RAMON CAMPSGeneral y jefe de la Policía de la Provincia de Buenos Aires (1976):
"Si exterminamos a todos, unos veinte mil, habrá miedo por varias generaciones. Y además sus familiares; hay que borrarlos a ellos y a quienes puedan llegar a acordarse de sus nombres".
JORGE RAFAEL VIDELAGeneral y presidente de facto de la Argentina (1977)
"Yo niego rotundamente que existan en la Argentina campos de concentración o detenidos en establecimientos militares más allá del tiempo indispensable para indagar a una persona capturada en un procedimiento y antes de pasar a un establecimiento carcelario".
ROBERTO E. VIOLAGeneral y presidente de facto de la Argentina (1978)
"No hay detenidos políticos en la República Argentina, excepto algunas personas que podrían estar involucradas en las actas institucionales, que están realmente detenidas por su labor política. No hay detenidos por ser meramente políticos o por no compartir las ideas que sustenta el Gobierno".
MARIANO GRONDONAPeriodista diario "El Cronista Comercial" (1979):
"Por creer que el derecho a la seguridad es un derecho humano que el Estado debe proteger, los argentinos recibimos hoy la visita de la Comisión Internacional por los Derechos Humanos. Esto es lo malo. Que está aquí porque somos derechos y humanos".
OCTAVIO DERISIObispo auxiliar de La Plata y rector de la Universidad Católica Argentina (1979):
"La Comisión Internacional de Derechos Humanos no debería haber venido. El gobierno, con gran generosidad, la ha aceptado. Una comisión extranjera no debería venir a tomarnos examen. La Argentina es uno de los países donde hay más tranquilidad y donde los derechos humanos están más respetados. No veo que, en este momento, en la Argentina se encarcele, se mate, se atropellen los derechos humanos".
ANTONIO QUARRACINOObispo de la Iglesia Católica Argentina en Avellaneda (1979):
"No hay que dejarse engañar, hay supuestos desaparecidos que están fuera del país, hay gente que no figura en las listas, que están en otros lugares de América Latina indocumentados y pasan para mucha gente como si fueran desaparecidos. Si son indocumentados y están fuera del país, por algo será, pero me consta que los hay".
MIGUEL MEDINAVicario general de las Fuerzas Armadas Argentinas (1982):
"Algunas veces, la represión física es necesaria, es obligatoria y como tal, lícita. Es un honor para la Argentina tener la calidad de estas Fuerzas Armadas".
ALBANO HARGUINDEGUYGeneral y ministro del Interior de la Argentina (1982):
"Hubo errores y excesos en la represión del terrorismo que lamentamos. Hicimos lo que correspondía, en cumplimiento del deber militar. Empezamos bajo un gobierno constitucional y seguimos en un gobierno de facto. Tengo que reconocer que cometimos errores. Si no cometiéramos errores seríamos dioses. ¡Qué aburrido sería un país gobernado por los dioses, sin pecado, sin delito!".
JUAN CARLOS ARAMBURUArzobispo de la Iglesia Católica Argentina en Buenos Aires (1982):
"En Argentina no hay fosas comunes y a cada cadáver le corresponde un ataúd. Todo se registró regularmente en los correspondientes libros".
LEOPOLDO F. GALTIERIGeneral y presidente de facto de la Argentina (1982):
"La primera guerra mundial fue una confrontación de ejércitos, la segunda lo fue de naciones y la tercera lo es de ideologías. Los Estados Unidos y la Argentina deben marchar unidos en función de sus ansiedades y anhelos comunes".
