Bueno, mi amigo Peter Orlovsky y yo estábamos dando una conferencia sobre poesía en la Universidad de Nueva York, en octubre del '71, y Dylan asistió anónimamente, solo, y se sentó al fondo. Después, más tarde, nos llamó a nuestra casa en Greenwich Village, y nos dijo que le había gustado la conferencia; así que vino esa misma tarde y agarró una guitarra que había por ahí, y empezó a improvisar. Comenzamos, él tocando blues y yo inventando las letras, cosas horripilantes que primero le causaron gracia. Después dijo: "¿Por qué no vamos al estudio y hacemos esto?". De manera que inmediatamente lo hicimos, y una semana más tarde teníamos toda una pandilla de músicos con nosotros, incluyendo algunos que habían tocado con él en su último álbum, y algunos con los que yo había trabajado en films, y un monje budista de San Francisco. Improvisamos un montón de letras y de músicas. Después me puse muy inspirado y escribí un largo poema que a Dylan le pareció algo grandioso, lo mejor, según él, que yo hice después de "Aullido". Se llamaba "September on Jessore Road" (Septiembre en el camimo a Jessore), y se basaba en un viaje que yo hice a unos campos de retiro entre Calcuta y Pakistán Oriental, en septiembre pasado. Trabajamos en colaboración por varias semanas e hicimos un disco.
¿Cuánto del disco está improvisado, y cuánto es el resultado de lo que trabajaron juntos durante ese tiempo?
Mitad y mitad. O por lo menos, la mitad fue improvisada en el estudio, y la otra mitad es material que yo tenía de antes, como algunas de las "Songs of innocence and of experience" (Canciones de inocencia y de experiencia) de William Blake, como "Nurse's song" (La canción de la enfermera), a los que les agregué la música, o "Jessore Road..."
Y con respecto a la música, ¿es de Dylan o suya?
Bueno, además de "Jessore Road...", en la que yo hice los combios de tonos, y de una canción tradicional, Dylan hizo lodo. Simplemente él se ponía a tararear, y yo ensayaba las letras. ¡Dios nos dio tanto la letra como la música! ¡A través de las manos de Dylan, las melodías, y a través de mi boca, las palabras!
¿Dylan canta en algún momento?
No, no, solamente me acompaña, haciendo el fondo. Bueno, también está en los coros de las canciones de William Blake y en algunas de las improvisaciones. ¡Dylan cantando los coros de Blake!
Adrian Mitchell, el autor de esas canciones, dijo cuando las escribió que solamente podía imaginarse a Dylan cantándolas...
¡Justo Dylan tocando esas canciones! Hicimos tres juntas, una saldrá en este disco, y dos en otro: "Spring", y también "A dream". Yo le puse música a veintiuna de las canciones de Blake. Creo que la BBC hizo un pequeño programa dedicado a ellas hace bastante tiempo atrás, y también están en un disco. Además hay otra grabación, terminada el año pasado, de otras siete canciones, y que incluye "The human abstract", "Infant joy", "The fly","The schoolboy" y otras. Después, cuando hice este trabajo con Dylan, decidí volver a hacer algo de ese material e introducir a Dylan en él. La cosa es espiritualizar todo el ambiente pop -elevar el nivel de todos los poetas pop-, para darle eternidad, para sacar a relucir la preparación que han llevado a cabo grandes poetas como Dylan y que inspiraron grandes profetas como Jagger. O maestros del lenguaje como Lennon y McCartney, porque ellos ya han contribuido a la poesía. Y si agregamos las fuerzas de un poeta regular como yo, o como puede ser el caso, Blake, y colaboramos, tal vez podríamos lograr algo que sería eternamente... ¡venerable!
Todo esto, ¿es simplemente su propio pensamiento sobre cómo deberían marchar las cosas, o es el sentimiento general de toda la gente que estuvo grabando en Nueva York?
Bueno, en realidad John Lennon va a sacar el disco a través de Apple. Cuando oyó que estábamos trabajando, se interesó inmediatamente en todo el proyecto, así que para hacerlo consultamos con él. Y Lennon mismo está trabajando acá en Nueva York con políticos y profetas como Jerry Rubin, y está viendo a Dylan de vez en cuando, lo mismo que yo a él. Hemos hecho algunas cosas juntos...
No, no...
Bueno, aparentemente entre la gente del rock, todo el mundo quiere hacer algo cada vez más noble que lo que hizo antes..., y han hecho una poderosa labor solamente al alterar la conciencia de toda la generación. Ahora, al crecer y volverse más viejos y más sabios, casi como los personajes de Blake, están buscando nuevas formas de comunicación y reuniendo partidarios, y buscando gente que los ayude, como yo. Yo mismo, que ya tengo los límites de lo que quiero hacer con mi poesía, quiero trascender ese lenguaje e introducirme también en la música. Y lo estoy aprehendiendo de mis gurús, de mis maestros, gente como Bob Dylan.
¿Por qué siente que ha alcanzado los limites de lo que está haciendo en poesía?
Porque he terminado de reunir toda mi poesía desde 1955 hasta 1971, y me encontré que he escrito una cantidad enorme de poesía, tanta, que era casi más que suficiente con respecto a lo que yo podía soportar que se editara y que la gente leyera. Era aburridor; volvía y volvía, y volvía sobre lo mismo, era todo sobre la guerra, no había fundamento, ni estructura. Tenía grandes momentos de improvisación, había algunas partes clásicas dentro de todo eso. Pero me encontré con que en total había escrito un solo poema, grande y extenso, con formas muy indefinidas, la guerra indefinida, la vida indefinida, mi conciencia indefinida... Probablemente será interesante como una cápsula de tiempo. Pero al final me cansé de esa forma y empecé a querer improvisar. Primero de todo quise poder pararme en un escenario y empezar a improvisar poesía, en lugar de leerla de un papel. Y después, empecé a meterme más y más en la poesía cantada, y comencé a escribir melodías para los poemas de Blake, porque Blake también estaba en cantar las canciones de la Inocencia y la Experiencia. Así que me encontré de repente adentro de la música, como una derivación natural de la poesía. Y además de esto, estaba siempre presente en mí la toería de Ezra Pound de que cuando la poesía y el lenguaje están separados de la música, la poesía se atenúa, lo mismo que el intelecto, a menos que se dé efectivamente una interunión de inspiración psicológica.
Pero, ¿qué piensa de los otros efectos, de lo que está haciendo en el ambiente musical del rock? Después de todo lo fácil que a usted puede resultarle trabajar con Dylan o Lennon, pienso que sería una posición diferente si le propusieran tratar de colaborar con Mick Jagger, por ejemplo.
Bueno, no. Realmente la primera persona con la que me propuse trabajar fue Jagger. Hace años atrás lo conocí bastente bien, en el sentido de que solía verlo una vez por semana, en Londres, en el '65, y recuerdo que en ese entonces le cantaba unos poemas de Blake llamados "Grey monk" (El monje gris). No es que Jagger sea un hombre muy inteligente; lo es tanto como cualquiera, pero tal vez más conscientemente que la mayoría. Me gustaría trabajar incidentalmente con él, ¡si es que él llega a leer esto! Es la próxima persona con la que me gustaría trabajar en términos de música y poesía; tengo algunas ideas muy específicas.
¿Cómo qué?
Jagger es un maestro de los blues muy, muy lentos, y me gustaría improvisar blues con él porque he estado estudiando esta forma de música.
Cuando habla de improvisar, creo que debe hablar de improvisar sobre algo, como un tema o una idea o un sentimiento.
Bueno, no exactamente. Un sentimiento, sí. Pero debe ser la primera idea que se viene a la cabeza la que determina el resto del poema. Algunas de las canciones de este disco son ocurrencias accidentales, improvisadas directamente en el estudio. Dylan comienza sacando unos pocos tonos del tema, y algo de alguna conversación que tuvimos más temprano aparece dentro de mi cabeza. Después, en el paso próximo, él pone en marcha un ritmo regular, y yo obtengo una forma lírica más o menos estable. Y esa es la primera y única toma, la primera y única completa. ¡Creo que son las primaras ocurrencias!
Usted encontró muy benéfica la música de Dylan...
El fue particularmente benéfico para mí, con respecto a mis enfoques. Me dijo: "¡Uno puede ir tan lejos como quiera!" . Y yo le pregunté: "¿Qué quieres decir? ¿Sexualmente?". A lo que él me respondió: "Seguro, hay que decir lo que uno quiera. Cualquier cosa". Me dio, en cierto sentido, permiso para abrirme.
Pero en cuanto a la música...
Bueno, la música es benevolencia, y de todas formas, Dylan es un músico muy alerta. Sabe exactamente dónde está, y puede oír a los demás. Y es muy humilde, aunque parezca extraño, como si en realidad intentara darme una base musical que yo pueda usar. Más que confundirme, o tratar de impresionarme, él estaba intentando trabajar conmigo.
Escuchando las cintas originales, hay un momento en que Dylan grita: "¡Enrollen las cintas!", y de la confusión general, de repente emerge una tema y usted empieza a improvisar una canción sobre un canillita homosexual llamado Jimmy Berman.
No soy un historiador como para saber si lo que estamos haciendo es restablecer algo ya perdido del jazz, pero recuerdo que el jazz primitivo se apoyaba sobre los blues de la gente negra, y la improvisación, además de estar expresada en lenguaje natural, encerraba un deseo sexual. Lo que es justamente lo que nosotros estamos tratando de hacer.
Bueno, Dylan siempre improvisó un poquito. Hace algunos años, en el '65, me dijo que... Yo le pregunté cómo hacía lo que hace, y me dijo que él solía ir al estudio, charlar con los músicos y tararear en el micrófono; después iba al cuarto de control y escuchaba lo que había hecho, y lo copiaba, tal vez lo arreglaba un poco, y luego volvía al micrófono y lo cantaba más directamente. No sé si todavía sigue haciendo lo mismo. Pienso que él atravesó una etapa en la que quería gran precisión y condensación, más o menos cuando hizo "John Wesley Harding" y "To be outside the law you must be honest". Y creo que a raíz de eso, empezó a preocuparse por la poesía escrita, sin abstracciones. El estaba detrás de eso como artista, y todo lo referente al arte le interesaba, como le interesaría a cualquiera.
¿Sería muy simple decir que mientras Dylan se interna cada vez más en la política y la protesta, usted se está metiendo más en el rock, y así se encuentran a mitad de camino? Quiero decir que sería un acontecimiento muy importante, como complementación.
Bueno, no sé sí se está internando más en política de lo que siempre estuvo, porque siempre se comprometió socialmente; la cuestión es encontrar un camino, una forma, y articularlo. Y su silencio, que fue la transustanciación y recuperación de una enfermedad, fue interpretada como algo místico en lugar de lo que fue, o sea, ¡un tipo tratando de reponerse y sobrevivir con el cuello roto! Las canciones que hemos estado haciendo son políticas. Una de ellas es "Going to San Diego", y es una descripción del viaje por carretera para la Convención Republicana de San Diego, y termina: "Viejo señor Nixon, mejor inclínese ante el Tío Sam junto a todos esos políticos: mejor elija al Cordero". Lo que es más o menos la política de William Blake, la política sobrenatural.
¿Puede ampliar eso de "política sobrenatural"?
Finalmente nos dimos cuenta de que somos un planeta, un ser, una conciencia ecológica, una mente. Hay una nueva conciencia en el planeta debido a la condición global de los sistemas nerviosos, digamos un poco electrificados, de manera que alcanzan tanto, que el sonido de una sóla voz se oye en todo el mundo. La voz de Lennon o McCartney o Harrison se escucha en toda Asia, la de Nixon en Indochina en forma de bombas y de napalm. Así que finalmente todo lo que hacemos afecta a los demás. Pero ahora todos están conscientes de esto, como si de repente todos se dieran cuenta de que el mundo es una nave espacial, o un ser simple formado por muchas células entretejidas, intercomunicadas y conscientes la una de la otra. De manera que cualquier movimiento político que hagamos de aquí en adelante deberá considerar que somos solamente una célula de una unidad interplanetaria más glande. Y que el planeta está destinado a la destrucción ahora, por nuestro comportamiento, por lo menos el comportamiento de los Estados Unidos, el consumo conspicuo y la contaminación de los océanos y el aire. Luego, debe ponerse en práctica la política sobrenatural, pero natural en el sentido en que Dylan Thomas y William Blake lo sabían. Supernatural: en eso nadie se dio cuenta de que todos éramos Dios de un extremo a otro.