Es
conocida y por ello no menos curiosa, la forma como Mary W. Shelley llegó a
concebir (cuando apenas tenía diecinueve años) su célebre personaje
Frankenstein. La escritora se encontraba, junto con otros varios invitados,
pasando unas vacaciones en la residencia de Georges Gordon, más conocido por su
aristocrático título de lord Byron (1788-1824) junto al lago Leman, durante el
verano de 1816, cuando a alguien se le ocurrió la idea de que cada uno de los
presentes escribiera una narración corta, inspirándose en la lectura de
algunos cuentos alemanes de fantasmas. De todos los concursantes, tan sólo dos
llegaron a escribir su relato correspondiente: John William Polidori
(1795-1821) y Mary W. Shelley. Esta última puso al suyo el título de
"Frankenstein o el moderno Prometeo", que habría de hacerla famosa,
si bien para su publicación, que tuvo lugar en 1818, amplió la narración originaria
hasta alcanzar la extensión de la novela tal y como se la conoce en la
actualidad.
Los
antecedentes literarios de Mary W. Shelley, que nació en Somerstown
(Inglaterra) el 30 de agosto de 1797, no podían ser más ilustres. Su padre,
William Godwin (1756-1836), era el autor entre otras obras de "Enquiry
concerning political justice and its influence on morals and
happiness" (Investigación sobre la justicia política y su influencia
en la moral y la dicha), un libro clásico dentro del apartado de la
filosofía política. Por otro lado su madre, Mary Wollstonecraft (1759-1797),
que murió al poco de nacer ella, había escrito "A vindication of the
rights of woman" (Vindicación de los derechos de la mujer), una obra
pionera de las modernas reivindicaciones feministas. Mary habría de
conocer -en 1814- al poeta Percy Bysshe Shelley (1792-1822), del cual se
enamoró.
Aunque Shelley estaba casado, ello no fue obstáculo para que Mary se
marchara con él a Europa, si bien acabarían contrayendo matrimonio en
diciembre de 1816 tras la muerte por suicidio de la primera esposa del poeta.
Percy y Mary se constituyeron en una pareja inseparable hasta la prematura
muerte del primero cuando apenas tenía treinta años.
Entonces
ella se dedicó no sólo a cuidar la publicación de la obra del poeta sino
también a crear la suya propia, escribiendo varias biografías y tres notables
novelas: "Valperga, or the life and adventures of Castruccio, Prince of
Lucca" (Valperga, o vida y aventuras de Castruccio, Príncipe de
Lucca), sobre un fondo histórico; "The last man" (El último hombre),
especie de obra precursora de la ciencia ficción, y un relato de carácter
autobiográfico titulado "Lodore" también publicado como
"The beautiful widow" (La hermosa viuda). Un epistolario de la
escritora así como sus diarios, no aparecerían publicados hasta 1944 y 1947,
respectivamente. Mary W. Shelley murió en 1851.
Cuando se
publicó la novela en su versión definitiva, la escritora tenía apenas veintiún
años. En la obra, Frankenstein es un estudiante de diecinueve años inscripto en
la Universidad de Ingolstadt, Baviera, a orillas del río Danubio y que,
realmente, tiene una importante carrera universitaria. El citado estudiante
construye un hombre artificial a base de fragmentos de cadáveres. El monstruo
potente y consciente sufre por el miedo que causa a los que le ven y, por otra
parte, desea amar, cosa que le es imposible. Por su origen se ve condenado a
la soledad y se venga de los hombres destruyéndolos, empezando por su creador.
Al final huye hacia el Ártico, donde desaparece.
Esta
fantasía romántica no se ve plasmada en las versiones cinematográficas de la obra
-es memorable la impresionante versión en 1931 del británico James
Whale (1889-1957) interpretada por Boris Karloff (1887-1969)- que han
hecho que la gente confunda el nombre del creador del monstruo con el
monstruo mismo. Frankenstein es el apellido del estudiante, todavía no doctor y
el monstruo de su creación es innominado en la novela. Recién en 1994, cuando
el director Kenneth Branagh (1960) filmó "Mary Shelley's
Frankenstein", con la actuación de Robert de Niro (1943) y la producción
de Francis Ford Coppola (1939), se narró la historia tal como la había
concebido su autora ciento setenta y ocho años antes.