Sus primeros trabajos psicoanalíticos tuvieron lugar entre 1919 y 1927 y se ocupó en ellos de un vasto muestrario de temas cuyo denominador común es la interrogación por la genitalidad (el incesto, el coito, el onanismo y el masoquismo). Planteó allí la hipótesis de una relación entre la presión de la "potencia orgásmica" (entendida como la capacidad de acompañar emocionalmente a la eyaculación) con la neurosis, que hallaría así su determinación fundamental en esta incapacidad para el goce que, en el plano social, se traduciría en agresividad desatada, convirtiendo la vida en común de los hombres en una aventura de destrucción.
Reich sería fiel durante toda su vida a esta ecuación, desarrollándola en los más diversos planos de reflexión y experimento: la salud psíquica está en función de la potencia orgásmica, de la capacidad para darse en el cénit de la excitación sexual. La represión de este potencial orgásmico dará lugar al complejo que denominó "coraza caracterial", del que estableció sus diversas tipologías: compulsiva, histérica, masoquista o genital, así como también las estrategias para, rompiendo las resistencias, liberar la energía sexual bloqueada o desplazada.
En continuidad con esta hipótesis, surgió su definición de "peste emocional" como efecto de la impotencia orgásmica, campo especialmente abonado para el surgimiento de todo tipo de autoritarismos y a partir del cual establecerá una de las tipologías más clásicas dentro de la tradición freudomarxista: la psicología de masas del fascismo.
Los momentos históricos en los que vivió parecieron subrayar la importancia de estas consecuencias sociales de la represión, tan a menudo obviadas desde el psicoanálisis. Así, en 1927, tras la brutal represión policíaca de una manifestación popular de la que fue testigo, adhirió al Partido Comunista, aunque sin abandonar por ello su línea de investigación y trabajo, fundando en Viena seis consultorios de higiene sexual para trabajadores, bajo el supuesto de que la lucha contra el autoritarismo burgués debía plantearse en el doble plano individual y social, y que los conflictos sociales y los conflictos sexuales no eran más que las dos caras de un mismo problema: la explotación burguesa.
Los momentos históricos en los que vivió parecieron subrayar la importancia de estas consecuencias sociales de la represión, tan a menudo obviadas desde el psicoanálisis. Así, en 1927, tras la brutal represión policíaca de una manifestación popular de la que fue testigo, adhirió al Partido Comunista, aunque sin abandonar por ello su línea de investigación y trabajo, fundando en Viena seis consultorios de higiene sexual para trabajadores, bajo el supuesto de que la lucha contra el autoritarismo burgués debía plantearse en el doble plano individual y social, y que los conflictos sociales y los conflictos sexuales no eran más que las dos caras de un mismo problema: la explotación burguesa.
La publicación de "Materialismo dialéctico y psicoanálisis" fue el resultado de esta experiencia. Escrito tras un viaje a la Unión Soviética, puede considerarse como el texto inaugural de lo que con el tiempo se ha dado en llamar freudomarxismo. La concreción política de las intuiciones allí expresadas tuvo lugar, algunos años más tarde, en Berlín, donde fundó la "Liga Nacional para Política Sexual Proletaria" con la idea de fusionar el proyecto emancipalorio económico y político con el psíquico y sexual.
Sostuvo entonces que toda represión sexual tenía como fundamento el reforzamiento de la docilidad al orden social existente y defendió el derecho de los jóvenes al goce, frente a las hipocresías de la moral burguesa. Denunció a la familia como una fábrica de ideologías autoritarias y de estructuras mentales conservadoras, y planteó que la felicidad psíquica, basada en el equilibrio sexual, exigiría la destrucción del orden social patriarcal en una lucha que se hermanaría con la revolución contra el sistema capitalista y el Estado burgués.
Tras un encuentro con el antropólogo Bronislaw Malinowski (1884-1942) quien estaba interesado en la problemática sexual de las sociedades primitivas y ratificaría buena parte de sus hipótesis, se convirtió en un personaje decididamente ingrato a todos los niveles: para el nazismo, obviamente, por su condición de comunista y psicoanalista; para la propia institución psicoanalítica, cada más acomodaticia respecto al orden social existente y también para el Partido Comunista, avasallado por el puritanismo estalinista.
Comenzó entonces una etapa de exilios sin consuelo que lo llevó a Copenhague, Londres, París, Berlín y Malmo, hasta que, en 1938, aceptó una invitación para trasladarse a los Estados Unidos. Llevó consigo los primeros resultados de unas investigaciones cada vez más orientadas hacia la biología y fundó allí el "Orgone Institute" y editó el "Orgone Energy Bulletin", donde publicó sus últimas obras. Pero, en 1947, el FBI comienzó una persecución implacable contra él. Esto culminó, diez años más tarde, con el encarcelamiento y la muerte del fundador de la idea de una política sexual, idea que desde entonces no ha dejado de crecer.
Tras un encuentro con el antropólogo Bronislaw Malinowski (1884-1942) quien estaba interesado en la problemática sexual de las sociedades primitivas y ratificaría buena parte de sus hipótesis, se convirtió en un personaje decididamente ingrato a todos los niveles: para el nazismo, obviamente, por su condición de comunista y psicoanalista; para la propia institución psicoanalítica, cada más acomodaticia respecto al orden social existente y también para el Partido Comunista, avasallado por el puritanismo estalinista.
Comenzó entonces una etapa de exilios sin consuelo que lo llevó a Copenhague, Londres, París, Berlín y Malmo, hasta que, en 1938, aceptó una invitación para trasladarse a los Estados Unidos. Llevó consigo los primeros resultados de unas investigaciones cada vez más orientadas hacia la biología y fundó allí el "Orgone Institute" y editó el "Orgone Energy Bulletin", donde publicó sus últimas obras. Pero, en 1947, el FBI comienzó una persecución implacable contra él. Esto culminó, diez años más tarde, con el encarcelamiento y la muerte del fundador de la idea de una política sexual, idea que desde entonces no ha dejado de crecer.