Nacido en San Petersburgo, educado en Gran Bretaña y naturalizado norteamericano, Vladimir Nabokov (1899-1977) publicó su primera novela en inglés, "Bend sinister" (Barra siniestra), en 1947. Hasta allí, su notoriedad como escritor fue bastante moderada. Sin embargo, todo cambiaría a partir del 25 de septiembre de 1955 cuando apareció "Lolita", la historia del amor obsesivo de un profesor cuarentón hacia una niña de doce años que había escrito entre mediados de 1949 y fines de 1953. Rápidamente la novela se convirtió en uno de los libros más controversiales dentro de la historia de la literatura. Apenas publicado, fue prohibido en países como Francia, Inglaterra, Nueva Zelanda y Argentina.
Nabokov, por entonces ya radicado en Estados Unidos, había intentado durante todo 1954 publicarla allí bajo seudónimo, pero ninguna editorial norteamericana quizo arriesgarse a hacerlo. Desalentado, Nabokov le envió la novela a un agente en París y allí, el editor francés Maurice Girodias (1919-1990), propietario de la editorial Olympia Press -especializada en la edición tanto de folletines pornográficos como de literatura erótica de calidad- accedió a editarla con la condición de que el escritor la firmara con su propio nombre.
Olympia Press contaba en su catálogo con obras tan polémicas como, por ejemplo, "Naked lunch" (El almuerzo desnudo) de William Burroughs (1914-1997); "The ginger man" (El hombre de mazapán) de J.P. Donleavy (1926); "Molloy", "Malone meurt" (Malone muere) y "L'innommable" (El innombrable) de Samuel Beckett (1906-1989); "Histoire de l'oeil"
(Historia del ojo) de Georges Bataille (1897-1962); "Tropic of Cancer" (Trópico de Cáncer), "Tropic of Capricorn" (Trópico de Capricornio) y "Sexus" de Henry Miller (1891-1980); "Candy" de Terry Southern (1924-1995) e "Histoire d'O" (Historia de O) de Dominique Aury (1907-1998).
En Estados Unidos, los aduaneros recibieron la orden de incautar los ejemplares que se pretendieran importar y, recién tres años más tarde, se la pudo publicar. En Inglaterra, mientras tanto, sólo apareció en 1959 tras el contundente éxito que la novela tuvo en Estados Unidos, Alemania e Italia, y luego de que la Cámara de los Comunes introdujese cambios en la ley de obscenidad, la misma que en 1954 había permitido el procesamiento de cinco editores por haber publicado el "Decameron" de Giovanni Boccaccio (1313-1375) o los dos tomos del "Kinsey reports" (Informe Kinsey): "Sexual behavior in the human male" (Comportamiento sexual del hombre) y "Sexual behavior in the human female" (Comportamiento sexual de la mujer) del doctor Alfred Kinsey (1894-1956).
"Lolita, luz de mi vida, fuego de mis entrañas -dice uno de los pasajes de la novela de Nabokov-. Pecado mío, alma mía. Lo-li-ta: la punta de la lengua emprende un viaje de tres pasos desde el borde del paladar para apoyarse, en el tercero, en el borde de los dientes. Lo. Li. Ta. Era Lo, sencillamente Lo, por la mañana, un metro cuarenta y ocho de estatura con pies descalzos. Era Lola con pantalones. Era Dolly en la escuela. Era Dolores cuando firmaba. Pero en mis brazos era siempre Lolita". Hasta el Teniente Coronel de las SS (Schutzstaffel) Adolf Eichmann (1906-1962) se permitió opinar sobre la polémica obra: "Lolita es un libro muy peligroso", dijo hacia fines de 1961 en su celda de Jerusalén, donde era enjuiciado por sus crímenes de guerra tras su estadía por diez años en la Argentina con el beneplácito del gobierno peronista.
Nina Berberova (1901-1993), la escritora rusa que recorrió un camino de exilio casi idéntico al de Nabokov pero que, a diferencia de éste nunca abandonó el ruso para escribir, publicó en 1965 un breve libro: "Nabokov i ego Lolita" (Nabokov y su Lolita). En él escribió: "La crítica especializada ha dicho que Nabokov eligió el tema de su novela como novedad ante el desgaste en otras temáticas de composición dramática. Esto es completamente falso, porque ya en sus textos anteriores se percibe un interés manifiesto por las jóvenes heroínas. Además Dostoievski, quien está ligado de múltiples formas a Nabokov, ya había escrito al respecto... Debe ubicarse a esta novela en el contexto de la nueva literatura del siglo XX, aquella que se
caracteriza por combinar cuatro elementos: la intuición de un mundo disociado, la apertura de las compuertas del subconsciente, el flujo ininterrumpido de la conciencia y la nueva poética surgida del simbolismo... Mientras algunos libros quedan encerrados entre sus tapas, otros las desbordan, otros pueden marcar un siglo entero. Es el caso de 'Lolita'... La prosa de 'Lolita' es melodía hecha de piedad, de sufrimiento, de adoración, de celos, de lujuria, de locura y de ternura".
"Lolita" ha sido objeto de los calificativos más heterogéneos. Desde "una novela genial" hasta "una obra maestra diabólica", pasando por "la vieja Europa corrompiendo a la joven América" o "una penetrante exposición de la adolescencia crónica y el materialismo sustancial de los norteamericanos". Para Nabokov el tema era más sencillo: "Después de que se publicó 'Lolita' en París, un crítico norteamericano sugirió que era el relato de mis aventuras amorosas con la novela romántica. El reemplazo de 'novela romántica' por 'lengua inglesa' habría sido más correcto. Pero, siento que mi voz se alza en un punto demasiado estridente. Ninguno de mis amigos norteamericanos leyó mis libros rusos y así cualquier apreciación estará fuera de foco. Mi tragedia privada, que no puede ni debe, en verdad, interesar a nadie, es que he debido abandonar mi idioma natural, mi libre, rica, infinitamente libre lengua rusa, por un inglés mediocre, desprovisto de todos esos aparatos -el espejo falaz, el telón de terciopelo negro, las asociaciones y transiciones implícitas- que el ilusionista nativo, agitando las colas de su frac, puede emplear mágicamente para trascender a su manera la herencia común".