31 de mayo de 2008
Nicolás Guillén: "Yo no soy un hombre puro"
De su basta obra poética se destacan: "Motivos de son" (1930), "Sóngoro cosongo" (1931), "Cantos para soldados y sones para turistas" (1937), "El son entero" (1947), "La paloma de vuelo popular" (1958), "El gran zoo" (1967), "La rueda dentada"
(1972), "Por el mar de las Antillas anda un barco de papel"
(1978) y "Sol de domingo" (1982). En "Prosa de prisa" (1975) se recogieron sus trabajos periodísticos.
En 1982, la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC), declaró que Nicolás Guillén "significa el más alto ejemplo actual de vida y obra creadoras, que por su fidelidad inquebrantable a la tradición patriótica y revolucionaria de la cultura cubana, ha sido capaz de expresar, con vigoroso genio artístico, la sensibilidad, el carácter, el proceso histórico y el espíritu combativo de un pueblo, de un ámbito geográfico y de una época".
Nicolás Guillén falleció en La Habana el 16 de julio de 1989.
BURGUESES
No me dan pena los burgueses vencidos.
Y cuando pienso que van a darme pena,
aprieto bien los dientes y cierro bien los ojos.
Pienso en mis largos días sin zapatos ni rosas.
Pienso en mis largos días sin sombrero ni nubes.
Pienso en mis largos días sin camisa ni sueños.
Pienso en mis largos días con mi piel prohibida.
Pienso en mis largos días.
—No pase, por favor. Esto es un club.
—La nómina está llena.
—No hay pieza en el hotel.
—El señor ha salido.
—Se busca una muchacha.
—Fraude en las elecciones.
—Gran baile para ciegos.
—Cayó el Premio Mayor en Santa Clara.
—Tómbola para huérfanos.
—El caballero está en París.
—La señora marquesa no recibe.
En fin, que todo lo recuerdo.
Y como todo lo recuerdo,
¿qué carajo me pide usted que haga?
Pero además, pregúnteles.
Estoy seguro
de que también recuerdan ellos.
DIGO QUE YO NO SOY UN HOMBRE PURO
Yo no voy a decirte que soy un hombre puro.
Entre otras cosas
falta saber si es que lo puro existe.
O si es, pongamos, necesario.
O posible.
O si sabe bien.
¿Acaso has tú probado el agua químicamente pura,
el agua de laboratorio,
sin un grano de tierra o de estiércol,
sin el pequeño excremento de un pájaro,
el agua hecha no más de oxígeno e hidrógeno?
¡Puah!, qué porquería.
Yo no te digo pues que soy un hombre puro,
yo no te digo eso, sino todo lo contrario.
Que amo (a las mujeres, naturalmente,
pues mi amor puede decir su nombre),
y me gusta comer carne de puerco con papas,
y garbanzos y chorizos, y
huevos, pollos, carneros, pavos,
pescados y mariscos,
y bebo ron y cerveza y aguardiente y vino,
y fornico (incluso con el estómago lleno).
Soy impuro ¿qué quieres que te diga?
Completamente impuro.
Sin embargo,
creo que hay muchas cosas puras en el mundo
que no son más que pura mierda.
Por ejemplo, la pureza del virgo nonagenario.
La pureza de los novios que se masturban
en vez de acostarse juntos en una posada.
La pureza de los colegios de internado,
donde abre sus flores de semen provisional
la fauna pederasta.
La pureza de los clérigos.
La pureza de los académicos.
La pureza de los gramáticos.
La pureza de los que aseguran
que hay que ser puros, puros, puros.
La pureza de los que nunca tuvieron blenorragia.
La pureza de la mujer que nunca lamió un glande.
La pureza del que nunca succionó un clítoris.
La pureza de la que nunca parió.
La pureza del que no engendró nunca.
La pureza del que se da golpes en el pecho,
y dice santo, santo, santo,
cuando es un diablo, diablo, diablo.
En fin, la pureza de quien
no llegó a ser lo suficientemente impuro
para saber qué cosa es la pureza.
Punto, fecha y firma. Así lo dejó escrito.
29 de mayo de 2008
El misterio de los moai
Cuando los miembros de la expedición holandesa que al mando del capitán Jakob Roggeveen (1659-1729) descubrieron, el 5 de abril de 1722, a la más oriental de las islas polinesias del océano Pacífico, no se podía sospechar el enorme interés que despertaría, con el transcurso de los años, la que entonces bautizaron con el nombre de Isla de Pascua.
Las estatuas, conocidas en dialecto maorí como moai, son gigantescos bustos que representan enormes cabezas. Exceptuando unos raros ejemplos en basalto, todas fueron talladas de una enorme cantera sita en las faldas del Rano Raraku, volcán que forma la punta este de la isla; es evidente que en algún momento los trabajos de tallado fueron bruscamente interrumpidos, por lo cual hay más de cien estatuas abandonadas en la cantera, que varían desde el primer al último momento de elaboración. Existen también varios colosos casi terminados (el más alto mide veintiún metros), adheridos apenas a la roca basáltica. La misteriosa Rapa Nui tiene otros dos aspectos notables: según parece, la isla fue habitada, cuando menos, por dos razas humanas de distinta procedencia, en épocas diferentes; además, en algunas cuevas se han encontrado las llamadas tablillas Rongo Rongo, láminas de piedra de cierto grosor grabadas con el lenguaje pascuense primitivo, que se supone contienen la historia de la isla y sus monumentos.
Para explicar los misterios de la Isla de Pascua se han elaborado decenas de hipótesis. Una propone que la isla no es sino el último resquicio de un antiquísimo continente que se hundió en las aguas del Pacífico, llamado Lemuria. Otra afirma que los gigantescos bustos fueron hechos por una raza de constructores que provino de Asia y se extendió por América, siendo Pascua su punto de entrada.
En 1926, un militar angloamericano, James Churchward (1851-1936), publicó el libro "The lost continent of Mu" (El continente perdido de Mu), una obra en la que el autor dijo que en la India le había sido posible leer documentos antiquísimos donde se afirmaba que los continentes perdidos eran dos: la Atlántida y Mu, en el Pacífico, siendo Pascua un fragmento del segundo.
Por otro lado, el investigador español Antonio Ribera (1920-2001) creyó que la isla había recibido la visita de navegantes egipcios de la época de Ptolomeo II (siglo X a.C.), y que dichos marinos fueron los escultores de las cabezas de piedra. Las dos hipótesis antes citadas presentaron extrema debilidad al ser puestas a prueba: estudios realizados por científicos que estudiaron la topografía submarina en torno a la isla dieron clara muestra de que Pascua no pertenece a ningún continente desaparecido bajo las aguas, ya que a poca distancia de la orilla, la tierra desciende cortada casi a pico hasta profundidades superiores a los ochenta metros; además, se trata de una isla emergida por formación volcánica. Por su parte, la hipótesis del origen egipcio carece del sostén histórico necesario para ser admitida, ya que si los súbditos de Ptolomeo II hubiesen cruzado el Atlántico y llegado a otro continente, ésto hubiese sido conocido en la antigüedad.También existen teorías disparatadas que atribuyen a visitantes extraterrestres el origen de las estatuas. A principios de los años sesenta, varios estudiosos efectuaron un análisis de los mitos y leyendas que narran los actuales aborígenes de Pascua, encontrando en ellos una serie de datos insólitos. Por ejemplo, que el primer planeta que los hombres pisarán será Venus; que Júpiter y Marte, lo mismo que la Tierra, poseen un campo de fuerza eléctrica; o que el cuerpo humano no podrá resistir más de tres meses en otros mundos. También otros charlatanes han impulsado la hipótesis de la presencia extraterrestre en Pascua, considerando que tanto esta isla como las ruinas de Tiahuanaco y las llanuras de Nazca pertenecen a un mismo sistema de construcciones megalíticas, realizadas con la ayuda de astronautas-dioses que posteriormente abandonaron nuestro planeta.
Han sido muchas las expediciones que llegaron a la isla de Pascua con el ánimo de desentrañar sus misterios. Algunas de ellas han hecho descubrimientos importantes, como la dirigida en 1935 por Stephen Chauvet (1885-1950), que encontró las legendarias tablillas rongo-rongo, unas pequeñas tablas de madera talladas con puntas de obsidiana o dientes de tiburón, que contienen una escritura ideográfica que, de acuerdo a los estudios más recientes sobre el tema, registraban básicamente motivos religiosos de carácter atemporal y prácticas rituales, desde oraciones hasta sacrificios humanos y canibalismo, además de contener informaciones astronómicas o de navegación. Tal vez no eran solamente páginas de lectura, sino de semántica, o sea los varios significados que correspondían a cada signo o grupo de signos. Tal vez, las tablillas fueron también diccionarios. La desaparición de los originarios habitantes, a mediados del siglo XIX como consecuencia de las expediciones esclavistas que diezmaron la población, hizo imposible cualquier intento por descifrar este peculiar sistema de escritura. Pero quizá la más célebre de las expediciones haya sido la encabezada en 1956 por el explorador noruego Thor Heyerdhal (1914-2002), cuyas hipótesis basadas en pruebas que él mismo encontró, se consideran sólidas y bien fundadas, por lo menos en el ámbito científico. La posición de la arqueología contemporánea con respecto a los misterios de Rapa Nui está bien definida. El caso de la isla de Pascua es claro: los actuales aborígenes hablan lengua polinesia y presentan rasgos faciales y anatómicos característicos de las razas polinesias. Por lo tanto, lo más factible es pensar que los pascuenses no sean sino descendientes de algún pueblo polinesio migratorio que llegó a Pascua en tiempos remotos, estableciéndose allí. Sin embargo, para aceptar dicha suposición habría primero que admitir la posibilidad de que algún pueblo polinesio fuese capaz de viajar más de 2.500 km. y descubrir a la minúscula Rapa Nui en la inmensidad del océano. Sobre este punto, también hay una respuesta: aunque las culturas polinesias viajaban en naves de poca altura -por lo que su visibilidad era escasa- podían descubrir islas en alta mar con un método muy sencillo. En mar abierto hay dos tipos de nubes: las que corren en la misma dirección que el viento y las que se mantienen quietas. Las nubes que se mantienen quietas se forman sobre las islas, debido a la evaporación del agua y a la exudación de plantas y animales. Así, los polinesios sabían cuándo había una isla observando las nubes lejanas. Heyerdhal, tras su expedición, elaboró una teoría que ha alcanzado gran aceptación entre los arqueólogos contemporáneos. Según ésta, hace alrededor de diez siglos un grupo de navegantes polinesios llegó a Pascua y se asentó en la isla, dando lugar, con el paso de los años, a una cultura autóctona. Fue esa cultura la que esculpió los colosos de piedra, con picos y herramientas de sílex (un mineral de gran dureza), de las cuales, el propio Heyerdahl encontró algunas al pie del volcán Rano Raraku. Una vez terminadas, las esculturas fueron movidas por los aborígenes mediante un sistema de rodamiento sobre troncos, talados de los árboles que se supone poblaban la isla hace cientos de años. Heyerdhal apoyó su teoría en el hecho de que dos investigadores norteamericanos que realizaron estudios paleobotánicos en la isla, encontraron muestras de polen que demuestra la existencia, centenares de años atrás, de una tupida vegetación.
Si se acepta que los polinesios fueron los verdaderos escultores de las estatuas, falta por dilucidar a quién o a quiénes quisieron representar. Las características faciales de los gigantes de Pascua no se encuentran entre los miembros de ninguna de las tribus polinesias; narices rectas y prolongadas, labios finos, bocas apretadas, ojos hundidos, frentes anchas y mentón sobresaliente. Heyerdahl propuso otra hipótesis, alternativa a la anterior, acerca de la posible identidad peruana de los primitivos habitantes de la isla; el célebre explorador -y más recientemente otros viajeros- han demostrado la factibilidad de enlaces marinos entre América del Sur y Polinesia.
Además, Heyerdahl sostuvo que en Vinapú, al sur de la isla, se encontraron enormes losas de piedra, idénticamente trabajadas a las construcciones de Machu Picchu en Perú, lo mismo que una pequeña estatua cuyas manos tenían cuatro dedos, lo que abre la posibilidad de relacionar a la civilización de Pascua con la de Tiahuanaco, único lugar del mundo donde las representaciones humanas tienen esa peculiaridad.
27 de mayo de 2008
El nazismo como farsa y como tragedia
Los comerciantes, empleados y artesanos alemanes habían vivido un período de expansión durante casi un siglo; pero tras las duras privaciones de la guerra, las rentas se hundieron, el dinero careció de valor y el desempleo hizo estragos. Tras la breve pausa de 1924 a 1929, el sistema entró en una de sus periódicas crisis -tal vez la mayor hasta entonces- y los alemanes pasaron a tener miedo al hambre y la miseria.
Los competidores eventuales, los obreros y los comerciantes extranjeros comenzaron a ser mirados con desconfianza y la suspicacia se extendió a los judíos. El 28 de marzo de 1933 el periódico del partido nacionalsocialista, el "Vólkischer beobachter", publicó: "Más de nueve millones de personas están sin trabajo en Alemania y nuestro proletariado intelectual se cuenta por centenares de millares. A pesar de ello, el pueblo alemán ha permitido a cientos de miles de intelectuales judíos que participen en las profesiones liberales". La solución propuesta resultaba muy clara: era preciso retirar a los judíos los empleos que habían usurpado. Un razonamiento que recuerda peligrosamente a los que hoy en día utiliza España con los marroquíes y los ecuatorianos, Italia con los albaneses y los rumanos, Francia con los argelinos, los libios y los tunecinos, Grecia con los bangladesíes y los afganos, Estados Unidos con los mejicanos y los colombianos, México con los guatemaltecos, los hondureños y los salvadoreños, y la Argentina con los bolivianos, paraguayos, peruanos, chilenos e incluso con los pueblos originarios.
En 1924, el futuro Jefe de la Policía Secreta Heinrich Himmler (1900-1945), encargado de la persecución y eliminación metódica y sistemática de opositores ya fuesen socialistas, gitanos, judíos, homosexuales o testigos de Jehová, explicó cuáles fueron los mecanismos que condujeron al pueblo alemán a la ruina: "A causa de las especulaciones y las fluctuaciones que imprime a la Bolsa, la judería mantiene en un bajo nivel los precios de producción y hace aumentar sin cesar los precios de consumo. El agricultor debe ganar poco, el habitante urbano gastar mucho. La diferencia va a parar a los bolsillos de los judíos y de sus aliados". Lo que pasó por alto el jerarca nazi es que el sistema capitalista de producción no reconoce razas ni religiones.
No obstante, los alemanes se convencieron en seguida: del mismo modo en que el Estado restringía las importaciones extranjeras tenía la obligación de proteger el trabajo nacional. Fue entonces cuando apareció netamente el carácter demagógico de la política nazi que, significativamente también, recuerda al discurso predominante en muchas clases dirigentes actuales.
Retomando el tema específico de los judíos, resulta instructiva la lectura de esa especie de autobiografía que constituye el primer volumen de "Mein kampf" (Mi lucha), en la cual Adolf Hitler (1889-1945) intentó establecer el itinerario espiritual del perfecto nacionalista. Hitler creció en un ambiente hostil a los judíos, los que estaban muy mal considerados en Linz, la ciudad en donde pasó su infancia. No estaban marginados en un gueto, pero se encontraban envueltos en un ambiente de desconfianza al considerárselos a la vez que extranjeros como peligrosos explotadores. Lo mismo le sucedió en Viena, en donde encontró a los judíos tradicionales que le produjeron una especie de trauma: "Un día que atravesaba el casco viejo de la ciudad, me tropecé de pronto con un personaje que llevaba unos mechones de cabellos negros e iba vestido con un largo caftán. ¿También ése es un judío? Tal fue mi primer pensamiento. En Linz no tenían ese extraño aspecto. Examiné al hombre con disimulo y prudentemente, pero cuanto más contemplaba ese rostro extraño y escrutaba cada uno de sus rasgos, tanto más la primera pregunta que me había formulado tomaba en mi cerebro otra formulación: ¿también ése es un alemán?".
La evolución del pensamiento de Hitler es la característica de muchos intelectuales desclasados y pequeño burgueses. Al viejo recelo, adquirido de un modo natural en la familia, se añadió más tarde un sentimiento de profunda repulsión: los verdaderos judíos, los que no se ocultaban tras las indumentarias de corte occidental, eran sucios y su suciedad física era el reflejo de su inferioridad de alma: "Que no tenían demasiado entusiasmo por el agua, es algo que uno podía advertir simplemente mirándolos, e incluso, por desgracia, con demasiada frecuencia hasta cerrando los ojos. Más de una vez me ocurrió el sentir náuseas al percibir el hedor de estos vestidores de caftanes. Todos estos detalles eran de por sí muy poco atractivos; pero era una auténtica repugnancia la que surgía cuando descubría, bajo su capa de suciedad, la miseria moral del pueblo elegido. Porque, ¿existe acaso una forma cualquiera de suciedad, un tipo de infamia bajo toda clase de apariencias, en especial la vida social, en la cual siquiera un sólo judío no haya participado? Tan pronto como se aplicaba el escalpelo a un absceso de esta naturaleza, se descubría, a la manera de un gusano en un cuerpo en putrefacción, un abyecto hebreo completamente deslumbrado por esta luz súbita".
En el capítulo XI de ese primer tomo -el único de alcance doctrinal- Hitler dice: "Ahora comienza la mayor y última revolución. En el momento en que el judío conquista el poder político, arroja los últimos velos que todavía lo ocultaban. El judío demócrata y amigo del pueblo cede la plaza al judío sanguinario y tirano de los pueblos. Persigue, al cabo de pocos años, exterminar a los representantes de la inteligencia y, al privar a los pueblos de los que eran por naturaleza sus guías espirituales, los hace maduros para el papel de esclavo, puesto para siempre bajo el yugo".
Hitler, al igual que Himmler y toda su camarilla de secuaces, persistía en la idea de ignorar el devenir materialista de la historia y focalizaba en un pueblo el origen de todas las tragedias.
La primera parte de la obra fue escrita en la cárcel de Landsberg, lugar en el que estaba arrestado desde comienzos de 1924 acusado de alta traición tras su intento de dar un Golpe de Estado en Munich en noviembre del año anterior. Una vez liberado en 1926, publicó un segundo tomo en el que definió lo que sería el Estado nacionalsocialista y las grandes líneas de su política exterior. En esta segunda parte, el peligro que representan los judíos proviene de su acción diplomática: "La finanza judía desea no solamente que Alemania sea radicalmente arruinada en el terreno económico, sino también que sea políticamente reducida de un modo completo a la esclavitud. Todo lo que se imprime en el mundo entero contra Alemania está escrito por los judíos, de la misma manera que, tanto en tiempo de paz como durante la guerra, la prensa de los bolsistas judíos y la de los marxistas atizó sistemáticamente el odio contra Alemania hasta conseguir que los Estados renunciaran a su neutralidad, unos tras otros y, sacrificando los verdaderos intereses de los pueblos, entraran en la coalición mundial que nos hacía la guerra. El planteamiento que se hacen los judíos es evidente. La bolchevización de Alemania, es decir, la destrucción radical de la conciencia nacional popular alemana, que haga posible la explotación de la fuerza productora alemana sometida al yugo de la finanza judía internacional, no es sino el preludio de la extensión siempre creciente que culminará en la conquista del mundo entero soñada por los judíos. Si nuestro pueblo y nuestro Estado llegaron a ser las víctimas de estos tiranos de pueblos que son los judíos, sedientos de sangre y ávidos de dinero, toda la tierra quedará aprisionada en los tentáculos de estas hidras; pero si Alemania escapa a su presa, podremos considerar que el mayor peligro que jamás hayan conocido todos los pueblos del orbe no amenazará ya al mundo entero".
Es notable la similitud de estos argumentos con los expresados por el Departamento de Estado norteamericano: antes, en tiempos de la Guerra Fría, con la Unión Soviética; hoy, desmantelada la caterva burócrata del estalinismo, con los fundamentalistas musulmanes. En el nuevo mapa del mundo, los judíos pasaron de ser los aliados del marxismo internacional a ser socios de Estados Unidos en su lucha contra árabes y palestinos que no entienden las reglas del juego.
En una entrevista concedida al "Times" el 15 de octubre de 1930, Hitler expresó cuál era la consigna propia de los nazis: "Alemania para los alemanes", la que, curiosamente, recuerda aquella de "América para los (norte) americanos" que popularizó el entonces presidente de Estados Unidos James Monroe (1758-1831) en 1823. Ya en un discurso el 1 de abril de 1939 el dictador alemán había dicho: "Solamente después que este bacilo judío que infecta la vida de los pueblos haya sido eliminado se podrá esperar la instauración de una cooperación entre las naciones". Hoy tranquilamente se podría cambiar el nombre del bacilo judío por el de musulmán, o palestino, o inmigrante, o indígena, o cualquier otro y, en el fondo, nada habría cambiado.
26 de mayo de 2008
Dios salve al Rey (y a Händel)
La pieza en cuestión habría sido compuesta por quien fuera el introductor de la ópera en el país galo, Jean Baptiste Lully (1632-1687), quien la habría escrito para celebrar el restablecimiento del rey que acababa de sufrir una enfermedad, titulándola "Dieu sauve le Roi".
Uno de los máximos exponentes del Barroco, el compositor alemán Georg Friedrich Händel (1685-1759), durante una estadía en Francia lo oyó, lo encontró original y se lo apropió. A su regreso a Inglaterra -en donde se hallaba establecido- se lo ofreció al rey Jorge I de Hannover (1660-1727). Según el profesor del Conservatorio de París, el compositor Louis Bourgault Ducoudray (1840-1910), esta práctica era una costumbre habitual en Händel, a quien llamó despectivamente "el más grande ladrón musical que haya existido jamás".
Otra versión, sin embargo, atribuye la autoría del himno inglés al barón Henry Carey (1526-1596), un supuesto hijo bastardo del rey Enrique VIII (1491-1547) en la época en que éste estaba casado con Catalina de Aragón (1485-1536), la primera de su media docena de esposas.
Como sea que haya sido, el desliz de Händel no invalida su impresionante producción que abarca 43 óperas, 26 oratorios y una gran cantidad de suites, sonatas, conciertos para órgano y música coral, hasta llegar a las 612 composiciones, más otras 25 entre obras dudosas y perdidas.
En abierta oposición a la opinión de Bourgault Ducoudray, el genial compositor alemán Ludwig van Beethoven (1770-1827) dijo de él: "Händel es el compositor más grande que haya existido jamás, me descubro ante él y me arrodillaría ante su tumba".
E.E. Cummings o la destreza para abrir y cerrar
i carry your heart with me (i carry it in
somewhere i have never travelled, gladly beyond
en algún lugar al que nunca he viajado, felizmente más allá
de cualquier experiencia, tus ojos tienen su silencio:
25 de mayo de 2008
Elizabeth Bishop o el arte de perder
Así como sus dos primeros libros fueron premiados con el Pulitzer, el resto de sus poemarios fueron distinguidos con los galardones más prestigiosos de su país: el National Book Award y el National Book Critics Circle. El reconocimiento de la crítica especializada es unánime, al igual que el de sus contemporáneos. El poeta y ensayista mexicano Octavio Paz (1914-1998) escribió: "Tiene la ligereza de un sueño y la gravedad de una decisión. Sus poemas son construcciones muy rigurosas y, en apariencia, tradicionales, pero los efectos son turbadores".
He aquí un par de sus más recordados poemas:
ONE ART
The art of losing isn't hard to master;
so many things seem filled with the intent
to be lost that their loss is no disaster.
Lose something every day. Accept the fluster
of lost door keys, the hour badly spent.
The art of losing isn't hard to master.
Then practice losing farther, losing faster:
places, and names, and where it was you meant
to travel. None of these will bring disaster.
I lost my mother's watch. And look! my last, or
next to last, of three loved houses went.
The art of losing isn't hard to master.
I lost two cities, lovely ones. And, vaster,
some realms I owned, two rivers, a continent.
I miss them, but it wasn't a disaster.
Even losing you (the joking voice, a gesture
I love) I shan't have lied. It's evident
the art of losing's not too hard to master
though it may look like (write it!) like disaster.
UN ARTE
El arte de perder no es muy difícil;
tantas cosas contienen el germen
de la pérdida, pero perderlas no es un desastre.
Pierde algo cada día. Acepta la inquietud de perder
las llaves de las puertas, la horas malgastadas.
El arte de perder no es muy difícil.
Después intenta perder lejana, rápidamente:
lugares, y nombres, y la escala siguiente de
tu viaje. Nada de eso será un desastre.
Perdí el reloj de mi madre. ¡Y mira! desaparecieron
la última o la penúltima de mis tres queridas casas.
El arte de perder no es muy difícil.
Perdí dos ciudades entrañables. Y un inmenso
reino que era mío, dos ríos y un continente.
Los extraño, pero no ha sido un desastre.
Ni aun perdiéndote a ti (la cariñosa voz, el gesto
que amo) me podré engañar. Es evidente
que el arte de perder no es muy difícil,
aunque pueda parecer (¡escríbelo!) un desastre.
SONNET
I am in need of music that would flow
Over my fretful, feeling finger-tips,
Over my bitter-tainted, trembling lips,
With melody, deep, clear, and liquid-slow.
Oh, for the healing swaying, old and low,
Of some song sung to rest the tired dead,
A song to fall like water on my head,
And over quivering limbs, dream flushed to glow!
There is a magic made by melody:
A spell of rest, and quiet breath, and cool
Heart, that sinks through fading colors deep
To the subaqueous stillness of the sea,
And floats forever in a moon-green pool,
Held in the arms of rhythm and of sleep.
SONETO
Necesito de la música que pueda flotar
Sobre las inquietas puntas de mis dedos,
Sobre mis amargos y manchados, temblorosos labios,
Con melodía profunda, clara y lentamente líquida.
Oh, el curativo balanceo, viejo y humilde,
De alguna canción que sonó para el descanso del alma agotada,
Una canción que se derrama, como agua fría, sobre la cabeza
¡Y sobre estremecidos miembros, los sueños salen a caminar!
Hay algo mágico creado por la melodía:
Un hechizo de tranquilidad, una quieta respiración
Y un corazón fresco que se sumerge atravesando colores marchitos
Hacia la honda, sumergida tranquilidad marina,
Y que flota siempre en un charco, verdoso por la luna,
Alzado en brazos por el sueño y el ritmo.
20 de mayo de 2008
18º Campeonato Mundial de Fútbol. Alemania 2006
GRUPO B
GRUPO C
GRUPO D
GRUPO E
GRUPO F
GRUPO G
GRUPO H
OCTAVOS DE FINAL
CUARTOS DE FINAL
SEMIFINAL
TERCER PUESTO
FINAL
19 de mayo de 2008
17º Campeonato Mundial de Fútbol. Corea-Japón 2002
Francia 0 Uruguay 0
Dinamarca 1 Senegal 1
Dinamarca 2 Francia 0
Senegal 3 Uruguay 3
GRUPO B
España 3 Eslovenia 1
España 3 Paraguay 1
Sudáfrica 1 Eslovenia 0
Sudáfrica 2 España 3
Eslovenia 1 Paraguay 3
GRUPO C
Brasil 2 Turquía 1
Brasil 4 China 0
Costa Rica 1 Turquía 1
Turquía 3 China 0
GRUPO D
Estados Unidos 3 Portugal 2
Portugal 0 Corea del Sur 1
Alemania 1 Irlanda 1
Arabia Saudita 0 Irlanda 3
GRUPO F
Argentina 1 Nigeria 0
Suecia 2 Nigeria 1
Suecia 1 Argentina 1
Italia 2 Ecuador 0
Italia 1 Croacia 2
México 2 Ecuador 1
México 1 Italia 1
Ecuador 1 Croacia 0
GRUPO H
Rusia 2 Túnez 0
Japón 1 Rusia 0
Túnez 1 Bélgica 1
Túnez 0 Japón 2
Bélgica 3 Rusia 2
OCTAVOL DE FINAL
Alemania 1 Paraguay 0
Corea del Sur 2 Italia 1
Dinamarca 0 Inglaterra 3
Japón 0 Turquía 1
Inglaterra 1 Brasil 2
SEMIFINAL
Escoba en mano, por Julio Cortázar
Poco después, a la protesta estudiantil se le sumó el movimiento obrero y ambos conformaron asambleas y comités de acción. Luego siguieron las barricadas en las calles y la huelga general que movilizó a cientos de miles de personas.
En ese contexto, Julio Cortázar (1914-1984), el siempre ecuánime escritor argentino radicado en Francia desde poco menos de dos décadas atrás, escribió para el semanario "Marcha" de Montevideo el siguiente artículo:
ESCOBA EN MANO
Nadie les ha enseñado a hacer lo que están haciendo; nadie le enseña al árbol la forma de dar sus hojasy sus frutos. No se han dejado utilizar, como tantas veces en otros tiempos, a manera de cabezas de puente o pavos de la boda; hoy están solos frente a una realidad resquebrajada, son una inmensa muchedumbre que no acepta ya reajustarse para ingresar ventajosamente en ese mundo que se da a llamar moderno, que no acepta que ese mundo los recupere con la hipócrita reconciliación paternal frente a los hijos pródigos. ...No es el momento de explicar o de calificar esta rebelión contra todos los esquemas prefijados; su sola existencia, aquí y en tantos otros países del mundo, la forma incontenible en que se manifiestan, bastan y sobran como prueba de su validez y su verdad. Nada piden los estudiantes que no sea de alguna manera una nueva definición del hombre y la sociedad... Lo piden con una entrega total de su persona, con el gesto elemental e incuestionable de salir a la calle y gritar contra la maquinaria aplastante de un orden desvitalizado y anacrónico. Los estudiantes están haciendo el amor con el único mundo que aman y que los ama; su rebelión es el brazo primordial, el encuentro en lo mas alto de las pulsiones vitales. En el pabellón de la Argentina, ¿cómo no iba a manifestarse ese salto hacia una realidad auténtica cuando bajo su techo se venía reiterando la injusticia, la discriminación, la estafa moral que no era más que el reflejo de lo que sucede allá en la patria, allá en los países de América Latina? Tomar esa residencia ha significado para los estudiantes entrar escoba en mano en una casa sucia para limpiarle el polvo de mucha ignominia, de mucha hipocresía. ...Simbólicamente, poéticamente, estos muchachos han tomado a la Argentina entera para devolverla a su verdad tanto tiempo falseada; y decir eso es decir también América Latina, es sentir a través de este impulso y esta definición toda la angustia de un continente traicionado desde dentro y desde fuera".
Julio Cortázar. Mayo de 1968
Gizeh: asombro, sorpresa y enigma
Cuando las tropas de Napoleón Bonaparte (1769-1821) invadieron Egipto en 1798, el emperador ordenó al matemático que lo acompañaba, Gaspard Monge (1746-1818), que realizara un relevamiento topográfico a todo lo largo del valle del Nilo. Para hacerlo era necesario trazar un meridiano patrón, en base al cual pudieran relacionarse las medidas; a consecuencia de su tamaño (147,8 metros de altura, 54.000 metros cuadrados de superficie), la gran pirámide de Keops en el valle de Gizeh, a veinte kilómetros de El Cairo, fue elegida para servir como punto de referencia para establecer dicho meridiano. Con el paso del tiempo la elección resultó un acierto: la gran pirámide era la que dividía en dos partes iguales el valle del Nilo.
Desde cualquier aspecto que se observe e investigue a esta construcción, resulta sorprendente: 2.300.000 bloques de piedra, de siete a veinte toneladas cada uno, tallados en forma perfecta para ensamblar al milímetro (arrancadas de las canteras de piedra de Tura y arrastradas hasta Gizeh, a cuarenta kilómetros de distancia), forman el colosal monumento, que hasta fines del siglo XIX era el edificio más alto que había construido la mano del hombre.
Por lo común, se cree que las culturas antiguas fueron poseedoras de un muy limitado conocimiento científico o tecnológico, incomparablemente inferior al de hoy en día. Sin embargo, si se estudia detenidamente esta construcción, de inmediato surge que sus arquitectos fueron hombres con avanzados conocimientos de geometría, matemáticas, geografía, astronomía, historia y filosofía.
Desde mucho tiempo atrás, las pirámides egipcias fueron consideradas por los científicos como monumentos funerarios, producto de la vanidad de los faraones. Pero a medida que el estudio de la cultura egipcia ha ido avanzando, aparecieron nuevos edificios -antes cubiertos por el desierto- en base a los que fue posible comprobar que las primeras tres pirámides (Keops, Kefrén y Micerino) sirvieron de modelo a todas las demás y que algunas pirámides fueron edificadas con propósitos funerarios y otras con propósitos simbólicos. Siendo el monumento más admirado y fastuoso del mundo antiguo, han sido objeto de una infinidad de mitos y leyendas, entre las que se cuenta la que dice que la gran pirámide fue construida por los supervivientes de la Atlántida, quienes en consecuencia serían los fundadores de la civilización egipcia. Sin embargo, hay otros datos interesantes que vienen desde la antigüedad, como el manuscrito del escritor copto Abul Hassan Masoudi (895-957), que bajo el nombre de Akbar Ezzeman MS se encuentra en la biblioteca de Oxford, y dice: "Surid, rey de Egipto antes del Diluvio, hizo construir tres pirámides. Mandó a sus sacerdotes poner en ellas los conocimientos científicos y la sabiduría. En la más grande se consignaron relatos referentes a los cuerpos celestes como las estrellas y los planetas, sus posiciones y ciclos, y asimismo quedaron representados los principios del álgebra y la geometría, a fin de que este saber se conservara, perpetuándose para los descendientes que pudieran interpretar los signos".
"Egipto es un don del Nilo", sostiene un antiguo dicho. Y en efecto, este río, uno de los pocos en el mundo que corre en dirección sur-norte, es tan indispensable para las tierras que riega que, aún hoy, si el Nilo se secase, Egipto moriría pronto. Los poemas y canciones populares que han sobrevivido al transcurso de los siglos cuentan que el río fue abierto a mano, para lo cual se necesitó dividir un cerro en dos partes. Aunque estas leyendas suenen desmesuradas, recientes estudios han demostrado que hace 20.000 años el desierto del Sahara fue un enorme mar interior alimentado por lo que ahora es el Nilo, que en tales épocas viajaba en dirección este-norte-oeste. En ese entonces, el Sahara era una región fértil, mientras que Egipto era un desierto. La situación se habría invertido gracias a la intervención del hombre. En 1949, se presentó una hipótesis sorprendente: un esquema de los pasillos de la pirámide, al ser comparado con un esquema del Nilo a partir de su nacimiento, ofrecía una semejanza tan grande que se llegó a afirmar el carácter artificial de la construcción del Nilo, realizado con apego al esquema de la gran pirámide.Algunos especialistas coinciden en afirmar que un río de tal importancia y tamaño (que además pierde un alto porcentaje de sus aguas por evaporación) no pudo haberse abierto cauce por sí mismo, puesto que en más de mil kilómetros no recibe afluentes. El cauce, quizá hecho a mano, se ha ahondado con el correr del agua durante milenios. Así, pues, no es descabellado pensar que los pasillos interiores de la gran pirámide sean, al mismo tiempo, la cartografía del alto Nilo. Un examen minucioso de la construcción revela algunos hechos asombrosos, que han llevado a un gran número de investigadores a suponer que los constructores del monumento poseían una elevada ciencia, muy superior a la que hasta ahora se acredita a la antigua civilización egipcia. Por ejemplo, se destaca que la pirámide fue perfectamente ubicada, pues sus lados dan la orientación N-S, E-O con una exactitud que ninguna otra cultura pasada había logrado. Cuando se midió la longitud de cada una de las caras de la pirámide, los estudiosos encontraron que para todos los cálculos se había utilizado la "pulgada piramidal" (casi igual a la pulgada anglosajona). Buscando el significado de dicha medida, pudo establecerse que sumadas las longitudes de los cuatro lados, se obtenía el número 365,24, coincidente con el número de días y fracción que dura el año solar. Otro dato llamativo es que la altura de la pirámide (148.2 pulgadas piramidales) resultó ser un submúltiplo casi exacto de la distancia que separa a la Tierra del Sol (148.208.000 km).
Nuestro planeta tiene un movimiento de balanceo conocido como precesión que se parece al movimiento de un trompo cuando pierde velocidad y está a punto de caer. Debido a este balanceo, el eje polar terrestre va orientándose, día tras día, hacia un punto distinto del espacio, necesitándose muchos años para volver a encontrarlo en el mismo punto. Sumando las longitudes de las diagonales de la base se obtiene el número de 25.826,6 pulgadas piramidales, que de hecho es el mismo calculado por la astronomía moderna (25.826 años) para la precesión de los equinoccios terrestres. Algo similar ocurre con la velocidad de traslación de nuestro planeta. La astronomía estableció que la Tierra se desplaza en su órbita solar a razón de 29.700 metros por segundo; es decir, 2.970.500 km. en un día; cien millones de pulgadas piramidales nos dan casi el mismo número, con una diferencia de 28.000 km. Esta disparidad, a primera vista asignable a un error de cálculo, podría indicarnos que la órbita de la Tierra se está ampliando. Algunos estudios científicos afirman que el planeta pierde velocidad de rotación y que, como consecuencia, su órbita se ha ampliado con el transcurso de los siglos. Ello quizá indique que en los tiempos en que fue construida la gran pirámide, la velocidad de translación era mayor.Otro descubrimiento permite suponer que los constructores de la pirámide conocían el número pi, es decir 3,1416. Al establecerse la altura exacta de la construcción, se la multiplicó por dos y se la usó como divisor, mientras el circuito de la base era empleado como dividendo, lo que dio como resultado 3,1416. Asimismo, el volumen total de la gran pirámide arroja cifras que indican como posible que los constructores conocieran el peso de la Tierra. Tomando el peso específico del material usado en la construcción, se calcula que la pirámide pesa 5.955.000 toneladas, equivalente a un decimal de 5.955.000 trillones de toneladas, peso total del planeta.
Si resultan asombrosos los datos aportados por las medidas exteriores, en el interior de la pirámide hay más sorpresas, En mayo de 1961, varios investigadores de la Universidad de El Cairo decidieron realizar un curioso experimento: en la cámara real, recinto principal del interior de la pirámide, colocaron diversas substancias orgánicas, entre ellas trozos de carne y algunas verduras, con el fin de observar si los procesos de descomposición de la materia viva sufrían alguna alteración, creencia consignada en diversos manuscritos egipcios del siglo I a.C. Al cabo de veinte días, comprobaron que tanto la carne como las verduras no daban la más mínima muestra de descomposición. Dos años más tarde fueron realizados los mismos experimentos, obteniéndose idénticos resultados. Además pudo comprobarse que si se introducía una hoja de afeitar gastada por el uso, en dos semanas aparecía afilada y cortante. Así pues, la gran construcción del antiguo Egipto se presenta como un monumento cargado de misterios e incógnitas, muchos de los cuales han resistido la búsqueda infructuosa de historiadores y arqueólogos.Al parecer, Masoudi no fue el único en sostener que la pirámide se construyó antes del Diluvio. Herodoto de Halicarnaso (484-425 a.C.), el más antiguo de los historiadores griegos, afirmó que los sacerdotes de Tebas le habían asegurado que la función de su pontífice supremo se venía transmitiendo de padres a hijos desde 11.340 años antes, y que cuando se inició el primer pontífice de esta larga descendencia, la pirámide ya estaba construida.
De cualquier manera, la ciencia se muestra mucho más conservadora. A pesar que hasta hoy no se ha podido determinar de modo irrefutable cuál fue el momento exacto de la construcción de la gran pirámide, las pocas referencias escritas de las que se dispone parecen indicar que ello ocurrió durante el mandato de Zoser, el segundo faraón de la III dinastía, alrededor del año 2650 a.C. Las hipótesis que presuponen una antigüedad mayor a la citada presentan pruebas de muy poca validez como para ser admitidas.
En cuanto se aborda la cuestión de cómo se hizo la gran pirámide, puede remitirse a Herodoto, el único historiador conocido en la antigüedad clásica que investigó y escribió algunas hojas al respecto. La información la recibió de los mencionados sacerdotes tebanos, quienes se apoyaban no sólo en referencias verbales, sino también en posibles escritos ya existentes. Dice Herodoto en "Historiae" (Historia, 444 a.C:) : "... Así, llegó a utilizar más de cien mil hombres juntos, que se renovaban cada tres meses. Por lo que se refiere al tiempo que tardó la obra, tormento de una multitud, habrán pasado diez años para construir la calzada por donde en filas se llevan las piedras. Este camino es una obra tan considerable como la misma pirámide. Es de piedras trabajadas y pulidas, decoradas con figuras de bestias. La pirámide llevó veinte años de labor penosa. La construcción es cuadrada y cada une de sus lados tiene ocho plétoras de largo por otro tanto de ancho. La pirámide fue construida en forma escalonada. Cuando se comenzó la edificación de esta manera, las piedras se levantaban del mismo suelo y mediante la ayuda de máquinas hechas con pedazos de madera, se colocaban sobre otra máquina puesta sobre la primera fila de escalones; de aquí se elevaba a nuevos peldaños, que venían a ser asientos de piedras". Más adelante, el historiador griego agrega: "Relato las cosas como las he oído decir... Sobre la pirámide se ha grabado en caracteres egipcios cuánto se ha gastado para los obreros, en esfuerzos, en ajos y cebollas. Y el que me lo traduce me dice, lo recuerdo bien, que estos gastos se elevaron a seiscientos cincuenta talentos de plata".
Con respecto a la serie de medidas geográficas y astronómicas que aparentemente están contenidas en el monumento, existen diversas opiniones, incluso dentro del ámbito científico. Son muchos los académicos que consideran sobrevalorada la importancia de las medidas piramidales en relación a los datos matemáticos y astronómicos, supuestamente contenidos en ella. Sin subestimar el nivel cultural y científico de la antigua civilización egipcia, se estima que las coincidencias numéricas de la gran pirámide obedecen a una desmedida especulación con las cifras por parte de algunos investigadores. Al hacerlo con tanta amplitud, prácticamente se puede obtener cualquier coincidencia.
Así, pues, los científicos no han podido esclarecer a satisfacción algunos aspectos extraños de la gran pirámide. Sin embargo, las investigaciones continúan y acaso el ojo escrutador de la ciencia termine, tarde o temprano, por responder satisfactoriamente a tantas incógnitas. Por ahora, lo único cierto es que el coloso megalítico de Gizeh ha soportado la mirada inquisitiva del hombre por más de cuarenta siglos, sin develar sus misterios.
16º Campeonato Mundial de Fútbol. Francia 1998
GRUPO A
Marruecos 2 Noruega 2
Brasil 2 Escocia 1
Escocia 1 Noruega 1
Brasil 3 Marruecos 0
Escocia 0 Marruecos 3
Brasil 1 Noruega 2
GRUPO B
Italia 2 Chile 2
Camerún 1 Austria 1
Chile 1 Austria 1
Italia 3 Camerún 0
Italia 2 Austria 1
Chile 1 Camerún 1
GRUPO C
Arabia Saudita 0 Dinamarca 1
Francia 3 Sudáfrica 0
Francia 4 Arabia Saudita 0
Sudáfrica 1 Dinamarca 1
Francia 2 Dinamarca 1
Sudáfrica 2 Arabia Saudita 2
GRUPO D
Paraguay 0 Bulgaria 0
España 2 Nigeria 3
Nigeria 1 Bulgaria 0
España 0 Paraguay 0
España 6 Bulgaria 1
Nigeria 1 Paraguay 3
GRUPO E
Corea 1 México 3
Holanda 0 Bélgica 0
Holanda 5 Corea 0
Bélgica 2 México 2
Bélgica 1 Corea 1
Holanda 2 México 2
GRUPO F
Yugoslavia 1 Irán 0
Alemania 2 Estados Unidos 0
Alemania 2 Yugoslavia 2
Estados Unidos 1 Irán 2
Alemania 2 Irán 0
Estados Unidos 0 Yugoslavia 1
GRUPO G
Rumania 1 Colombia 0
Inglaterra 2 Túnez 0
Colombia 1 Túnez 0
Rumania 2 Inglaterra 1
Rumania 1 Túnez 1
Colombia 0 Inglaterra 2
GRUPO H
Argentina 1 Japón 0
Jamaica 1 Croacia 3
Japón 0 Croacia 1
Argentina 5 Jamaica 0
Japón 1 Jamaica 2
Argentina 1 Croacia 0
OCTAVOS DE FINAL
Brasil 4 Chile 1
Italia 1 Noruega 0
Nigeria 1 Dinamarca 4
Francia 1 Paraguay 0
Alemania 2 México 1
Holanda 2 Yugoslavia 1
Argentina 2 (4) Inglaterra 2 (3)
Rumania 0 Croacia 1
CUARTOS DE FINAL
Italia 0 (3) Francia 0 (4)
Brasil 3 Dinamarca 2
Alemania 0 Croacia 3
Holanda 2 Argentina 1
SEMIFINALES
Brasil 1 (4) Holanda 1 (2)
Francia 2 Croacia 1
TERCER PUESTO
Holanda 1 Croacia 2
FINAL
Brasil 0 Francia 3
CAMPEON Francia
SELECCIONADOS PARTICIPANTES 32
FECHA DE REALIZACION 10 de Junio / 12 de Julio
ESTADIOS UTILIZADOS 12
PARTIDOS JUGADOS 64
GOLES CONVERTIDOS 171
GOLES EN CONTRA 4
GOLES DE PENAL 17
PROMEDIO DE GOL POR PARTIDO 2,67
GOLEADOR Davor Suker (Croacia) 6
MAXIMA GOLEADA España 6 Bulgaria 1 /Argentina 5 Jamaica 0
PARTIDO CON MAS GOLES España 6 Bulgaria 1
JUGADORES EXPULSADOS 17
CANTIDAD DE ESPECTADORES 2.785.100
16 de mayo de 2008
15º Campeonato Mundial de Fútbol. Estados Unidos 1994
Estados Unidos 1 Suiza 1
GRUPO B
Camerún 2 Suecia 2
GRUPO C
Alemania 1 Bolivia 0
GRUPO D
Argentina 4 Grecia 0
GRUPO E
Italia 0 Irlanda 1
GRUPO F
Bélgica 1 Marruecos 0
OCTAVOS DE FINAL
Alemania 3 Bélgica 2
CUARTOS DE FINAL
Italia 2 España 1
SEMIFINALES
Bulgaria 1 Italia 2
TERCER PUESTO
Suecia 4 Bulgaria 0
FINAL
Brasil 0 (3) Italia 0 (2)
SELECCIONADOS PARTICIPANTES 24
FECHA DE REALIZACION 17 de Junio / 17 de Julio
ESTADIOS UTILIZADOS 9
PARTIDOS JUGADOS 52
GOLES CONVERTIDOS 141
GOLES EN CONTRA 1
GOLES DE PENAL 13
PROMEDIO DE GOL POR PARTIDO 2,71
GOLEADOR Hristo Stoichkov (Bulgaria), Oleg Salenko (Rusia) 6
MAXIMA GOLEADA Rusia 6 Camerún 1
PARTIDO CON MAS GOLES Rusia 6 Camerún 1
JUGADORES EXPULSADOS 13
CANTIDAD ESPECTADORES 3.587.538