En el museo de Versailles se encuentra un reloj cuya antiguedad se remonta a mediados del siglo XVIII, cuyo carillón ejecuta una melodía idéntica a la del "God save the King", el himno nacional inglés. En un documento de 1719 atesorado en la alcaldía de Saint Cyr sur Mer -en la región de Provence Alpes Coté d'Azur al sur de Francia- firmado por el Alcalde de entonces, se asegura que la melodía no es otra cosa que un antiguo motete conservado en esa comuna desde tiempos del rey Luis XIV (1638-1715).
La pieza en cuestión habría sido compuesta por quien fuera el introductor de la ópera en el país galo, Jean Baptiste Lully (1632-1687), quien la habría escrito para celebrar el restablecimiento del rey que acababa de sufrir una enfermedad, titulándola "Dieu sauve le Roi".
Uno de los máximos exponentes del Barroco, el compositor alemán Georg Friedrich Händel (1685-1759), durante una estadía en Francia lo oyó, lo encontró original y se lo apropió. A su regreso a Inglaterra -en donde se hallaba establecido- se lo ofreció al rey Jorge I de Hannover (1660-1727). Según el profesor del Conservatorio de París, el compositor Louis Bourgault Ducoudray (1840-1910), esta práctica era una costumbre habitual en Händel, a quien llamó despectivamente "el más grande ladrón musical que haya existido jamás".
Otra versión, sin embargo, atribuye la autoría del himno inglés al barón Henry Carey (1526-1596), un supuesto hijo bastardo del rey Enrique VIII (1491-1547) en la época en que éste estaba casado con Catalina de Aragón (1485-1536), la primera de su media docena de esposas.
Como sea que haya sido, el desliz de Händel no invalida su impresionante producción que abarca 43 óperas, 26 oratorios y una gran cantidad de suites, sonatas, conciertos para órgano y música coral, hasta llegar a las 612 composiciones, más otras 25 entre obras dudosas y perdidas.
En abierta oposición a la opinión de Bourgault Ducoudray, el genial compositor alemán Ludwig van Beethoven (1770-1827) dijo de él: "Händel es el compositor más grande que haya existido jamás, me descubro ante él y me arrodillaría ante su tumba".