Peter Gabriel (1950) cobró notoriedad a comienzos de los años setenta como cantante de la banda Genesis, la que había fundado en 1967 con algunos compañeros de la Charterhouse
School. Nacido en Chobham, una pequeña localidad en el condado de Surrey en el sudeste de Inglaterra, tomó clases de clarinete desde pequeño mientras cursaba la escuela primaria. Ya en la secundaria, integró la banda Garden Wall que se uniría después con otra llamada The Anon. De esa unión nació The New Anon en 1966, la que, un año después, pasó a llamarse Genesis. Con esta banda Gabriel grabó siete discos antes de dedicarse a su carrera como solista. En 1977 lanzó su primer disco: "Peter Gabriel" (conocido como "Car"), al que siguieron "Peter Gabriel" ("Scratch") en 1978, "Peter Gabriel" ("Melt") en 1980, "Peter Gabriel" ("Security") en 1982, "So" en 1986, "Us" en 1992 y el reciente "Scratch my back" en 2010. Pero Gabriel no sólo es músico (toca el piano, teclados, percusión, flauta, flauta dulce y armónica), también ha incursionado en otros terrenos vinculados al mundo de la música: videos musicales, y métodos digitales de grabación y de distribución, esta última a través de OD2 (On Demand Distribution) donde se prioriza el intercambio con los seguidores a través de Internet. En 2004 fundó junto con Brian Eno (1948) la cooperativa de músicos MUDDA (Magnificent Union of Digitally Downloading Artists) en donde los artistas deciden qué cosas ofrecer al público por fuera de la industria tradicional. También facilitó con su aporte económico el desarrollo de The Filter, un sitio en el cual los músicos se conectan directamente con los consumidores de música, sin sellos intermediarios, y donde se ofrecen descargas, tanto gratuitas como pagas. Por otra parte, Gabriel es un reconocido activista que ha trabajado para Amnesty International y realizado diferentes esfuerzos humanitarios especialmente en Africa. Además es el propulsor de la organización mundial WOMAD (World of Music, Arts and Dance) que organiza festivales de música popular, música étnica y todo tipo de actividades multiculturales en todo el mundo, y creador del sello Real World mediante el que ha dado a conocer a múltiples artistas y sus creaciones, logrando revitalizar la música popular de las últimas décadas. Así, mientras la industria discográfica exhibe su impotencia ante el intercambio de música en la Red, Gabriel sigue generando nuevas maneras, en soportes actuales, para que el contacto entre el artista y el público siga teniendo sentido más allá del negocio. Ese, precisamente, fue el tema sobre el que versó la charla telefónica que mantuvo desde Londres con Daniel Amiano, periodista de "La Nación". La entrevista fue publicada en la revista "LNR" -suplemento dominical de ese diario- el 15 de marzo de 2009, unos días antes de que el músico se presentase por segunda vez en la Argentina.
En la industria musical ocupa varios espacios: el de artista, el de generador y propulsor de nuevas tecnologías y el de promotor de fusiones que resultaron muy interesantes e influyentes, además de su constante participación en defensa de los derechos humanos. ¿Cómo divide el tiempo profesional entre todas estas actividades?
No muy bien en realidad. Hace mucho tiempo que vengo combinando la actividad en derechos humanos y causas políticas con las iniciativas tecnológicas más la parte artística. Estuve trabajando en un proyecto que se llama "Scratch my back" en el que yo interpreto canciones de otros y ellos, a su vez, tocan temas míos. Es muy interesante, y estoy tratando de hacerlo de una manera distinta de como solía trabajar antes.
Fue uno de los primeros artistas que vislumbraron la revolución que hoy vivimos en la industria de la música. ¿Hacia dónde cree que va la relación entre el músico y el oyente?
Creo que la relación entre ambos se está haciendo más cercana, lo cual me parece genial. Antes estábamos intermediados por las compañías discográficas, las de distribución y las grandes tiendas de discos. En este nuevo contexto lo conocen a uno mucho más íntimamente, conocen tu persona, tus gustos. Por ejemplo, me ha pasado de ir a una tienda de discos y que el vendedor me recomendara cosas porque sabía que podían llegar a gustarme, más que yo mismo; es un muy buen servicio. Por eso estoy tratando de hacer algo en ese sentido con thefilter.com, mi nuevo proyecto. Por otro lado, la venta de discos ha perdido el peso que solía tener, porque mucha gente ya no compra música, pero al mismo tiempo uno encuentra a muchas personas a la que les gusta lo que uno hace, sobre todo cuando se tiene la oportunidad de conectarse directamente en las giras. En la época en que entré a la industria de la música, uno tenía que vender cien mil copias para firmar con la compañía discográfica. Mejor dicho, la compañía tenía que saber que uno vendería esa cantidad para darle un contrato. Le doy un ejemplo de este tiempo: me pasó que The Incredible String Band vino a nuestro estudio con ciento veinte libras cada uno, y ese dinero les sirvió para volver al negocio. Hicieron los discos, las tapas, e instauraron un nuevo modelo de trabajo. Así que no se necesita otra cosa más que querer hacerlo, y pienso que es muy prometedor. Espero que podamos encontrar otras maneras creativas de hacer música, que pueda haber mucha experimentación, que haya colaboraciones entre nosotros, y ese tipo de cosas, porque después de todo se trata de hacer música, y los sistemas han variado.
Hay muchos músicos temerosos de esta nueva situación.
Sí, es muy difícil, pero hay algunos que se atrevieron y les fue bien, como a Radiohead con su venta "on-line". Creo que hay que aprovechar esta nueva relación que se puede dar con el público a través de Internet.
A grandes rasgos, ¿de qué se trata el proyecto MUDDA?
Originalmente fue una idea que Brian Eno y yo propusimos hace algunos años para que los artistas pudieran tener más control sobre su música. Creemos que las compañías discográficas son necesarias para la industria, especialmente por los servicios que pueden brindar, como la mercadotecnia, la promoción y la distribución. Eso las compañías lo hacen bien, y por eso los músicos les pagamos por ese servicio. Pero ellas no pueden adueñarse del artista, no pueden convertirlo en su propiedad, y eso es lo que el artista debe saber. Así que eso es lo que motivamos y promovemos: que los músicos puedan vender y dar a conocer su música directamente a sus seguidores. Por eso decidimos que fuera una unión de artistas magnificentes: eso es lo que significa la sigla. De todas formas, en este momento creo que no
estamos muy adelantados, porque nadie lo ha tomado muy en serio... Debemos organizarlo mejor. Debemos llevar una acción política en conjunto con otras propuestas similares que existen.
Es también una buena manera de actuar contra la piratería.
Bueno, creo que es una de las maneras. Tenemos otra vez el ejemplo de Radiohead. Pero también hay mucha gente que está dispuesta a pagar por tener un soporte material de su música; yo mismo lo estoy. Para eso se precisa la compañía discográfica. Creo que la gente necesita de distintos caminos para llegar a la música: caminos gratuitos, caminos pagos.
Hace ya mucho tiempo se reconoce en usted a un artista comprometido con los derechos humanos y con causas que tienen que ver en forma directa con defender la vida del planeta; difícilmente hace declaraciones políticas, pero la figura de Barack Obama fue recibida con optimismo, como una oportunidad para generar un cambio político global. ¿Cree que es una señal positiva para el resto del mundo?
Eso espero. Es una gran oportunidad para Estados Unidos de reinventarse, y para que exista una conexión positiva con Europa y con el resto del mundo, especialmente con Africa. Que le den más importancia a Africa. Sabemos que Obama tiene orígenes americanos y africanos, y tiene familia inmediata en Africa, así que creo que eso puede ayudar a generar conciencia y un cambio.
Volviendo a la música, ya nos acostumbramos a que se tome su tiempo para dar a conocer nuevos álbumes. ¿Trabaja en nuevas canciones? ¿Hay en vista un nuevo disco?
Ahora estoy metido en "Scratch my back", y creo que podría estar para fin de año. Además, es posible que produzcamos algo con la última gira que hicimos por Europa.
Desde siempre, sus espectáculos tienen un aporte visual que no sólo complementa las canciones, sino que da al espectáculo en sí un concepto. ¿Qué vamos a ver en Buenos Aires?
No creo que haga esos grandes efectos en los que estoy en el aire y cosas así, pero han estado trabajando en importantes imágenes para el escenario y se están desarrollando diversas ideas. Hay efectos que están preparando en estas semanas, porque en realidad no estamos haciendo una gira este año, sino que tengo estas fechas en Sudamérica.
Continuando con la idea anterior, durante la composición, ¿arma un correlato visual o los videos vienen después?
Las canciones que hago surgen de imágenes, así que siempre hay una idea visual. Pero cuando pensamos en los videos, en realidad para mí es importante la gente que trabaja conmigo. Estoy con gente muy buena, y la gente buena tiene ideas buenas. Son artistas muy seguros de su trabajo, muy abiertos, y trabajan muy unidos.
¿Qué grupos nuevos despiertan su interés?
Bueno, la última banda que escuché fue U-Ka, en The Filter. También hay una banda que se llama Naturally Seven que me gusta mucho: hacen una fusión interesante. Y desde un punto de vista popular, Radiohead.
Seguramente ocurre en todas partes del mundo, pero aquí, cuando se habla de Genesis, su figura sigue involucrada. El año último se juntaron sus ex compañeros y su nombre apareció varias veces como una posibilidad, pero finalmente declinó involucrarse para esas presentaciones. ¿Lo haría más adelante? ¿Hay alguna posibilidad de ver aquella formación ya clásica para la historia del rock?
Realmente no creo que eso suceda... Mmm... Es un compromiso muy grande. Además, tengo un sueño hecho realidad con mi banda. Un gran grupo de hombres y mujeres trabajando conmigo a los que quiero dedicar todo el tiempo que me demandan y quiero sentirme seguro de poder hacerlo: hay mucha gente trabajando en este equipo. Sé que hay muchos seguidores esperándonos y quiero asegurarme de dar lo mejor. No podría asegurar que nunca vaya a suceder, pero en este momento...