Erich von Stroheim (1885-1957) es una de las
personalidades fundamentales de la historia del cine. Nacido en Austria y
radicado en Estados Unidos en 1909, desempeñó múltiples actividades en el
espacio cinematográfico: extra, ayudante de dirección, actor, guionista,
productor y director. Gran admirador de David W.
Griffith (1875-1948) y Raoul Walsh (1887-1980),
se destacó como actor interpretando personajes morbosos e irracionales, inhumanos e implacables, frívolos
y decadentes. En suma, parásitos sociales deambulando en un mundo decadente de lujuria y degeneración (sobre todo su mítico personaje de un aristócrata y despótico militar prusiano). "For France" (Para Francia), "Hearts of the world"
(Corazones del mundo) y "Foolish wives" (Esposas frívolas) son sólo
algunas muestras de un espectáculo sumamente transgresor para las normas
morales y comerciales de aquella época. Como director fue reconocido por su singular y
detallado realismo y su gusto por lo grotesco y lo insólito. Creador de
atrevidas puestas en escena basadas en la psicología del comportamiento
humano, y de una estructura narrativa novedosa en la que el análisis de los
personajes era más importante que las incidencias dramáticas de la intriga,
entre sus films más destacados se cuentan "Blind husbands" (Corazón olvidado),
"Greed (Avaricia) y "The merry widow" (La viuda alegre). Tras mantener relaciones traumáticas con los estudios
Universal y Metro Goldwyn Mayer, se trasladó a Francia a mediados de la década
del '30, donde intervino como actor en numerosas películas sonoras, entre otras
en "La grande illusion" (La gran ilusión) de Jean Renoir (1894-1979) y "La
danse de la mort" (La danza de la muerte) de Marcel Cravenne
(1908-2002). Tras un breve paso por Estados Unidos para protagonizar, entre
otras, "Five graves to Cairo" (Cinco
tumbas al Cairo) y "Sunset Boulevard" (El crepúsculo de los dioses), ambas de
Billy Wilder (1906-2002), regresó a Francia donde fallecería. En ocasión de la exhibición del film "Avaricia" en
un par de cines de Montevideo, Alsina Thevenet
publicó en la sección Espectáculos del diario "El País", en julio de 1956, un artículo relacionado con el film que von Stroheim realizara en 1923.
Cine Universitario y Cine Club exhibirán en los próximos días "Creed" (1923) de Erich von Stroheim. El film es uno de los clásicos indiscutidos del cine, la obra máxima de un artista mayor, pero ese artista es casi desconocido para el público de hoy o equívocamente famoso por su labor como intérprete.
Von Stroheim nació en Viena en 1885, fue educado para la carrera militar, no se sintió atraído por su ambiente paterno, emigró a América en 1909 y allí desempeñó variedad de humildes empleos. En 1914 integró las listas de extras en Hollywood, ascendiendo de inmediato a intérprete, a ayudante de director y a consejero militar en films de varios realizadores y principalmente (desde "Intolerance", 1916) en los films de D.W. Griffith, por quien von Stroheim profesó y mantuvo una devota admiración.
En 1928, el rodaje de su "Queen Kelly" fue interrumpido por la imprevista llegada del cine sonoro, y aunque su estrella Gloria Swanson permitió la circulación de un arreglo hecho con los fragmentos filmados, von Stroheim nunca reconoció a ese título como propio. En 1933, un incidente similar ocurrió con "Walking down Broadway", que la empresa Fox se negó a distribuir en la versión de von Stroheim, arreglando con otro director una recomposición del material filmado. En 1939 y en Francia, la guerra frustró otros planes de von Stroheim que pensaba dirigir "La dame blanche", también sobre un tema propio, como casi todo lo suyo.
Cine Universitario y Cine Club exhibirán en los próximos días "Creed" (1923) de Erich von Stroheim. El film es uno de los clásicos indiscutidos del cine, la obra máxima de un artista mayor, pero ese artista es casi desconocido para el público de hoy o equívocamente famoso por su labor como intérprete.
Von Stroheim nació en Viena en 1885, fue educado para la carrera militar, no se sintió atraído por su ambiente paterno, emigró a América en 1909 y allí desempeñó variedad de humildes empleos. En 1914 integró las listas de extras en Hollywood, ascendiendo de inmediato a intérprete, a ayudante de director y a consejero militar en films de varios realizadores y principalmente (desde "Intolerance", 1916) en los films de D.W. Griffith, por quien von Stroheim profesó y mantuvo una devota admiración.
En 1918 convenció a la empresa Universal de
que se le permitiera dirigir un tema propio y así debutó como realizador en "Blind husbands", título de éxito al que siguió de inmediato "The devil's passkey";
ambos films planteaban temas de matrimonio y adulterio, enfocados con malicia.
Sus triunfos impulsaron a von Stroheim hasta un ambicioso plan de realizar un
largo film en dos partes, que sería exhibido con un intervalo. Bajo el título "Foolish wives", este film habría de causar un escándalo por su costo, por la
propaganda extravagante y por el tema de sociedad corrupta, delito y sexo que
allí se proponía; en cuanto a su metraje, la empresa Universal lo cortó en una
tercera parte, ocasionando fallas de ilación en el asunto y provocando un conflicto
entre empresa y realizador. Esta pelea culminó en el film siguiente, "Merry go round",
del que von Stroheim fue despedido antes de terminar el rodaje, y cuyo final
se confió a otro director.
Así terminadas sus relaciones con Universal, pero
famoso y discutido como creador, von Stroheim fue llamado por la Goldwyn
Company para filmar con entera libertad. Eligió la adaptación cinematográfica
de "McTeague", una novela realista de Frank Norris que le había
impresionado en los últimos años y que narra la lenta corrupción de la avaricia
sobre un grupo de personajes, dando una cruda visión del mundo materialista.
Para este film, que habría de llamarse "Creed", von Stroheim y su equipo
trabajaron nueve meses en San Francisco y en el Valle de la Muerte, respetando
en un todo el propósito de trasladar íntegramente la novela y de filmarla en
escenarios auténticos. Tras una labor extenuante, von Stroheim regresó con un
film de aproximadamente ocho horas de duración, que él mismo redujo a cuatro
horas. En esos meses la Goldwyn Co. se había convertido en Metro-Goldwyn bajo
otros jerarcas, y éstos insistieron en cortar el film hasta una duración
normal. Así eliminaron de "Creed" tres grandes sectores del argumento y multitud
de detalles, arruinando según von Stroheim toda su obra de dos años, de la que
sólo quedó una escasa síntesis (dos horas veinticinco minutos en la versión que ahora se
exhibe); el celuloide restante fue destruido.
Este
incidente de 1923, poblado de repercusiones y agudizado por la riqueza
temática y formal del film, no impidió que von Stroheim terminara su contrato
con Metro, empresa para la que realizó aún otro film. En 1925 logró así con "The
merry widow" el gran éxito público de su carrera, adaptando para el cine una
opereta a la que pobló sin embargo con los toques de refinamiento
aristocrático, sadismo, desviación sexual y tono satírico que han abundado en
su obra. Con similar espíritu y con un extenso tema propio filmó en seguida "The
wedding march", donde asoman intervalos de nobleza y romanticismo, entre una
aguda sátira a aristocracia, realeza, prejuicio y mundo burgués. Aunque fue
realizado para un productor independiente, el film pasó a ser propiedad de
Paramount, empresa que lo juzgó muy largo, sólo distribuyó mundialmente la
primera mitad y entregó la segunda al arreglo de otro director (Josef von
Sternberg) sin conseguir empero ningún resultado memorable. Así tuvo von
Stroheim el tercer gran incidente de su carrera de director, cuya posterior
frustración no pudo evitar.
En 1928, el rodaje de su "Queen Kelly" fue interrumpido por la imprevista llegada del cine sonoro, y aunque su estrella Gloria Swanson permitió la circulación de un arreglo hecho con los fragmentos filmados, von Stroheim nunca reconoció a ese título como propio. En 1933, un incidente similar ocurrió con "Walking down Broadway", que la empresa Fox se negó a distribuir en la versión de von Stroheim, arreglando con otro director una recomposición del material filmado. En 1939 y en Francia, la guerra frustró otros planes de von Stroheim que pensaba dirigir "La dame blanche", también sobre un tema propio, como casi todo lo suyo.
Desde
1929 von Stroheim trabajó durante veinticinco años en cerca de cuarenta films
americanos, franceses e ingleses, alguna vez como libretista y mayormente como
intérprete. De esa lista cabe recordar su figuración en "La grande illusion" (Jean
Renoir, 1937), "Les disparus de Saint Agil" (Christian Jaque, 1938) y "Sunset
Boulevard" (Billy Wilder, 1950); para el film de Renoir colaboró también como
libretista, enriqueciendo a su personaje von Rauffenstein, un general alemán y
aristocrático. En los últimos años von Stroheim ha vivido en Francia, ha
escrito novelas y ha mantenido escaso contacto con el cine (Von Stroheim murió en Francia el 12 de mayo de 1957). A principios de
1954 figuró como invitado especial en el Festival de San Pablo, donde se
exhibió una retrospectiva de sus viejos films y donde el realizador se
convirtió en el personaje más celebrado y respetado entre los muchos nombres
famosos que allí concurrieron; la recepción pública a "Creed" y "The wedding march" fue allí la de una singular y mantenida aclamación.
Von Stroheim fue un inadaptado y un modelo de inadaptados. El espíritu estrictamente amateur, la intransigencia con sus productores, el manejo libérrimo de tiempo y dinero ajenos, la audacia de sus temas, la obsesión germánica por la construcción de escenarios y por el ajuste de detalles, la aspiración de grandeza con la que se proponía films de duración doble, ocasionaron su reiterado conflicto con Hollywood y en definitiva su alejamiento como director. Mucho se ha escrito sobre tales conflictos, tanto en favor como en contra de von Stroheim, y uno de los reproches que se le dirigen es el no haber aprendido la capacidad de síntesis que le hubiera permitido un mejor dominio del montaje: su forma narrativa no depende tanto de la sucesión temporal de tomas como de la acumulación y riqueza con que planeaba cada escena. Con el tiempo, el nombre de von Stroheim sería citado como modelo de otros conflictos entre arte e industria, particularmente en los casos de Orson Welles (con RKO, 1942) y de John Huston (con MGM, 1950).
Von Stroheim fue un inadaptado y un modelo de inadaptados. El espíritu estrictamente amateur, la intransigencia con sus productores, el manejo libérrimo de tiempo y dinero ajenos, la audacia de sus temas, la obsesión germánica por la construcción de escenarios y por el ajuste de detalles, la aspiración de grandeza con la que se proponía films de duración doble, ocasionaron su reiterado conflicto con Hollywood y en definitiva su alejamiento como director. Mucho se ha escrito sobre tales conflictos, tanto en favor como en contra de von Stroheim, y uno de los reproches que se le dirigen es el no haber aprendido la capacidad de síntesis que le hubiera permitido un mejor dominio del montaje: su forma narrativa no depende tanto de la sucesión temporal de tomas como de la acumulación y riqueza con que planeaba cada escena. Con el tiempo, el nombre de von Stroheim sería citado como modelo de otros conflictos entre arte e industria, particularmente en los casos de Orson Welles (con RKO, 1942) y de John Huston (con MGM, 1950).
A
pesar del reiterado fracaso, toda la obra de von Stroheim dejó una enseñanza
para el cine posterior y algunos de sus films se mantienen como obras únicas,
como clásicos del cine. Dentro de la natural inclinación de toda post-guerra
hacia el realismo artístico, von Stroheim aportó audacias temáticas, trasladó
satíricamente un mundo europeo de aristocracia corrupta, marcó contrastes sociales
y económicos entre clases distintas, apuntó motivaciones sexuales casi siempre
perversas para muchos de sus personajes, dio relieve y profundidad a su psicología,
desde el toque Karamazov con que construyó su protagonista Karamzin en "Foolish
wives" hasta las transferencias y sublimaciones freudianas que pueden señalarse
en los temas de "Greed" y de "Walking down Broadway". Su actitud general como
dramaturgo fue la lucha contra lo convencional, la burla al mundo burgués, la
carencia de simpatía hacia sus propios personajes, visible en la justicia con
que castiga a sus figuras principales y en la frecuencia con que sus figuras
secundarias son presentadas como inválidos, enanos, rengos y otros deformes
físicos y mentales.
Se ha señalado que su tono general es el de un misántropo, pese a la ocasional presencia de ternura y aun de romanticismo en fragmentos de "The wedding march" y de "Quecn Kelly", pero debe señalarse igualmente la imparcialidad con que trata a sus figuras, sin dividir artificialmente el mundo entre héroes y villanos. Su equilibrio está hecho de contrastes, de aventureros atractivos pero finalmente castigados, de víctimas que no son enteramente inocentes. Uno de sus recursos preferidos fue el deliberado choque entre el suceso y su ambiente: una escena de amor es ubicada sobre un caño de desagüe (en "Creed"), el compromiso matrimonial de sus hijos es convenido por dos ancianos durante una orgía en un prostíbulo ("The wedding march"), una seducción es comenzada en las cercanías de un convento ("Queen Kelly").
Se ha señalado que su tono general es el de un misántropo, pese a la ocasional presencia de ternura y aun de romanticismo en fragmentos de "The wedding march" y de "Quecn Kelly", pero debe señalarse igualmente la imparcialidad con que trata a sus figuras, sin dividir artificialmente el mundo entre héroes y villanos. Su equilibrio está hecho de contrastes, de aventureros atractivos pero finalmente castigados, de víctimas que no son enteramente inocentes. Uno de sus recursos preferidos fue el deliberado choque entre el suceso y su ambiente: una escena de amor es ubicada sobre un caño de desagüe (en "Creed"), el compromiso matrimonial de sus hijos es convenido por dos ancianos durante una orgía en un prostíbulo ("The wedding march"), una seducción es comenzada en las cercanías de un convento ("Queen Kelly").
En
forma cinematográfica y en sistemas de filmación, von Stroheim fue tan
revolucionario como en sus temas. En una reacción hacia los artificios
habituales del cine de 1920, implantó un naturalismo de conducta para sus
personajes y una actitud anti-literaria para sus diálogos. Fue uno de los
primeros realizadores en exigir escenarios auténticos, sin telones pintados,
para ubicar su acción, y ha declarado que "Greed" fue el primer film enteramente
rodado sin reconstruir un sólo escenario en estudios; el realismo era allí su
aspiración. Creó sus propias estrellas y aspiró a prescindir de intérpretes
consagrados, a quienes sólo admitió cuando no tuvo otra alternativa (Mae
Murray y John Gilbert en "The merry widow", Gloria Swanson en "Queen Kelly"). Desarrolló
las enseñanzas de Griffith en cuanto a intercalación de primeros planos para
señalar detalles elocuentes (las manos restregadas en "Greed") y ubicó metáforas
visuales de alta imaginación, como las manos esqueléticas que tocan en el
órgano de una iglesia durante la boda ("The wedding march"), la otra boda contrastada
con un simultáneo funeral ("Greed"), o todo el simbolismo de gato y pájaros que
aparecen como contrafiguras de sus personajes ("Greed"). Fue resistido por querer
ser a un tiempo el autor y el director de sus films, como Hollywood sólo lo
admitiría mucho más tarde (Orson Welles, Preston Sturges, John Huston, Robert
Rossen, Nunnally Johnson).
La
riqueza de la obra de von Stroheim determinó la amplitud de la influencia que
habría de ejercer sobre el cine posterior. En Francia, Jean Renoir declaró que
después de haber visto "Foolish wives" en 1922 resolvió abandonar la pintura y
dedicarse al cine. En Rusia, "Greed" fue exhibida como enseñanza a todos los
jóvenes directores, según fuera declarado por Pudovkin. En Alemania, el realismo
social y psicológico de Pabst fue explicado como una derivación del que
Stroheim había aportado a Hollywood en los años previos. En el mismo
Hollywood, varias líneas de influencia pueden ser trazadas hacia direcciones
muy distintas y casi todas ellas parten de "Creed", obra amplísima. La sátira a
la burguesía, con un fragmento particularmente humorístico, es un claro
antecedente de comedias americanas (Lubitsch, Preston Sturges, Billy Wilder) y
también de las sátiras que Rene Clair haría en Francia, especialmente "Un
chapeau de paille d'Italie".
En otros sentidos, el realismo exterior con que "Creed" presenta a la sociedad americana ha sido establecido como un antecedente de una escuela representada entre otros por John Huston ("Asphalt jungle", "Treasure of Sierra Madre"). El método de enriquecer cada escena y de combinar naturalismo con simbolismo ha sido adoptado y desarrollado luego por William Wyler, señalándose la similitud entre algunas tomas de "Creed" y otras de "The little foxes". Y desde luego habría que agregar la enseñanza que explícitamente han reconocido otros directores, como Jacques Becker y H.G. Clouzot.
En otros sentidos, el realismo exterior con que "Creed" presenta a la sociedad americana ha sido establecido como un antecedente de una escuela representada entre otros por John Huston ("Asphalt jungle", "Treasure of Sierra Madre"). El método de enriquecer cada escena y de combinar naturalismo con simbolismo ha sido adoptado y desarrollado luego por William Wyler, señalándose la similitud entre algunas tomas de "Creed" y otras de "The little foxes". Y desde luego habría que agregar la enseñanza que explícitamente han reconocido otros directores, como Jacques Becker y H.G. Clouzot.
Es
casi inevitable el admirado asombro que el espectador de hoy experimenta al
revisar "Creed" y "The wedding march", que son, pese a todo, las obras menos
fragmentarias y más coherentes de su creador, pero aunque todos sus films
hubieran sido ya anulados por el tiempo, la influencia de von Síroheim habría
sido decisiva, como sólo lo fueron las de Griffíth y Chaplin en el cine mudo.