CIELO EN REHENESTe miro sin dejar de contemplarte
copo de sol, espuma conjurada
y abro mi corazón de parte a parte
para ofrecerte jubilosa entrada.
Comprendo que del caos fuera arrancada
la esbelta luz; ignoro por qué arte
puedo en un solo pétalo labrarte
con dedos leves el primor de un hada.
De nuevo el manantial de la belleza
echa a correr con sosegado porte
contando perla a perla su pureza.
cielo en rehenes, majestad sin corte;
donde en alto fulgure tu cabeza
allí está el girasol, allí su norte.
POEMA IMPACIENTE
¿Y si llegas tarde,
cuando mi boca tenga
sabor seco a cenizas,
a tierras amargas?
¿Y si llegaras cuando
la tierra removida y oscura (ciega, muerta)
llueva sobre mis ojos,
y desterrado de la luz del mundo
te busque en la luz mía,
en la luz interior que yo creyera
tener fluyendo en mí?
Cuando tal vez descubra
que nunca tuve luz
y marche a tientas dentro de mí mismo,
como un ciego que tropieza a cada paso
como recuerdos que hieren como cardos.)
¿Y si llegara cuando ya el hastío
ata y venda y las manos;
cuando no pueda abrir los brazos
y cerrarlos después como las valvas
de una concha amorosa que defiende
su misterio, su carne, su secreto;
cuando no pueda oir abrirse
la rosa de tu beso ni tocarla
(tacto mío marchito entre la tierra yerta)
ni sentir que me nace otro perfume
que le responda al tuyo,
ni enseñar a tus rosas
el color de mis rosas?
¿Y si llegaras tarde
y encontraras (tan sólo)
las cenizas heladas de la espera?
La sensualidad, el ritmo y el color caracterizaron la obra de Ballagas, que alcanzó una gran plenitud expresiva dentro de la lírica cubana en particular y de la lengua castellana en general. El poeta murió en La Habana el 11 de septiembre de 1954.
cuando mi boca tenga
sabor seco a cenizas,
a tierras amargas?
¿Y si llegaras cuando
la tierra removida y oscura (ciega, muerta)
llueva sobre mis ojos,
y desterrado de la luz del mundo
te busque en la luz mía,
en la luz interior que yo creyera
tener fluyendo en mí?
Cuando tal vez descubra
que nunca tuve luz
y marche a tientas dentro de mí mismo,
como un ciego que tropieza a cada paso
como recuerdos que hieren como cardos.)
¿Y si llegara cuando ya el hastío
ata y venda y las manos;
cuando no pueda abrir los brazos
y cerrarlos después como las valvas
de una concha amorosa que defiende
su misterio, su carne, su secreto;
cuando no pueda oir abrirse
la rosa de tu beso ni tocarla
(tacto mío marchito entre la tierra yerta)
ni sentir que me nace otro perfume
que le responda al tuyo,
ni enseñar a tus rosas
el color de mis rosas?
¿Y si llegaras tarde
y encontraras (tan sólo)
las cenizas heladas de la espera?
La sensualidad, el ritmo y el color caracterizaron la obra de Ballagas, que alcanzó una gran plenitud expresiva dentro de la lírica cubana en particular y de la lengua castellana en general. El poeta murió en La Habana el 11 de septiembre de 1954.