Sin embargo, su novela más famosa es "2001: A space odyssey" (2001: Una odisea espacial, 1968), escrita simultáneamente con el guión de la película del mismo nombre dirigida por Stanley Kubrick (1928-1999), el más importante film del género, estructurados sobre el cuento "The sentinel". En 1966 escribió un breve artículo titulado "Ideas for the third millennium" (Ideas para el tercer milenio), en donde decía cosas como las que siguen:
"No debemos cometer el error demasiado frecuente de medir el progreso por la simple expansión física o, incluso, por la acumulación de conocimientos científicos. Solamente los espíritus estrechos son fácilmente impresionables por el tamaño y el número. La posesión del universo no tendrá ningún valor si no nos confiere la sabiduría y la felicidad. Sin embargo, debemos poseerlo, al menos en espíritu, si queremos responder a las preguntas que el hombre se plantea desde el comienzo de su historia".
"No debemos cometer el error demasiado frecuente de medir el progreso por la simple expansión física o, incluso, por la acumulación de conocimientos científicos. Solamente los espíritus estrechos son fácilmente impresionables por el tamaño y el número. La posesión del universo no tendrá ningún valor si no nos confiere la sabiduría y la felicidad. Sin embargo, debemos poseerlo, al menos en espíritu, si queremos responder a las preguntas que el hombre se plantea desde el comienzo de su historia".
"La necesidad de explorar, de descubrir, de perseguir el conocimiento es un impulso primero del hombre que no está justificado sino por sí mismo".
"Debemos elegir entre alcanzar las estrellas o esperar que las estrellas nos alcancen a nosotros".
"Todavía se encuentran sabios que consideran que no hay necesidad de enviar hombres al espacio, aún cuando fuera materialmente posible pues, dicen, las máquinas son capaces de hacer todo cuanto es necesario. Una opinión semejante es increíblemente limitada, peor aún, es torpe pues ignora la verdadera naturaleza humana. Aún si no pudiéramos descubrir en el espacio nada distinto de lo que nos han enseñado nuestros instrumentos, deberíamos ir exactamente de la misma manera".
"Todos conocemos la actitud del hombre que no se interesa en nada distinto a su ciudad o a su pueblo, y funda todos sus juicios sobre criterios parroquiales. Nosotros evolucionamos lentamente -quizá demasiado lentamente- desde esta mentalidad hacia una visión cósmica. Pocas cosas contribuirán más eficazmente a precipitar esta evolución que la conquista del espacio".
"No es fácil prever en qué medida y por cuánto tiempo las formas extremas del nacionalismo podrán sobrevivir cuando los hombres comiencen a ver la Tierra en su verdadera situación: como una simple esfera entre las estrellas".
"Cuando ya no quede nada por decir sobre uno, uno está muerto".
Si bien no fue un autor importante desde el punto de vista del estilo, Arthur Clarke fue uno de los grandes ideólogos de la ciencia ficción contemporánea.