25 de mayo de 2008

Elizabeth Bishop o el arte de perder

La poetisa norteamericana Elizabeth Bishop nació en Worcester, Massachusetts, el 8 de febrero de 1911 y falleció en Boston, el 6 de octubre de 1979 mientras se desempeñaba como profesora en la Universidad de Harvard. No fue una escritora muy prolífica, pero la profundidad, la calidad y la innovación de su obra la convirtieron en una referente necesaria dentro de la poesía del siglo XX. Publicó su primer libro cuando tenía treinta y cinco años, y su obra se reduce a cuatro poemarios: "North & south" (Norte & sur, 1946), "A cold spring" (Una fría primavera, 1955), "Questions of travel (Cuestiones de viaje, 1965) y "Geography III" (Geografía III, 1976), además de las compilaciones "The complete poems" (Poemas completos, 1969) y la póstuma "New poems" (Nuevos poemas, 1979).
Así como sus dos primeros libros fueron premiados con el Pulitzer, el resto de sus poemarios fueron distinguidos con los galardones más prestigiosos de su país: el National Book Award y el National Book Critics Circle. El reconocimiento de la crítica especializada es unánime, al igual que el de sus contemporáneos. El poeta y ensayista mexicano Octavio Paz (1914-1998) escribió: "Tiene la ligereza de un sueño y la gravedad de una decisión. Sus poemas son construcciones muy rigurosas y, en apariencia, tradicionales, pero los efectos son turbadores".
He aquí un par de sus más recordados poemas:

ONE ART
The art of losing isn't hard to master;
so many things seem filled with the intent
to be lost that their loss is no disaster.

Lose something every day. Accept the fluster
of lost door keys, the hour badly spent.
The art of losing isn't hard to master.

Then practice losing farther, losing faster:
places, and names, and where it was you meant
to travel. None of these will bring disaster.

I lost my mother's watch. And look! my last, or
next to last, of three loved houses went.
The art of losing isn't hard to master.

I lost two cities, lovely ones. And, vaster,
some realms I owned, two rivers, a continent.
I miss them, but it wasn't a disaster.

Even losing you (the joking voice, a gesture
I love) I shan't have lied. It's evident
the art of losing's not too hard to master
though it may look like (write it!) like disaster.

UN ARTE
El arte de perder no es muy difícil;
tantas cosas contienen el germen
de la pérdida, pero perderlas no es un desastre.

Pierde algo cada día. Acepta la inquietud de perder
las llaves de las puertas, la horas malgastadas.
El arte de perder no es muy difícil.

Después intenta perder lejana, rápidamente:
lugares, y nombres, y la escala siguiente de
tu viaje. Nada de eso será un desastre.

Perdí el reloj de mi madre. ¡Y mira! desaparecieron
la última o la penúltima de mis tres queridas casas.
El arte de perder no es muy difícil.

Perdí dos ciudades entrañables. Y un inmenso
reino que era mío, dos ríos y un continente.
Los extraño, pero no ha sido un desastre.

Ni aun perdiéndote a ti (la cariñosa voz, el gesto
que amo) me podré engañar. Es evidente
que el arte de perder no es muy difícil,
aunque pueda parecer (¡escríbelo!) un desastre.


SONNET
I am in need of music that would flow
Over my fretful, feeling finger-tips,
Over my bitter-tainted, trembling lips,
With melody, deep, clear, and liquid-slow.


Oh, for the healing swaying, old and low,
Of some song sung to rest the tired dead,
A song to fall like water on my head,
And over quivering limbs, dream flushed to glow!


There is a magic made by melody:
A spell of rest, and quiet breath, and cool
Heart, that sinks through fading colors deep
To the subaqueous stillness of the sea,
And floats forever in a moon-green pool,

Held in the arms of rhythm and of sleep.

SONETO
Necesito de la música que pueda flotar
Sobre las inquietas puntas de mis dedos,
Sobre mis amargos y manchados, temblorosos labios,
Con melodía profunda, clara y lentamente líquida.


Oh, el curativo balanceo, viejo y humilde,
De alguna canción que sonó para el descanso del alma agotada,
Una canción que se derrama, como agua fría, sobre la cabeza
¡Y sobre estremecidos miembros, los sueños salen a caminar!


Hay algo mágico creado por la melodía:
Un hechizo de tranquilidad, una quieta respiración
Y un corazón fresco que se sumerge atravesando colores marchitos
Hacia la honda, sumergida tranquilidad marina,
Y que flota siempre en un charco, verdoso por la luna,
Alzado en brazos por el sueño y el ritmo.