¿Cuándo y cómo se convirtió usted en ateo?
Supongo que fue al descubrir el darwinismo. Recibí la confirmación en
¿Cuál piensa que es la explicación para el presente interés que provoca el ateísmo?
Me encantaría pensar que algo, realmente, se está moviendo y que por fin en Estados Unidos el ateísmo se ha tornado respetable; que uno puede proclamarlo abiertamente. Tuve algunos indicios de esto en mi reciente gira por los Estados Unidos a sala llena adonde quiera que fuese. Por supuesto, yo predicaba al coro, pero me impresionó lo numeroso y entusiasta que fue. Una y otra vez, la gente se me acercaba para expresarme el agradecimiento por decir las cosas que ellos deseaban decir pero que no se sentían capaces de hacerlo.
¿Puede referirse a algunas reacciones que veo en los medios, ya sea sobre el ateísmo en general, o sobre usted y su libro? Primero: la gente pregunta ¿por qué los ateos están tan enojados?
Es un concepto curiosamente errado. Se nos acusa de ser iracundos o intolerantes, pero si usted observa las críticas de un partido político a otro… Cuando los demócratas critican a los republicanos, o los republicanos critican a los demócratas, nadie dice: "Usted es intolerante o iracundo". Se trata solamente de una discusión fuerte y normal. La gente se ha acostumbrado a la idea de que la religión debe ser inmune a la crítica y que aún una leve o amable crítica de la religión resulta iracunda e intolerante. Esa es otra concientización que está surgiendo y debemos adoptar.
Se le acusa de ser arrogante, condescendiente. ¿Qué puede decir sobre eso?
Exactamente lo mismo. Nadie dice que un demócrata que descarta las ideas republicanas es arrogante. Se supone que eso es lo que hacen los políticos. Atacan las ideas de unos y otros en un aceptado toma y daca. Eso es, exactamente, lo que estoy haciendo con respecto a la religión. Una vez más, la acusación de arrogancia procede de la religión, que ha adquirido esta extraña protección, según la cual no está permitida la crítica.
La gente, por último, dice: "¿Qué le importa? Por qué no es ateo si eso le satisface y deja que el resto de nosotros seamos tan religiosos como nos plazca?". Esto, creo, es pergeñado como un desafío a su imparcialidad y respeto por los otros. A usted se lo considera un ateo fundamentalista.
Fundamentalista generalmente significa "tomar un libro al pie de la letra". Y así, un religioso fundamentalista vuelve a los fundamentos de
En otras palabras, si fuera sólo una filosofía de creencias que no tuviese impacto en el mundo, estaría bien.
Exactamente. Además, como científico y educador es imposible ignorar el hecho de que, especialmente en Estados Unidos, hay una campaña vigorosa y virulenta para suprimir la enseñanza de la biología científica. En cada Estado, uno tras otro, se libran batallas en los tribunales. Los científicos deben abandonar sus laboratorios y perder su tiempo en responder a estos ignorantes que están procurando detener la enseñanza de la evolución o concederle el mismo tiempo al creacionismo o diseño inteligente, o como quiera que lo llamen. Están, en efecto, tratando de interferir en la libertad de los niños de aprender ciencia y en la libertad de los maestros de ciencias de enseñarla adecuadamente.
¿Por qué escribió "El espejismo de Dios"?
La verdad me interesa apasionadamente. Creo que la verdad sobre la existencia de Dios en el universo es, posiblemente, la mayor verdad que existe. Sucede que pienso que es falsa, pero considero muy importante la pregunta. También, porque sentí que el mundo se está inclinando, una parte al menos, hacia la teocracia de manera muy peligrosa. La educación en mi área de Biología Evolucionista está amenazada. Hay todo tipo de razones por las cuales uno debe preocuparse, acerca del crecimiento de la influencia religiosa, especialmente en los Estados Unidos y en el mundo Islámico.
¿Puede explicar la distinción que plantea entre el Dios de Einstein, según sus palabras, y el Dios sobrenatural? Usted aclara esto al principio de su libro, para establecer qué definición de Dios considera un engaño.
Algunas veces, cuando la gente oye que uno es ateo, dice cosas como: "Oh, bueno, pero seguramente cree en algo" o "¿Usted cree que el universo es un lugar maravilloso?". Y yo digo: "Claro, por supuesto que el universo es un lugar maravilloso". Entonces dicen: "Entonces, usted cree en Dios". Y están usando "Dios" en el sentido einsteniano: una especie de metáfora de aquello que es misterioso y bello en el universo. Y mientras más se adentran los físicos en los orígenes del universo, más maravilloso parece tornarse. Sin duda, hay una causa allí para algo que se aproxima a la devoción o reverencia, que emociona a científicos, tales como Einstein y Carl Sagan y, humildemente, a mi mismo. A Einstein le gustaba mucho usar la palabra "Dios" para referirse a ese sentimiento de reverencia impersonal.
Más allá de ese sentimiento, ¿no lo usaba para referirse a esa existencia imponente que confrontamos?
Sí. Lo hacía. Cuando Einstein quería decir algo como: "¿Podría el universo haberse generado de otra manera?" o "¿Hay sólo una clase de universo?", el modo en que lo expresaba era: "¿Tenía Dios una opción en crear el universo?". Para un feligrés común, sentado en el banco de una iglesia, eso sonaba como si Einstein creyera que un Dios personal había diseñado el universo. En realidad, todo lo que Einstein estaba haciendo era preguntarse si podría haber más de una clase de universo, lo que constituye una cuestión científicamente respetable. Creo que es muy desafortunado que Einstein haya elegido usar la palabra "Dios" para eso. El mismo Einstein se indignaba cuando lo interpretaban literalmente y la gente pensaba que él se refería a un Dios personal, tal como el de los cristianos o los judíos. Pero creo que él mismo se ponía en problemas al usar la palabra "Dios". Lo hizo un vez más al referirse al principio de incertidumbre de Heisenberg, que él odiaba. Expresó su odio diciendo: "Dios no juega a los dados".
De modo que usted distingue entre ese uso de la palabra "Dios" y el Dios que usted cree que es un engaño?
Un Dios personal. Un Dios que es una inteligencia consciente y deliberada, la clase de Dios que escucha sus plegarias y perdona sus pecados. Un Dios que se siente como un maestro ingeniero o físico y diseña el universo, determina lo que debe suceder, se preocupa por los pecados, todo ese tipo de cosas.
¿Puede usted responder brevemente, como lo hace en el libro, algunos de los argumentos acerca de este Dios sobrenatural, ordenador, personal. El argumento de la belleza…?
La gente dice cosas como: "Si usted no cree en Dios, ¿como explica a un Beethoven? ¿Cómo explica la belleza de una puesta de sol? ¿Cómo explica a Miguel Angel?". Es tan simple como decir: "Beethoven compuso hermosa música. Miguel Angel pintó maravillosos cuadros y esculturas". Si Dios existe o no, no agrega nada al argumento, aunque una increíble cantidad de personas piensan que sí lo hace.
¿El argumento de las Escrituras…?
Hay una gran cantidad de Escrituras en todo el mundo y se contradicen entre sí. No hay una razón para suponer que sólo porque algo está escrito sea verdadero. Hay que preguntar quien lo escribió y por qué. Si usted le pregunta a alguien: "Por qué cree que su escritura es la palabra de Dios?", la respuesta es: "Oh, porque ahí lo dice". "Y uno pregunta: "Bueno, ¿dónde lo dice?". Y ellos contestan: "En mi Escritura". De modo que,
¿El argumento de la experiencia personal…? En conversaciones nocturnas, durante mis días en
Creo que cualquiera que sepa algo de psicología sabe qué inmensamente poderosa fábrica de simulación es el cerebro. Me impresiona el hecho de que cada noche de mi vida mi cerebro conjura imágenes y sonidos de cosas que nunca existieron ni existirán. Son un total sinsentido. Es como si me volviera temporalmente loco cada noche de mi vida y a usted le pasa también. A todos nos pasa. Tenemos una simulación colorida y vívida de un mundo fantástico dentro de nuestras cabezas. Cuando eso pasa mientras dormimos, lo llamamos sueño. Cuando nos sucede en la vigilia -de manera menos vívida- podemos considerarlo una visión de Dios o una visión de un ángel, o podemos decir: "Dios me habló". Aun cuando de verdad veamos un ángel u oigamos una voz dentro de nuestra cabeza, es una fácil proeza de simulación que logra nuestro cerebro. Cuando se trata de una especie de vago sentimiento de que Dios nos está murmurando, es bastante patético dejarse engañar por eso.
¿Qué opina de recientes investigaciones científicas acerca de ciertos fenómenos, tales como los "nódulos de Dios" en el cerebro?
Hay una cierto volumen de evidencias de que partes específicas del cerebro tienen algo que ver con la así llamada experiencia religiosa. He experimentado el trabajo del neurofisiólogo canadiense Michael Persinger. El trata de imitar los efectos de la epilepsia en el lóbulo temporal, pasando campos magnéticos a través del cerebro. En un 80% de los experimentos, cuando él pasa los campos magnéticos a través de ciertas partes del cerebro, puede inducir experiencias religiosas o místicas. Los detalles de la experiencia religiosa dependen de cómo fue educada cada persona. De tal modo que, si la persona era católica, se inclinaba a ver a