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Veamos el modelo general. Tiene dos ruedas, una pertenece los vivos, la otra a la gilada. Tiene una cadena de trasmisión, que involucra algún papel que representa pesos (pagarés, cheques, títulos públicos, etc.), sus eslabones son, por lo general, los bancos. Los vivos conocen cosas que los giles desconocen y la diferencia surge de su relación con el poder. Los vivos forman parte del poder, por definición; la gilada no.
Un caso específico fue el modelo "plata dulce", el que suponía que la inflación dependía de la cotización del dólar. Para que fuera baja, el gobierno del Proceso militar anunciaba cuanto iba a valer el dólar en los próximos meses y se comprometía a vender todos lo que hicieran falta a ese precio. Los precios y los ingresos de la gente subían más que el dólar, éste era barato y todo el mundo viajaba a Miami donde todo era "regalado" en dólares. A esa altura, todos pedaleaban sobre la cadena de la felicidad.
Ahora bien, la verdad que sólo algunos pocos conocían, era que el gobierno no tenía tantos dólares. Para tenerlos se estaba endeudando aceleradamente en el exterior. Un buen día, alguien descubrió que los organismos internacionales de crédito ya no le prestaban más. Los vivos, que sabían, se compraron rápidamente todos los dólares, la gilada se enteró tarde. Como consecuencia de ello, los dólares pasaron a valer mucho más, los precios subieron y los ingresos no. Pero hay más: algunos vivos pidieron préstamos en dólares en Miami, los trajeron al país y los vendieron, le avisaron al gobierno que se habían endeudado y éste se comprometió a devolverles los dólares. Antes del colapso, compraron dólares de los que traía el gobierno y se los llevaron a Miami. Cancelaron su préstamo, pero no le avisaron al gobierno. Cuando se produjo el colapso, se presentaron al gobierno para que les devolviesen sus dólares a fin de pagar su deuda debidamente registrada. Por supuesto, el gobierno no los tenía, pero los vivos tenían talento. El gobierno, en nombre de los vivos que decían no poder pagar en dólares, se hizo cargo de la deuda externa (que no existía) entregando pagarés en nombre de la República Argentina, una eufemístíca denominación que incluye a la gilada. A cambio de este pequeño favor, les pidió a los vivos que le pagasen a él en pesos, en cómodas cuotas y a bajo interés, esas obligaciones. La gilada estaba ausente; se enteró del caso cuando el gobierno tuvo que levantar los pagarés de la deuda externa sobre la base de su sacrificio. El modelo "plata dulce" terminó en la deuda amarga.
Lo más triste es que hubo otros modelos en el catálogo, como ocurrió, años más tarde, con el modelo "convertibilidad", un sistema monetario que fijó, mediante una ley, el valor del peso al valor del dólar. Durante doce largos años los argentinos fueron engañados y recién cuando todo explotó por los aires y en las calles se escuchaba el sonido de las cacerolas, acabaron de descubrir que la convertibilidad era una gran mentira.
Lo más triste es que hubo otros modelos en el catálogo, como ocurrió, años más tarde, con el modelo "convertibilidad", un sistema monetario que fijó, mediante una ley, el valor del peso al valor del dólar. Durante doce largos años los argentinos fueron engañados y recién cuando todo explotó por los aires y en las calles se escuchaba el sonido de las cacerolas, acabaron de descubrir que la convertibilidad era una gran mentira.
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Sin dejar de pedalear, aconsejaron a sus clientes más poderosos (los vivos), a realizar giros bancarios al exterior con preferencia a Miami e Islas Caimán. De esta forma tomaron vuelo 20.000 millones de dólares que dejaron las arcas de los bancos prácticamente vacías e imposibilitadas a hacer frente a las obligaciones para con el resto de los depositantes y ahorristas (los giles). El modelo "convertibilidad" también tenía dos ruedas: la de los grandes grupos de poder económico-financiero, sobre todo transnacional (los vivos) y la de la inmensa mayoría del pueblo argentino (los giles).
Estas definiciones de los distintos tipos de bicicletas no las podemos encontrar en las grandes enciclopedias Larousse, Treccani, Británica o Encarta. Sin embargo, en la "Enciclopedia Universal Ilustrada Europeo Americana" llamada corrientemente "el Espasa", editada en España a comienzos del siglo XX, descubrimos definiciones mucho más pintorescas y aun caricaturescas, cuando se lee el artículo "Bicicleta":
"Modo de montar en bicicleta y de conservar la máquina: es preciso, ante todo, que el que monta no tenga miedo a las caídas. Es además conveniente que los brazos no estén rígidos. Hay varios sistemas de montar; los más usados consisten en servirse del pedal, o mejor montar teniendo la máquina entre las piernas. Para apearse, lo más cómodo es hacerlo por el pedal; algunos lo hacen por detrás y también apoyando el pie en una acera próxima. El eje del pedal ha de estar al tercio de la longitud de la planta del pie a contar desde los dedos. Al mover los pedales conviene que la punta del pie se halle dirigida un poco hacia abajo. Para sostenerse, si la máquina se inclina hacia un lado, basta girar el manillar de modo que la máquina tienda a desviarse hacia el mismo lado.
Cuando se emprende una excursión en bicicleta es necesario llevar consigo un farol, una bomba, un neumático, una camisa de dormir (de seda), medias y pañuelos, una camiseta, un revólver y un mapa. Es práctico llevar varios botones y el dinero y el reloj en un cinturón, al cual irá sujeto la pistola o el revólver".
"Modo de montar en bicicleta y de conservar la máquina: es preciso, ante todo, que el que monta no tenga miedo a las caídas. Es además conveniente que los brazos no estén rígidos. Hay varios sistemas de montar; los más usados consisten en servirse del pedal, o mejor montar teniendo la máquina entre las piernas. Para apearse, lo más cómodo es hacerlo por el pedal; algunos lo hacen por detrás y también apoyando el pie en una acera próxima. El eje del pedal ha de estar al tercio de la longitud de la planta del pie a contar desde los dedos. Al mover los pedales conviene que la punta del pie se halle dirigida un poco hacia abajo. Para sostenerse, si la máquina se inclina hacia un lado, basta girar el manillar de modo que la máquina tienda a desviarse hacia el mismo lado.
Cuando se emprende una excursión en bicicleta es necesario llevar consigo un farol, una bomba, un neumático, una camisa de dormir (de seda), medias y pañuelos, una camiseta, un revólver y un mapa. Es práctico llevar varios botones y el dinero y el reloj en un cinturón, al cual irá sujeto la pistola o el revólver".
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