, pero no puedo interferir.
 
Una vez dijo que los Winos se sentían como los Stones en los primeros días, “porque nadie respeta a nadie, excepto cuando les va bien”. ¿Qué quiere decir con eso?
 
Lo mantendré. Nadie se estaba molestando el uno al otro; todo el mundo estaba tratando de mejorar a toda la banda. Pero supongo que lo que estaba tratando de decir es que, en las bandas en las que he estado, el individuo era lo menos considerable; es la suma de las partes que cuentan. No sé si es una cuestión de ego, pero algunas de las grandes bandas son grandes bandas porque ese problema se ha resuelto.
 
En el Palladium tocó “Connection”, que fue una de las primeras canciones de los Stones que cantó. Cantó en un coro cuando era niño pero, ¿fue difícil encontrar su voz rockera?
 
Básicamente vivo escribiendo canciones con los Stones y con Mick. Yo decía: “Es así", y luego Mick se hacía cargo, pero a veces él venía y me decía: “Cantá esta”. Así que cantar fue algo muy natural para mí. Entre cantar y tocar un instrumento hay muy poca diferencia. A veces utilizás la voz, otras utilizás tus dedos o lo que sea necesario para tocar la maldita cosa.
 
Y la primera canción que cantó solo en los Stones fue “You got the silver”.
 
Sí. Ninguna de esas cosas sucedió por accidente. Lo hicimos y Mick lo intentó, y al final dijo: “Hacé esto”. No hubo problemas ni nada. Fue como subdividir el trabajo.
 
Cuando salió “Talk is cheap”, dijo que sentía un nuevo respeto por lo que hace Mick en el escenario. ¿Qué le enseñó toda la experiencia sobre ser un líder?
 
De repente, eres el líder, y de repente te das cuenta de la presión que puedes sentir con sólo ser el que está al frente. Entendí absolutamente por lo que Mick, o cualquier líder, puede pasar. En los Stones, podía avanzar o sentarme; tienes esa opción siendo el guitarrista. Con los Winos, me di cuenta de que el líder no tiene otra opción, y tienes que hacerlo, incluso si tu voz se ha ido. Entonces me di cuenta de las presiones que hay sobre un líder y nunca las he olvidado.
 
En términos generales, ¿con qué reglas vive?
 
La menor cantidad posible.
 
¿Qué reglas lo rigen cuando escribe canciones?
 
Cuando escribes canciones, no hay jodidas reglas. De hecho, estás buscando romperlas. Estás buscando encontrar el siguiente acorde que falta. Estás buscando encontrar la mejor manera de expresar las cosas. Escribir canciones no se trata de la letra por un lado y la música por el otro. Se trata de que las dos se unan. Y podés ser un gran poeta y podés escribir música encantadora, pero el arte y la belleza de escribir canciones es unir las dos hasta que parezcan amarse. Eso es escribir canciones.
 
¿Cómo se hace un gran riff?
 
Debería ser espontáneo y absolutamente el tipo que lo está haciendo no debería saber de dónde viene. Simplemente aparece en la punta de sus dedos y sale del instrumento. Y ese es un gran riff, totalmente impensable, desestructurado, sin reglas, sin nada. Es sólo que en un minuto no está y, al minuto siguiente, ahí está.
 
¿Hay mucho rock & roll nuevo que lo esté conmoviendo últimamente?
 
No hay nuevo rock & roll. Carece de sentido. Hay grandes músicos y algunos grandes cantantes y esas cosas. Desafortunadamente, para mí, en la música se ha sintetizado hasta la muerte. Una vez que comienzas a sintetizar cosas, no obtienes lo real. Pero no quiero entrar en un largo discurso sobre lo que está mal con los sintetizadores y la música en estos días, excepto para decir que son baratos y cursis.
 
Una vez dijo: “Para mí, es importante demostrar que la música rock no es sólo una mierda de adolescentes y deberías sentirte avergonzado cuando tienes más de cuarenta años y sigues haciéndolo”. Dijo que quería hacer avanzar la música y hacer avanzar las cosas. ¿Siente que ha hecho eso?
 
Bueno, no lo sé. Bobby Keys, mi gran amigo, lo llamó “música de hombres adultos” porque el rock & roll sólo se consideraba nuevo porque todo tiene que tener una especie de génesis, por así decirlo. Y supongo que el rock & roll, en el ámbito general de las cosas, se puso de moda en el '55, '56, y todo era sólo material novedoso, y muchos músicos durante bastantes años pensaron que era otra novedad. Era como el cha-cha-cha o el twist. Ahora sabemos que es diferente.
 
Es algo diferente con algo parecido al blues. Con el blues, a medida que un artista envejece, se aprecia más.
 
De eso se trata el blues y en él está todo incrustado. Toda la música popular, desde que pudieron grabarla, está basada en el blues. Pasas del ragtime al jazz, todo está basado en el blues. No significa que tengas que entender cada country blues, las canciones de Blind Lemon Jefferson, pero el orden de todo se basa en eso. Y luego progresa a partir de eso, lo cual es algo maravilloso. Quiero decir, ¿querés saber qué han hecho los negros por el mundo? Sólo escucha su música. Es una expresión y toca a todos. Toca a blancos y a amarillos y a cositas peludas, no sé, pero de eso se trata. Se trata de tocar a la gente y la grabación lo ha hecho posible. Y a lo largo de la historia de esta música, la música grabada, la influencia del blues es enorme. Sólo toma diferentes tonos.
 
¿Siente que todavía está aprendiendo cosas sobre el blues?
 
Mientras no esté muerto, siempre habrá algo que aprender al respecto.
 
A finales de los ochenta, dijo: “No es tan fácil ser Keith Richards, pero tampoco es tan difícil. Lo principal es conocerte a ti mismo". ¿Cómo se conoce a uno mismo?
 
Todos estamos atrapados aquí tratando de descubrir qué es la vida. Supongo que lo que estaba tratando de decir entonces es que, cuando inadvertidamente has estado en el ojo público desde los diecinueve años, a veces es difícil para las personas correlacionarlo con quién sos en realidad. Y me resultó increíblemente útil saber quién diablos soy. No estoy preocupado por las cosas de afuera. Este año cumpliré setenta y siete, por el amor de Dios. Lo sé, me importa una mierda. Estoy muy orgulloso de ello. Y todavía estoy tratando de conocerme un poco mejor. Y, como sabés, las cosas cambian a medida que avanzás. Nada es estático.
 
¿Recuerda cuando obtuvo ese tipo de confianza?
 
Tienes que descubrirlo por vos mismo. Todo el mundo es diferente. Y no tengo ni idea. Sé que como personas podríamos hacerlo mucho mejor y me gustaría promover eso. Pero todo depende de nosotros colectivamente. Todo el mundo tiene que hacer las cosas un poco mejor, sea lo que sea. Ese es mi sermón del día.