1 de agosto de 2019

Herman Melville en el bicentenario de su nacimiento


Herman Melville nació en Nueva York  el 1 de agosto de 1819. Como la premonición de una vida tan intensa como sus novelas, tras el fallecimiento de su padre, la familia quedó en grandes apuros económicos. Fue entonces cuando se trasladó con su madre a Lansingburgh. Allí estudió Topografía, publicó sus primeros textos en un periódico local y trabajó en diversos oficios, fuese como empleado de banca o ayudando a su tío en una granja de Pittsfield, Massachusetts.
En junio del año 1839 viajó como grumete en barco a la ciudad inglesa de Liverpool. A su regreso impartió clases en una escuela rural de Greenbush durante un breve período de tiempo y, en 1841, con veintidós años, viajó a los Mares del Sur a bordo del ballenero Acushnet. Después de año y medio de travesía abandonó el barco en las islas Marquesas y vivió un mes entre caníbales, de los que escapó en un mercante australiano para desembarcar en Tahití, donde estuvo algún tiempo en prisión por motivos desconocidos. También trabajó como agricultor, viajó a Honolulú y allí terminó enrolándose en una fragata de la Marina estadounidense.
En 1844 dejó de navegar y, tras contraer matrimonio, en 1850 se trasladó a vivir en una granja situada en Pittsfield, en el oeste del estado de Massachusetts, a unos 220 kilómetros de Boston, donde se dedicó a escribir cuentos y novelas generalmente basadas en sus experiencias en el mar. Así fueron surgiendo “Typee” (Taipi), “Mardi” y “Redburn”, entre otros. También “Billy Budd, sailor” (Billy Budd, el marinero), un último trabajo publicado cuando Melville casi había caído ya en el olvido. Otros títulos fueron “Pierre or the ambiguities” (Pierre, o las ambigüedades), “Omoo”, “The lightning rod man” (El hombre del pararrayos), “Israel Potter”, “White jacket” (Chaqueta blanca), “Benito Cereno”, “The confidence man. His masquerade” (El estafador y sus máscaras) y “The piazza tales” (Cuentos del mirador), que contiene el relato de “Bartleby, the scrivener” (Bartleby, el escribiente). Si bien sus primeras publicaciones alcanzaron una gran popularidad, no fue hasta la segunda década del siglo XX que su figura fue revalorizándose hasta catapultarse como uno de los más apreciados escritores no sólo de la literatura norteamericana sino universal.


Su novela más famosa fue “Moby Dick”, publicada en el invierno de 1851, pero fue rechazada en un principio. Luego se convertía en una de las grandes obras de la literatura universal por el retrato y la metáfora del mundo y la naturaleza humana en un barco, el Pequod, capitaneado por uno de los más grandes personajes creados, el capitán Ahab. Se la dedicó a Nathaniel Hawthorne (1804-1864), un autor que lo influyó mucho y con quien había trabado  amistad en 1850. Como sus trabajos no ofrecían el fruto económico deseable, a partir de 1866 trabajó como inspector de aduanas, profesión que terminó abandonando en 1885. Falleció en Nueva York el 28 de septiembre de 1891 a causa de una insuficiencia cardíaca. Sus restos descansan en el cementerio de Woodlawn, en el Bronx de Nueva York.


Al cumplirse doscientos años de su nacimiento, es imposible no recordar la figura de este gran escritor rebelde y solitario, autor de una obra totalmente adelantada a su tiempo, una novelística que buscaba sobre todo penetrar en el alma de los protagonistas. En total escribió once novelas, más de cien poemas y decenas de cuentos, algunos de ellos canónicos. Él mismo confesaba que lo que quería era escribir libros “destinados al fracaso”.
Melville alabó la fraternidad democrática y reclamaba la regeneración moral de la sociedad. No era un revolucionario, pero siempre se mostró muy crítico con el clasismo y las rígidas jerarquías. Dueño de un nihilismo implacable, pensaba que “definitivamente, no hay Dios y si existe, no le importamos. No es posible conocer a los otros ni a uno mismo. La mente es un océano de una profundidad abisal, turbia e insondable. El conocimiento sólo es un espejismo. La verdad siempre es elusiva. Sólo cabe adoptar una resistencia heroica, solitaria y desesperanzada frente a un universo indiferente y una sociedad decadente”.


Tras pasar la mayor parte de su vida de forma atormentada, cuando falleció, los editores del periódico literario “The Critic”, no sabían ni siquiera quién era. Se limitaron a copiar un párrafo sobre él de la enciclopedia “American Literature”. Sólo al cabo de varios días, “The New York Times” constató escuetamente que había muerto “el señor Henry (sic) Melville”. Fue, en definitiva, un escritor que pudo reinar en su tiempo, pero sólo llegó al trono después de muerto.
Andrew Lang (1844-1912) y George Saintsbury (1845-1933), famosos historiadores, lo ignoraron plenamente en sus historias de la literatura inglesa aparecidas en los primeros años del siglo XX. En la edición de 1911 de la “Encyclopaedia Britannica” se lo menciona como “un simple cronista de la vida marinera”. Décadas después, la misma enciclopedia lo reconocería como “uno de los grandes escritores norteamericanos de todos los tiempos”.


Más tarde lo vindicarían escritores y críticos literarios como D.H. Lawrence (1885-1930) en “Studies in classic american literatura” (Estudios en literatura clásica estadounidense) o Carl Van Doren (1885-1950) en “The american novel” (La novela norteamericana), y el catedrático Raymond Weaver (1888-1948) publicaría en 1921 la primera biografía completa del autor estadounidense: “Herman Melville, mariner and mystic” (Herman Melville, marinero y místico), obra en la que lo presentó como un genio decepcionado y desilusionado que se rebeló contra la convención social y pagó el precio: “Toda su historia es el registro de un intento de escapar de un mundo que le resultaba inexorable e intolerable”.
Jorge Luis Borges (1899-1986) escribió en el prólogo de “Bartleby, el escribiente” (obra que él tradujo al español en 1943): “La grandeza de Melville es sustantiva, pero su gloria es nueva. El olvido y el abandono fueron su destino final. Hacia 1920 fue descubierto por los críticos y, lo que acaso es más importante, por todos los lectores”.