La
científica y docente argentina Celeste Saulo (1964) se licenció en Ciencias
Meteorológicas y se doctoró en Ciencias de la Atmósfera en la Facultad de
Ciencias Exactas y Naturales de la Universidad de Buenos Aires, institución en
la cual luego ha sido profesora asociada regular y directora de tesis de
licenciaturas y de becas doctorales y posdoctorales. También se desempeñó como
Directora del Departamento de Ciencias de la Atmósfera y los Océanos de dicha
Facultad. En el año 2002 ingresó como investigadora en el Consejo Nacional de
Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET), y en 2014 como Directora en
el Servicio Meteorológico Nacional (SMN). Desde 2011 es miembro del Comité
Directivo Científico del World Climate Research Programme (Programa Mundial de Investigación
Meteorológica), y desde 2015 del Consejo Ejecutivo de la World Meteorological
Organization (Organización Meteorológica Mundial), una institución
internacional creada en 1950 en el seno de la Organización de las Naciones
Unidas (ONU) con el propósito de estudiar el comportamiento de la atmosfera
terrestre, su interacción con los océanos, el clima y la distribución de los
recursos hídricos. La OMM además promueve la cooperación entre los Servicios
Meteorológicos e Hidrológicos Nacionales y favorece la aplicación de la
meteorología a los servicios meteorológicos para el público, la agricultura, la
aviación, la navegación, el medio ambiente, las cuestiones relacionadas con el
agua y la atenuación de los efectos de los desastres naturales.
Celeste Saulo es autora de numerosos artículos de revistas científicas y coautora de los libros “Assessment of a regional climate for South America. A dynamical downscaling approach” (Evaluación de un clima regional para América del Sur. Un enfoque dinámico de reducción de escala) y “Joint assessment of soil moisture indicators for southeastern South America” (Evaluación conjunta de indicadores de humedad del suelo para el sur de Sudamérica). Desde el 1 de junio de 2023 se convirtió en la primera mujer y primera persona latinoamericana en ser elegida para ocupar el cargo de Secretaria General de la OMM, función que comenzó a ejercer el 1 de enero del presente año. Con la mirada puesta en el cambio climático, la profesora Saulo orienta su labor hacia la utilización de los conocimientos científicos y el intercambio de datos para generar pronósticos meteorológicos fiables y accesibles en todos los países, especialmente los más vulnerables, con el fin de conseguir que éstos sean capaces de adaptarse a los episodios extremos relacionados con el tiempo, el clima, el agua u otros fenómenos medioambientales.
El término “calentamiento global”, acuñado en los años ’70 del siglo pasado, describe el fenómeno por el cual los gases de efecto invernadero atrapan calor en la atmósfera, elevando la temperatura media del planeta. Sin embargo, este cambio atmosférico no sólo tiene lugar en temperaturas más altas sino que también conducen a fenómenos meteorológicos extremos y desastrosos. Más allá de las temperaturas récord y las tormentas de nieve, se espera que el cambio climático intensifique otros patrones climáticos extremos. A medida que el chorro polar se ralentiza, inundaciones y sequías podrían volverse más persistentes y severas. Un estudio de 2019 publicado en la revista científica estadounidense “Science Advances” predice que los eventos climáticos extremos y mortales podrían aumentar hasta un 50% para el año 2100. Para los científicos estudiosos de estos temas, las temperaturas extremas, ya sean altas o bajas, son manifestaciones del mismo problema subyacente: el cambio climático. Por ello, aunque algunas regiones experimentan frío intenso, esto no contradice la realidad del calentamiento global. Más bien subraya la complejidad del sistema climático de la Tierra y la urgencia de abordar el cambio climático de manera integral. La ciencia detrás del fenómeno es clara: el calentamiento global está creando un mundo de contrastes extremos, donde el calor extremo y el frío intenso coexisten como dos caras de la misma moneda climática.
En medio del proceso de calentamiento global más dramático de la historia de la humanidad, y avocada a lograr que los instrumentos y los métodos de medición y observación de las instituciones meteorológicas de cada país estén a la altura del desafío, Celeste Saulo -quien desde 2019 era Vicepresidenta Primera de la OMM y presidía el Panel de Investigación de esa entidad- en sus declaraciones iniciales como Secretaria General de dicho organismo ha manifestado que son la inequidad y el cambio climático las mayores amenazas globales, y que la misión de los servicios meteorológicos e hidrológicos es proteger a las poblaciones y sus economías y que, por lo tanto, hay que fortalecerlos para que puedan proveer alertas oportunos y eficaces.
Celeste Saulo es autora de numerosos artículos de revistas científicas y coautora de los libros “Assessment of a regional climate for South America. A dynamical downscaling approach” (Evaluación de un clima regional para América del Sur. Un enfoque dinámico de reducción de escala) y “Joint assessment of soil moisture indicators for southeastern South America” (Evaluación conjunta de indicadores de humedad del suelo para el sur de Sudamérica). Desde el 1 de junio de 2023 se convirtió en la primera mujer y primera persona latinoamericana en ser elegida para ocupar el cargo de Secretaria General de la OMM, función que comenzó a ejercer el 1 de enero del presente año. Con la mirada puesta en el cambio climático, la profesora Saulo orienta su labor hacia la utilización de los conocimientos científicos y el intercambio de datos para generar pronósticos meteorológicos fiables y accesibles en todos los países, especialmente los más vulnerables, con el fin de conseguir que éstos sean capaces de adaptarse a los episodios extremos relacionados con el tiempo, el clima, el agua u otros fenómenos medioambientales.
El término “calentamiento global”, acuñado en los años ’70 del siglo pasado, describe el fenómeno por el cual los gases de efecto invernadero atrapan calor en la atmósfera, elevando la temperatura media del planeta. Sin embargo, este cambio atmosférico no sólo tiene lugar en temperaturas más altas sino que también conducen a fenómenos meteorológicos extremos y desastrosos. Más allá de las temperaturas récord y las tormentas de nieve, se espera que el cambio climático intensifique otros patrones climáticos extremos. A medida que el chorro polar se ralentiza, inundaciones y sequías podrían volverse más persistentes y severas. Un estudio de 2019 publicado en la revista científica estadounidense “Science Advances” predice que los eventos climáticos extremos y mortales podrían aumentar hasta un 50% para el año 2100. Para los científicos estudiosos de estos temas, las temperaturas extremas, ya sean altas o bajas, son manifestaciones del mismo problema subyacente: el cambio climático. Por ello, aunque algunas regiones experimentan frío intenso, esto no contradice la realidad del calentamiento global. Más bien subraya la complejidad del sistema climático de la Tierra y la urgencia de abordar el cambio climático de manera integral. La ciencia detrás del fenómeno es clara: el calentamiento global está creando un mundo de contrastes extremos, donde el calor extremo y el frío intenso coexisten como dos caras de la misma moneda climática.
En medio del proceso de calentamiento global más dramático de la historia de la humanidad, y avocada a lograr que los instrumentos y los métodos de medición y observación de las instituciones meteorológicas de cada país estén a la altura del desafío, Celeste Saulo -quien desde 2019 era Vicepresidenta Primera de la OMM y presidía el Panel de Investigación de esa entidad- en sus declaraciones iniciales como Secretaria General de dicho organismo ha manifestado que son la inequidad y el cambio climático las mayores amenazas globales, y que la misión de los servicios meteorológicos e hidrológicos es proteger a las poblaciones y sus economías y que, por lo tanto, hay que fortalecerlos para que puedan proveer alertas oportunos y eficaces.
Lo que sigue a continuación es la primera parte de fragmentos seleccionados de las entrevistas publicadas en el portal web “climatica.lamarea.com” el 21 de junio de 2023, en el sitio web de la organización “Dialogo Chino” el 6 de julio de 2023, en el diario “El País” el 12 de enero de 2024, y en el servicio de noticias digital de las Naciones Unidas “news.un.org” a cargo de Eduardo Robaina, Tais Gadea Lara, Beatriz Olaizola y Nathalie Minard respectivamente.
Aquí la comunicación tiene un rol. No puede ser que pocas voces muy malintencionadas tengan más prensa y más espacio que muchas voces bienintencionadas. Hay algo que estamos haciendo mal. La OMM tiene, por supuesto, una responsabilidad sobre esto. Los medios de comunicación también. Y la sociedad en su conjunto. Es decir, nosotros tenemos que salir a proteger a los servicios meteorológicos e hidrológicos, respaldar su acción y salir a denunciar los intereses ocultos o poco transparentes que hay detrás de acciones que denuestan el trabajo de instituciones que llevan más de cien años trabajando, y gracias a esas instituciones hoy sabemos lo que sabemos. No solo respecto al cambio climático; podemos tener un pronóstico o una alerta temprana para resguardar y proteger a nuestra sociedad cuando se da un fenómeno severo, ya sea una ola de calor, una tormenta severa, un periodo de sequías… Entonces, esa parte no la estamos valorando. ¿Qué está pasando con eso? Me parece que tenemos que salir todos a responder. La Organización Meteorológica Mundial en primer lugar.