La escritora,
dramaturga y guionista argentina Claudia Piñeiro (1960) ha explorado a lo largo
de su trayectoria literaria diversas facetas de la vida, la sociedad y la
política a través de sus novelas, cuentos y obras teatrales. Han sido temas
frecuentes en sus obras las mentiras, la hipocresía, la violencia y los
secretos familiares, temas todos ellos tratados muchas veces con humor negro e
ironía. Reconocida como una figura
destacada en cuestiones relacionadas al feminismo, a los derechos de los
escritores y la crítica social como postura ética y vital, cuando finalizó sus
estudios secundarios en el Colegio San José de Burzaco en 1978, tuvo la
intención de estudiar Sociología en la Universidad de Buenos Aires, algo que se
vio frustrado porque la genocida dictadura cívico-militar-clerical que
gobernaba al país por entonces había cerrado el ingreso a las carreras que
consideraba “sospechosas”. Entonces ingresó en la Facultad de Ciencias
Económicas de la misma universidad y allí se recibió de Contadora Pública en
1983, una profesión que ejercería hasta 1992.
Según ella misma contó en una entrevista, tremendamente aburrida de su trabajo se decidió por la literatura al leer en un diario que la editorial “Tusquets” lanzaba un concurso, al cual decidió inscribirse porque, aunque desde hacía tiempo escribía, abocada a su empleo esa vocación había quedado en un segundo plano y la oportunidad de participar en el certamen de la editorial española se le presentó como un salvavidas. Fue así que escribió la novela “El secreto de las rubias”, la cual quedó entre las diez finalistas aunque luego no se publicó. Fue sólo el comienzo de su larga y exitosa trayectoria como escritora. Sus primeras obras publicadas fueron las novelas juveniles “Serafín, el escritor y la bruja” y “Un ladrón entre nosotros”.
Luego se dedicó especialmente a las novelas del género de suspenso psicológico en las que sus personajes viven diversos conflictos en el ámbito de una traumática sociedad colmada de injusticias sociales. A partir de 2005 fueron publicándose las novelas “Tuya”, “Las viudas de los jueves”, “Elena sabe”, “Las grietas de Jara”, “Betibú”, “Un comunista en calzoncillos”, “Una suerte pequeña”, “Las maldiciones”, “Catedrales” y “El tiempo de las moscas”. También es autora de las obras teatrales “Cuánto vale una heladera”, “Un mismo árbol verde”, “Verona”, “Morite, gordo” y “Tres viejas plumas”, y del libro de cuentos “Quién no”, un volumen que reúne cuentos basados en breves escenas cotidianas y en pequeñas obsesiones que hacen su juego en medio de la rutina de los días y situaciones que anidan en lo más secreto de las personas.
Según ella misma contó en una entrevista, tremendamente aburrida de su trabajo se decidió por la literatura al leer en un diario que la editorial “Tusquets” lanzaba un concurso, al cual decidió inscribirse porque, aunque desde hacía tiempo escribía, abocada a su empleo esa vocación había quedado en un segundo plano y la oportunidad de participar en el certamen de la editorial española se le presentó como un salvavidas. Fue así que escribió la novela “El secreto de las rubias”, la cual quedó entre las diez finalistas aunque luego no se publicó. Fue sólo el comienzo de su larga y exitosa trayectoria como escritora. Sus primeras obras publicadas fueron las novelas juveniles “Serafín, el escritor y la bruja” y “Un ladrón entre nosotros”.
Luego se dedicó especialmente a las novelas del género de suspenso psicológico en las que sus personajes viven diversos conflictos en el ámbito de una traumática sociedad colmada de injusticias sociales. A partir de 2005 fueron publicándose las novelas “Tuya”, “Las viudas de los jueves”, “Elena sabe”, “Las grietas de Jara”, “Betibú”, “Un comunista en calzoncillos”, “Una suerte pequeña”, “Las maldiciones”, “Catedrales” y “El tiempo de las moscas”. También es autora de las obras teatrales “Cuánto vale una heladera”, “Un mismo árbol verde”, “Verona”, “Morite, gordo” y “Tres viejas plumas”, y del libro de cuentos “Quién no”, un volumen que reúne cuentos basados en breves escenas cotidianas y en pequeñas obsesiones que hacen su juego en medio de la rutina de los días y situaciones que anidan en lo más secreto de las personas.
Habitual colaboradora en distintos medios gráficos y radiales de Argentina, por su obra literaria, teatral y periodística ha obtenido diversos premios nacionales e internacionales en Alemania, España y México. Asimismo, varias de sus novelas han sido llevadas al cine y su obra ha sido traducida a más de veinte idiomas. En el corriente año ha publicado “Escribir un silencio”, su primer libro de no ficción, obra que recopila varios de los discursos que dio en ferias, festivales, universidades y en el Congreso de la Nación e incluye una amplia selección de notas periodísticas que publicó en distintos medios en las cuales, dentro de un amplio arco temático, además de reflexiones literarias fusionó cuestiones personales con temas sociales y políticos.
Al comienzo del libro, la escritora explica cómo pasó de ser Contadora a una de las escritoras argentinas más leídas, y cuenta su primera experiencia con la terapia, en la que un silencio que parecía no llevar a ningún lado la llevó a la escritura. Entre otras cosas dice: “Sospecho que lo que escribo nace del silencio. Porque así fue desde mi niñez, del silencio a la escritura. De la resistencia a hablar al placer de construir un texto. (…) Luego de una discusión de cualquier tipo, mi propia queja nunca era ‘por qué no le habré dicho tal o cual cosa’, sino ‘por qué no me habré callado a tiempo’. Para mí, la palabra era (es) un arma siempre lista, y si pasaba un límite, que no podía ver hasta después de haber hablado, el otro salía lastimado. Yo también. Así empezó todo: por temor a que mis palabras hicieran daño. Y ese temor no me conducía a otra manera de decir, sino al silencio. El silencio no siempre es un refugio agradable. (…) La escritura me ayudó a salir del silencio sin correr el riesgo de la palabra pronunciada, de lo dicho sin control. Y, mejor aún, sin asumir los riesgos del silencio. También se paga un precio por el silencio. Lo que no se debe, no se puede o no se quiere decir, se esconde en una zona oscura, indeterminada, donde poco a poco se hace callo. Y el callo crece hasta convertirse en un volcán que un día, irremediablemente, entra en erupción. (…) Escribo para encontrar palabras que cuenten esos silencios, silencios anteriores, los que duelen, los que pueden convertirse en volcán. Escribo las historias que se esconden debajo de él”.
Luego, en los capítulos “De lo que soy” y “De dónde vengo” aborda aspectos autobiográficos como su infancia, su familia y los maestros que moldearon su escritura. En “De hijos, madres y otros amores” se centra en las relaciones interpersonales y dinámicas familiares, así como sus experiencias de maternidad. Y en “De otros intereses y preocupaciones” presenta textos sobre cuestiones políticas y sociales, incluyendo su apoyo a la Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo, cuyo tratamiento en el Poder Legislativo acompañó fervientemente. En la sección “De los años que vivimos en peligro” se enfoca en el impacto de la pandemia de COVID-19, mientras que en “De la escritura”, “De la lectura” y “De viajes y de ferias” explora aspectos literarios, incluyendo la práctica de la escritura, autores influyentes y experiencias en festivales literarios. Finalmente en “De lo dicho” ofrece observaciones sobre el compromiso del escritor.
Lo que sigue es un extracto editado de las entrevistas publicadas en la página web del Ente Cultural de Tucumán el 18 de mayo de 2020, en el diario peruano “Correo” el 24 de julio de 2023 a cargo de Antonella Cazorla Reyes, y en la página web de la agencia de noticias argentina “Telam” el 3 de noviembre de 2023 a cargo de Carlos Daniel Aletto.
¿Cómo llevó a cabo la selección de los
materiales que aparecen en este libro?
La
selección fue un proceso que involucró revisar y evaluar todos los textos que
pude encontrar. Algunos se perdieron debido a la transición entre computadoras
y la disponibilidad en línea, pero seleccioné aquellos que sentí que seguían
siendo relevantes. No me preocupé por la fecha de publicación original, ya que
algunos textos trataban cuestiones que siguen siendo actuales hoy. De todos
modos, algunos textos fueron excluidos, especialmente los muy circunstanciales
o específicos de ciertos momentos. La elección se basó en cuál tenía algo
importante que decir en el presente. Además, algunos se escribieron bajo
presión y esa urgencia no siempre permitía la calidad que buscaba. Otro
criterio de selección fue qué textos me gustaban más o menos, ya que con
algunos me sentía más satisfecha con su contenido.
¿Cómo cree que estos textos se relacionan con el
resto de su obra y sus lectores?
En estos
textos, los lectores pueden descubrir muchos temas que se presentan de
diferentes maneras en mis novelas. Aunque no escribí mis novelas
específicamente para tratar ciertos temas, es innegable que mis valores y
perspectivas personales se reflejan en mi obra literaria. Algunos personajes y
situaciones de mis novelas pueden relacionarse con lo que presento en estos
textos no ficcionales. También menciono mis lecturas favoritas y autores en
algunos textos, lo que permite a los lectores conocer mejor mi influencia
literaria. Creo que los lectores encontrarán conexiones entre estos textos y
mis novelas, revelando la intersección de mi vida personal y mi obra literaria.