30 de abril de 2008
A propósito del gobierno y el pueblo
Ante este sombrío panorama los argentinos -sumergidos hasta el cuello en un marasmo de descomunales proporciones- asistimos impávidos a nuestro desmoronamiento como nación soberana al compás de una dirigencia cipaya, egoísta e indiferente. La decadencia, al parecer irrefrenable, gana terreno día a día en desmedro de este país que alguna vez pudimos mostrar con orgullo. Nuestros abuelos inmigrantes que abandonaron la tierra de sus orígenes huyendo de la pobreza y las guerras, pueden dar testimonio fiel de este hecho. Ellos llegaron con lo puesto y, quienes más quienes menos, lograron progresar al tiempo que hacían crecer a la Argentina como ningún otro país hispanoparlante sudamericano. Hoy, en cambio, la usurpación de nuestra riqueza, de nuestra cultura, de nuestras ilusiones, de nuestras esperanzas, se ha vuelto razonable, auténtica, hasta tal punto que nos quieren hacer creer que es eterna e inevitable. Ante este escenario cruel y demoledor, decía Julio Cortázar (1914-1984) "sólo nos queda protagonizar pequeños actos que, aunque por sí solos no resuelvan nada, por lo menos nieguen la exclusividad del despojo y la omnipotencia de la desdicha".
Cada uno de nosotros se encuentra solo en la sociedad y hasta enfrentado a ella. A veces, pareciera que el único recurso que tenemos a nuestro alcance para hacerle frente a la violencia cotidiana que nos oprime es oponerle nuestra propia violencia, aquella que somos capaces de ejercer y esto nos conduce invariablemente a un epílogo signado por la destrucción.
La corrupción por el poder genera a cada instante más fastidio y rencor, y los pequeños logros individuales sólo calman momentáneamente el dolor que sentimos, ya que las jerarquías económicas y sociales no se modifican y el sometimiento y la humillación permanecen incólumes. Habrá que romper entonces la dictadura de los tecnócratas que nos avasalla desde el poder, la conjura de los necios que nos asuela desde los medios y la ignorancia de los lúmpenes que nos traiciona desde las bases, para transformar esta democracia puramente formal que sólo abastece a las clases dominantes, en una democracia inequívocamente popular que atienda las necesidades de las mayorías.
Está claro que los artífices de la globalización, que todo lo someten al espíritu mercantil y monetarista, están profundamente interesados en mantenernos en este estado de miserable postración del que sacan jugoso provecho. Necesitamos un cambio general, y ese cambio debe empezar por las relaciones materiales de la sociedad, las mismas que hasta hoy nos han llevado a esta situación, tanto por acción como por omisión. Decía el novelista inglés Graham Greene (1904-1991) que "la muerte es el único valor absoluto en el mundo. Basta perder la vida para no perder nunca nada más". Al paso que vamos, más temprano que tarde, vamos a perder la vida, pero no como individuos sino como sociedad organizada; y eso también es un valor, si no absoluto, al menos primordial. Los síntomas ya están a la vista.
Por último, más que esperar en condiciones paupérrimas los resultados de promesas que jamás se cumplirán, aguardando en vano la redistribución de la riqueza y el funcionamiento de la justicia, ¿es muy insensato pedir que se tornen más decentes las vidas de los desocupados, los marginales, los excluidos? Ya va siendo tiempo de darle a esas vidas -las nuestras- un verdadero sentido, enmarcado por la dignidad y los derechos, y libre de los caprichos de quienes nos engañan y se enriquecen con nuestro esfuerzo. ¿O acaso es muy insensato esperar que se nos trate con respeto?
Con respecto a nuestros gobernantes -todos-, vale recurrir al filósofo alemán Georg Lichtemberg (1742-1799): "Daría cualquier cosa por saber verdaderamente en provecho de quién se han realizado los actos que se proclama haber hecho por la patria". En cambio, para referirse a lo que pasa con el pueblo, vale recurrir al escritor argentino Roberto Arlt (1900-1942): "En realidad, uno no sabe que pensar de la gente. Si son idiotas en serio, o si se toman a pecho la burda comedia que representan en todas las horas de sus días y sus noches". Es evidente que en ambos casos ya es hora de cambiar: que los honestos reaccionen para que los corruptos dejen de gobernar.
El primer ferrocarril de la Argentina
El viaje inaugural convocó a una enorme cantidad de público aquel sábado 29 de agosto de 1857 en la estación Del Parque. Tras media hora de viaje, el tren llegó a la estación La Floresta, en donde los pasajeros fueron agasajados con un almuerzo. Desde su inauguración, los trenes partían regularmente hacia el oeste todos los días a las 9, 12 y 15 hs. y regresaban hacia el centro a las 11, 14 y 17 hs., costando los pasajes entre ambas cabeceras en primera clase $10.- y en segunda $ 5.-. La estación Caballito estaba ubicada en la esquina de la calle del mismo nombre (hoy Martín de Gainza) y era apenas un pequeño edificio de madera con techo de chapas. Contaba con cuatro bancos de madera y una angosta plataforma de aproximadamente un metro y medio de ancho, la que era utilizada para facilitar el ascenso y descenso de los pasajeros.Un antiguo residente del partido de Flores del que era Juez de Paz, don Carlos Naón (1803-1861), había donado una manzana de su quinta al Ferrocarril del Oeste en 1856 y allí se construyó dicha estación. En los alrededores había una gran cantidad de quintas pertenecientes a los habitantes de Buenos Aires que buscaban un lugar de descanso apartándose del centro.El ferrocarril, que pertenecía a una compañía constituida por empresarios nacionales, tuvo muchas dificultades financieras, por lo que el 1° de enero de 1863 fue adquirido por la Provincia de Buenos Aires, quien lo explotó hasta 1889, fecha en que fue vendido a la compañía británica Buenos Aires Western Railway Ltda.Hacia 1902, se instaló la cabecera este en la estación Once de Septiembre y, a los efectos de mejorar el tránsito tanto del ferrocarril como de los vehículos que atravesaban las vías por las calles transversales, se decidió hacerlas correr a 6 metros bajo el nivel del suelo hasta la calle Rojas en Caballito. Para ello, se iniciaron las obras el 10 de mayo de 1902 para concluirlas dos años más tarde, hacia fines de 1904. Las obras costaron 1.200.000 pesos oro e incluían, además del tendido de dos vías adicionales, la construcción de puentes de hierro y acero para atravesarlas. En 1914 se electrificó el ramal entre Once y Caballito y el 30 de abril de 1923 se inauguró el servicio eléctrico hasta Moreno. Por ese entonces, la empresa contaba con 47 coches motor y 45 vagones.Mientras tanto, en 1863, se inició la construcción del Ferrocarril Central Argentino, de Rosario a Córdoba. Por la misma época, en 1862, se firmó el contrato para la construcción del Ferrocarril Sud, cuyo trazado de trocha ancha corría desde el Mercado de Constitución hasta Chascomús. Hacia 1880 se habían construído 2.516 kilómetros de vías, de los cuales 1.227 pertenecían al Estado, 2.544 al Andino, 427 a la provincia de Buenos Aires y el resto se distribuía entre siete empresas privadas. La red ferroviaria alcanzó con la generación del '80 una extensión de 9.397 kilómetros y las inversiones alcanzaban un monto de 320 millones de pesos oro.La rápida extensión ferroviaria fue potenciada por el interés político de utilizar al nuevo transporte como un eficaz mecanismo para el control del territorio nacional. Si bien los ferrocarriles, en aquellos años, colaboraron para mejorar la recaudación de la aduana, fortaleciendo el dominio porteño sobre el resto de las provincias, mayor interés económico tuvieron los capitales extranjeros. Fueron los ingleses, quienes encontraron en los trenes de carga un medio rápido y eficaz en el proceso de traslado de materia prima a zonas portuarias, para desde allí embarcarlas rumbo a Europa.A principio del siglo XX, el desarrollo ferroviario impulsó el crecimiento agropecuario y sus exportaciones a Europa. Un desarrollo que tenía como contrapartida el estancamiento de la Argentina industrial. Fueron años donde nuestro país importaba, del viejo continente, productos manufacturados con materia prima argentina.
La corrupción y el deterioro social
"Transparency International" (Transparencia Internacional), con sede en Berlín, elabora el Indice de Percepción de la Corrupción, en cuyo ranking los países latinoamericanos ostentan el dudoso privilegio de estar entre los peor calificados del planeta junto a los africanos y en las antípodas de Dinamarca, Finlandia, Suecia, Canadá u Holanda quienes califican como los más honestos del mundo.
Si bien la corrupción ha existido siempre y en todas partes, es evidente que en los últimos años el fenómeno se ha desarrollado exponencialmente. Hay un notorio debilitamiento de las bases republicanas a partir de los sucesivos quiebres institucionales que padecieron muchos paises en las últimas décadas. Golpes de estado, asonadas, rebeliones y chirinadas, se sucedieron ante la notable indiferencia de la gente, que en mayor o menor grado, aprobó con naturalidad las interrupciones al orden constitucional sin advertir las trágicas consecuencias que tales hechos traerían aparejados en la vida cotidiana de todos los ciudadanos.Ciertamente, cada gobierno (de facto o constitucional) que asumía, comenzaba su gestión arrastrando "la pesada herencia" que le dejaba el anterior, desdeñando la responsabilidad que le cabía, ya sea por acción u omisión durante el período precedente, remitiéndonos al viejo cuento del huevo y la gallina; pero lo que es absolutamente cierto es que jamás la corrupción fue tan desembozada como en los últimos tiempos. Basta hacer un ligero ejercicio de la memoria para encontrar suficientes episodios que sustentan acabadamente esta aseveración.Cuando se habla de corrupción, se tiende a responsabilizar solamente a algunos sectores de la sociedad como los políticos, los sindicalistas o los empresarios como sus exclusivos depositarios, aunque también existen personas que creen que se da necesariamente dentro de las estructuras del Estado, presuponiendo que sus mecanismos permiten crear focos de corrupción que se reducirán en la medida que éste desaparezca. En realidad, no sólo son corruptos aquellos que se enriquecen ilícitamente, lo es también el sistema de valores de la sociedad que admite la corrupción y a cuya sombra ésta prospera.Cuando la sociedad acepta resignadamente al individuo económicamente poderoso, aunque las sospechas de que su fortuna fue mal habida son numerosas, es evidente que algo funciona mal en su seno; de algún modo todos estamos involucrados desde el momento en que miramos ciertos programas de TV o leemos determinadas revistas en las que los personajes "exitosos" se florean mostrándonos sus riquezas descaradamente, cuando no mucho tiempo atrás aparecían en la sección "judiciales" de los diarios intentando explicar lo inexplicable, esperando que el tiempo corra y tienda un piadoso manto de olvido.
En la actualidad se ha creado un círculo vicioso entre el poder político y el poder económico: mediante las contribuciones a los partidos, por ejemplo, el poder económico adquiere poder político, y éste sirve de trampolín para alcanzar el poder económico. La ambigüedad de las leyes contribuye a potenciar el equívoco: el pago es legal cuando se trata de una campaña política y se lo califica de soborno cuando a los políticos que alcanzaron su puesto en la administración pública gracias a aquellas contribuciones, se les paga para obtener determinados favores. Desde el punto de vista económico, es imposible diferenciar el uno del otro.Durante los últimos años, se ha pretendido convencernos de las bondades de la economía de mercado, moderno eufemismo en lugar de capitalismo salvaje, y de la globalización, moderno eufemismo en lugar de imperialismo; para ello, el poder central encarnado en los países altamente industrializados asociados en el G8, contaron con el denodado esfuerzo de sus esbirros mediáticos y sus adláteres financieros. Los gobiernos de los países del tercer mundo llevaron hasta límites insospechados las "sugerencias" de los organismos internacionales de crédito, sumergiéndonos violentamente en el proyecto de "país en vías de desarrollo" (eufemismo por país subdesarrollado), auspiciando la "teoría del derrame" (impulsar el crecimiento ilimitado de las burguesías económicas nacionales, para que, una vez que ella acumulara grandes ganancias, éstas se derramaran como por arte de magia entre la gente). Los resultados están a la vista: los mayores índices de desempleo, de trabajo informal, de corrupción, de pobreza, etc. que se han conocido en nuestra historia. Eso sí, tenemos teléfonos celulares, televisión por cable y shoppings para entretenernos a modo de novedosos vidrios de colores como los que traían los conquistadores en sus carabelas hace 500 años. Todo lo profetizado sabiamente por Discépolo en su popularísimo tango "Cambalache" se manifestó oprobiosamente antes de llegar al fin de siglo. Habíamos llegado, por fin, al "vale todo"; si la política es el arte de lo posible, pues entonces hagamos todo lo posible y más aún, lo inimaginable: comprar diputados para que aprueben leyes, privatizar las empresas públicas mediante dudosas licitaciones, sentar en la mesa del directorio de las compañias transnacionales a los jefes sindicales que supuestamente defienden a los trabajadores, premiar a los renunciantes funcionarios sospechados de corrupción con algún puestito en una embajada o consulado, postular a artistas y deportistas para que su popularidad impulse el triunfo de una lista en las elecciones, observar impávidamente como muchas personas a quienes elegimos mediante el voto se enriquecen espectacularmente sin que sus ingresos lo justifiquen, etc., etc.. etc. Propuestas ideológicas?, para qué?. Dejemos todo en manos del "mercado", que él se autorregulará y hará lo indispensable por nuestro bienestar.
Hoy, cuando los discursos políticos suenan cada vez más huecos e increíbles y no entusiasman a nadie, cuando el ejemplo de probidad y honestidad que debieran dar los dirigentes sencillamente apesta, cuando la ética ha huido espantada ante tanto cretinismo, la gente ya no admite hacer sacrificios y posponer su propio interés con el fin de reconstruir la solidaridad y ha optado por la actitud individualista. Las sociedades hoy, se han vuelto por imperio de las circunstancias, más hedonistas, más egoístas. Nadie se preocupa por la comunidad como lo hacían nuestros abuelos inmigrantes; ahora, lo único que le da sentido a su vida es el poder y la riqueza, y como la inmensa mayoría no es ni rica ni poderosa , se consuela admirando y tolerando a los que han llegado a serlo sin importarle de qué manera lo han conseguido.
Es necesario sustituir esta visión economicista de la vida que a través de la racionalidad egoísta de los individuos amenaza a la esencia ética de la sociedad, por una visión utópica del futuro que contenga un programa de cooperación mínimo necesario para vivir en ella.
Memoria, soberanía y otras faltas
Todo depende de la óptica con que se mire la cuestión. Si nos dejamos llevar por los comentarios de los analistas especializados en economía que saturan los medios de comunicación, quienes invariablemente atribuyen las causas de las sucesivas crisis a la apatía de los argentinos que, por alguna razón u otra, no hacen los deberes, llegaremos a la conclusión de que la única solución es la llegada de inversiones extranjeras, ya que nosotros no tenemos la capacidad suficiente para administrar empresas ni los medios como para hacerlo. Lo que no nos dicen estos analistas, cuyos pronósticos hacen temblar a la economía, es que muchos de ellos trabajan en calidad de ejecutivos o asesores para esas mismas empresas transnacionales que vienen a invertir, esto es, a hacer negocios principalmente especulativos en nuestro país, sin medir las consecuencias sociales que tales operaciones traen aparejadas.
Es evidente que los intereses de esos economistas y los de las empresas que ellos representan, no están emparentados con los intereses de la mayoría de los argentinos. Lo que no hemos visto por estos pagos, son las inversiones que generen puestos de trabajo, que impulsen el crecimiento, que mejoren sustancialmente la calidad de vida de los argentinos. Tampoco inversiones de riesgo, salvo el que puedan correr los operadores bursátiles cuando tientan a la suerte en el garito en que han convertido a la Bolsa de Valores, la que, hace rato, dejó de ser el reflejo de la solvencia o no de las distintas empresas que allí cotizan sus acciones. Hace mucho tiempo que las riquezas ya no se crean a partir de la producción de bienes materiales sino a partir de especulaciones abstractas, con escaso o ningún vínculo con las inversiones productivas.
Por otro lado, no debemos soslayar el concepto de que el proceso de integración de la economía mundial signado por el avance científico y tecnológico y el gran poder expansivo de los países más desarrollados es vertiginoso e irrefrenable y que sería pernicioso permanecer al margen del desarrollo contemporáneo; pero veamos las dos caras de la moneda: el costo de la radicación de capitales extranjeros es altísimo y, si se quiere, perjudicial, si no se define previamente de que manera participa la Argentina en el proceso de globalización económica actualmente en vigencia. Las grandes empresas extranjeras que vinieron a introducirnos en la modernidad del nuevo milenio, han invertido menos de lo que han prometido, han exterminado a las empresas nacionales carentes de recursos y tecnología adecuados para competir en igualdad de condiciones y remiten periódicamente sus ganancias al exterior sin ningún tipo de trabas.
Los centros de decisión de estas empresas se encuentran normalmente en sus casas matrices y las decisiones por ellas tomadas poco y nada tienen que ver con nuestras necesidades de expansión interna y de búsqueda de nuevos mercados en el exterior para colocar nuestros productos.
Mientras tanto, según estadísticas oficiales, el semianalfabetismo se generaliza: casi el 60% de la población argentina no comprende lo que lee y sólo el 29 % de los alumnos que empiezan la escuela la terminan. El futuro no parece muy promisorio ya que, el 45 % de los chicos del país están por debajo de la línea de pobreza, por lo que, si es que van a la escuela, sólo lo harán durante cuatro o cinco años y después -en el mejor de los casos- irán a mendigar a las calles. Como contrapartida, las familias pudientes les aseguran a sus hijos trece años de escolaridad como mínimo, lo que sumado a la brutal desigualdad que existe en los ingresos entre privilegiados y miserables, con el correr del tiempo la brecha en el nivel educativo de uno y otro sector se irá acentuando cada vez más. Que no nos sorprenda entonces el creciente consumo de drogas y alcohol y las altas tasas de delincuencia que se da entre los jóvenes.
Una vez más, como ha ocurrido a lo largo de nuestra historia y de la de toda Latinoamérica desde la llegada de los españoles para acá, estamos sujetos a los vaivenes políticos y a las apetencias económicas de las potencias hegemónicas de turno y de sus secuaces vernáculos. Sin embargo, cual timorata manada de borregos, seguimos caminando dócilmente hacia el matadero, preocupándonos por los romances de la farándula, entreteniéndonos con programas de televisión nauseabundos y participando de cuanto concurso con premios millonarios se promueva por ahí a ver si nos podemos "salvar". Es el individualismo exacerbado hasta límites insospechados; la solidaridad ha quedado arrumbada en el rincón más oscuro de nuestra memoria.
Esta realidad nos impone el indispensable ejercicio de pensar. Pensar en qué queremos ser y cómo vamos a lograrlo, tanto nacional como regionalmente. No hay otra forma.
29 de abril de 2008
Epicuro. El placer, la amistad y la muerte
Epicuro fue testigo de esta situación. Nació en la isla de Samos en el 341 a.C., de una familia de atenienses emigrados. A los 14 años, en la cercana isla de Teos, entró en contacto con la matemática y la física de la Escuela Jónica de Tales (624-548 a.C.), Anaximandro (611-546 a.C.) y Anaxímenes (588-534 a.C.), todos ellos nacidos en Mileto. También se interesó -de manera especial- por el atomismo de Demócrito de Abdera (460-370 a.C.), cuya teoría establecía que un cuerpo podía dividirse gran número de veces hasta llegar a una porción de materia pequeñísima, indivisible y sin estructura: el átomo.
Tuvo acceso a la filosofía ateniense cuatro años después, cuando sus obligaciones militares lo llevaron a Atenas. Pero, la persecución política obligó a su familia a emigrar nuevamente, esta vez a la ciudad de Colofón. Mientras tanto, en Mitilene (capital de la isla de Lesbos) y en Lámpsaco (Misia), Epicuro comenzó a elaborar su pensamiento filosófico e inició su labor educativa. Debido al prestigio ganado en esta actividad, sus discípulos le insistieron para que se radicara en Atenas. Así, en el año 306 a.C., algunos de sus discípulos más acomodados compraron para él una casa con su huerto -el luego famoso Jardín-, en la que abrió la primera escuela filosófica del período helenista. Allí desarrolló una intensísima tarea educativa, formándose a su alrededor un grupo de discípulos de muy distintos orígenes y nivel social: filósofos, como Metrodoro Lampsaceno (330-263 a.C.), esclavos y mujeres entre las cuales había algunas de las más famosas cortesanas de Atenas.
Durante este tiempo, llevó a cabo una amplia producción filosófica. Entre sus libros figuraban "De la naturaleza", "De los átomos y el vacío" y "De los dioses". Muy poco de todo esto se ha conservado. Sólo quedó su testamento, las "Doctrinas principales", así como tres cartas de su rica correspondencia con Heródoto de Halicarnaso (484-425 a.C.), Pitocles y Meneceo.
Murió en Atica en el año 270 a.C. rodeado de sus discípulos y amigos, entre los cuales gozó de la mayor consideración. Todo auténtico epicúreo se atuvo siempre al principio "Obra siempre como si te estuviera mirando Epicuro".
El epicureismo no fue nunca más que una secta filosófica, en confrontación con el estoicismo, la escuela fundada por el chipriota Zenón de Citio (333-264 a.C.) y continuada a su muerte por Cleantes de Asos (300-232 a.C.) y Crisipo de Soli (281-208 a.C.). Fue introducida en el ámbito romano por el poeta Tito Lucrecio Caro (99-55 a.C.) en su famoso poema "Sobre la naturaleza de las cosas". Con la llegada del cristianismo, el epicureismo entró en un largo período letárgico y no revivió hasta el siglo XVII de nuestra era, cuando el filósofo francés Pierre Gassendi (1592-1655) lo divulgó ampliamente durante sus intentos por reconciliar el atomismo con el cristianismo.
Es característico de Epicuro y del epicureismo ver en la filosofía un modo de cura y de liberación: así como el médico se ocupa de las enfermedades y sufrimientos del cuerpo, al filósofo le competen las enfermedades y los sufrimientos del alma. La filosofía se convirtió con Epicuro en una terapéutica de las causas de la infelicidad humana. En un mundo como éste, presidido por la pobreza material y la insolidaridad, por las guerras y las persecuciones políticas, Epicuro defendió una imagen del mundo y del hombre en la que los dioses y la muerte perdieron sus perfiles amenazadores. Al igual que para los estoicos, aunque con sus propios matices, el conocimiento es la medicina justa.
Todo en la filosofía de Epicuro -su visión física del mundo, sus doctrinas del conocimiento y del alma, su idea del origen de la sociedad y de la religión- se entiende como un mensaje de liberación. Él mismo resumió su doctrina en cuatro máximas (a las que denominó cuatro medicinas): "No hay que temer a Dios", "muerte significa ausencia de sensaciones", "es fácil procurarse el bien" y "es fácil soportar el mal".
De igual modo que los estoicos vieron en la filosofía natural de Heráclito de Efeso (544-484 a.C.) el punto de apoyo para sus doctrinas éticas y sociales, el atomismo de Demócrito fue para Epicuro la herramienta intelectual con cuya ayuda pudo llevar a cabo su programa filosófico.
Para Epicuro, el universo constaba únicamente de átomos y de vacío. Aquéllos se mueven en éste, ocasionalmente de forma espontánea, y en sus movimientos chocan los unos contra los otros, formando, al agregarse y disgregarse, no sólo los objetos materiales y eventos naturales, sino mundos en cantidad y variedad infinita. También el alma es un conjunto de átomos de diferentes clases, algunos de los cuales son de una sutileza extrema.
Este atomismo no dejaba muchas opciones en cuanto a lo que puede ser el conocimiento humano. A este respecto, la tesis más importante es la de la supremacía de la percepción. "Nuestros sentidos -reconocía Epicuro- pueden engañarnos, pero no hay nada mejor a lo que recurrir. Conocer equivale a formarnos conceptos de las cosas, y no hay conceptos en absoluto a menos que éstas envíen hacia nosotros copias o imágenes suyas, proporcionadas y semejantes a ellas". En ese proceso de formación de conceptos, nuestros recuerdos, nuestra memoria, pasan a desempeñar un papel decisivo. Cuanto más fieles a su modelo sean esas copias, tanto más precisos serán los correspondientes conceptos.
"Las ideas que solemos tener de los dioses, al menos las que baraja la religión tradicionalmente -dice Epicuro- no concuerdan con lo que nuestros sentidos y nuestro buen juicio nos autorizan a aceptar". Para Epicuro los dioses existían, pero la universalidad de la creencia en seres así, al tener su origen en imágenes tenidas por todos, debía responder a su realidad. Los que no existían para el epicureísmo, eran los dioses tradicionales, los que estaban en el origen de nuestros temores. "Por nuestros sentidos podemos inferir que los dioses están compuestos de una sustancia etérea, que no puede verse alterada por su mezcla con la grosera y corrompible materia de nuestro mundo. Por esto mismo, los dioses han de ser dichosos e inmortales. Y carentes de emociones, pues un ser feliz carece de emociones de todo género. Para nada intervienen en el curso del mundo. No nos castigan. No hay razón para temerles".
Dentro del espíritu liberador de su filosofía, la norma ética más importante para Epicuro era la consecución del placer: "No hay ser vivo que no ande tras él ni alguien que no trate de evitar el dolor".
Ahora bien, cuando Epicuro insta en sus enseñanzas al logro del placer en las acciones humanas, no se refiere al placer que da el goce de cualquier sensación agradable. Por un lado, sostuvo, no puede haber placer en todo aquello de lo cual pueda seguirse algún dolor. Por otro, tampoco puede considerarse placer la satisfacción de nuestras pasiones, pues éstas nos hacen menos libres al hacernos esclavos suyos. Epicuro recomendó el disfrute de las cosas buenas de la vida, aunque al mismo tiempo consideró que no había placer donde no hubiera virtud. Solamente el hombre virtuoso podía evitar el dolor y cultivar la paz o imperturbabilidad (ataraxia) del alma, limitándose a satisfacer sus necesidades y a aumentar su autonomía del mundo. El auténtico
placer consistía en lograr esa tranquilidad de espíritu y la autosuficiencia. En esa empresa, la amistad es, quizá, la más importante fuente de satisfacción y de compensaciones. Es cierto que aumenta nuestra dependencia de nuestros amigos; pero, ante la soledad y la inseguridad de nuestras vidas, resulta un remedio más eficaz que los vínculos de las instituciones políticas.
La persona que ha accedido a un estado de imperturbabilidad y que es dueña de sus actos tampoco tiene miedo a morir. La filosofía natural dice que la muerte es, pura y simplemente, ausencia de sensaciones. Los átomos que una vez compusieron un cuerpo humano se han disgregado. Ya nada se siente. Esto, unido a la indiferencia de los dioses ante los asuntos humanos, explica por qué el hombre sabio y virtuoso no le teme ni se angustia por la muerte. En su "Carta a Meneceo" explicó: "Quien ha comprendido que nada hay de temible en el hecho de estar muerto a nada le temerá en la vida". En "De la naturaleza de las cosas", Lucrecio dice refiriéndose a Epicuro: "Cuando la vida humana yacía torpemente postrada en tierra ante todos, abrumada bajo el peso de la religión, cuya cabeza asomaba en las regiones celestes, amenazando con una horrible mueca abatirse sobre los mortales, un griego fue el primero en levantar hacia ella su mirada mortal y en rebelarse. No lo detuvieron ni lo que se decía de los dioses ni los rayos ni el trueno con su amenazador bramido, sino que acentuaron más el fuego de su espíritu y su deseo de ser el primero en forzar los firmes cerrojos que guarnecen las puertas de la naturaleza. Su vigoroso espíritu triunfó y llegó lejos, más allá del llameante recinto del mundo y recorrió el todo infinito con su mente y su espíritu. De allí nos trae, como botín de su victoria, el conocimiento de lo que puede nacer y de lo que no puede nacer, las leyes, en fin, que delimitan el poder de cada cosa, y sus mojones profundamente afianzados. Con lo que la religión yace a nuestros pies, vencida; a nosotros el triunfo nos eleva hasta el cielo". A su muerte dejó más de 300 manuscritos, incluyendo tratados sobre física y numerosas obras sobre otros temas, según refiere el historiador griego Diógenes Laercio en el siglo III. A pesar de ello, de sus escritos sólo se han conservado tres cartas y algunos fragmentos breves. Las principales fuentes sobre las doctrinas de Epicuro son las obras de los escritores romanos Marco Tulio Cicerón (106-43 a.C.), Lucio Anneo Séneca (4 a.C.-65 d.C.), Plutarco de Queronea (50-120) y el ya citado Lucrecio. Las influencias del pensamiento de Epicuro se pueden observar en los filósofos ingleses Thomas Hobbes (1588-1679) y John Stuart Mill (1806-1873), y en los alemanes Karl Marx (1818-1883) y Friedrich Nietzsche (1844-1900) entre otros.
El cine alemán como propaganda del Tercer Reich
La advertencia de Eisenstein resultó superflua, porque la respuesta nazi cristalizada en "Panzerkreuzer Sebastopol" (El acorazado Sebastopol, 1936), el film de Karl Anton (1898-1979), se encargó de demostrar que no bastaba con jugar a los barcos para ser un buen almirante en lo concerniente al arte cinematográfico. De esta manera, el cine nazi arrancó con mal pie, a pesar de la protección y financiamiento ilimitados que recibían los estudios cinematográficos Universum Film AG (UFA), controlados por el Ministerio de Propaganda.
UFA había conocido su época de esplendor durante la década del 20, cuando llegó a producir alrededor de 600 películas al año. Dentro del contexto del llamado Expresionismo, cineastas como Paul Wegener(1874-1948), Paul Leni (1885-1929), Lupu Pick (1886-1931), Friedrich W. Murnau (1888-1931) y Fritz Lang (1890-1976), hicieron escuela y descollaron con sus películas cuyo tono metafísico reivindicaba claramente lo gótico y lo romántico.
Con la llegada del nazismo al poder, volcado de lleno a la propaganda del partido bajo la dirección de Alfred Hugenberg (1865-1951), comenzaron las amenazas y las presiones políticas sobre los actores y directores de origen judío, lo que produjo una enorme desbandada y puso de manifiesto -con su ausencia- la importancia que habían tenido aquéllos en la cinematografía alemana.
Sólo quedó el notable actor Emil Jannings (1884-1950) -ganador del primer premio Oscar de la historia- quien se convirtió en una especie de actor oficial, galardonado con el título de Actor del Estado en 1941. Para su lucimiento personal se montaron grandes películas biográficas realizadas por Hans Steinhoff (1882-1945), como "Der alte und der junge Konig" (El rey soldado, 1935), sobre Federico Guillermo I de Prusia, el primer film de exaltación nacionalista a través de un tema histórico que predicó la primacía del Estado sobre el individuo; "Robert Koch, der bekampfer des todes" (Robert Koch, el vencedor de la muerte, 1939), un homenaje al descubridor del bacilo de la tuberculosis; y "Ohm Krüger" (El presidente Krüger, 1941), una de las muestras más punzantes del cine de propaganda antibritánica, que biografiaba al antiguo presidente del Transvaal sudafricano Paul Krüger.
Otra vieja gloria del cine expresionista alemán, George W. Pabst (1885-1967) se incorporó en 1941 a los estudios de Berlín y realizó con grandes medios económicos pero muy poca convicción los films biográficos "Kömodianten" (Comediantes, 1941), sobre la actriz del siglo XVIII Caroline Neuber, y Paracelsus (Paracelso, 1943), sobre el mítico alquimista y astrólogo griego del siglo XVI. Una vez terminada la Segunda Guerra Mundial, Pabst aportó a favor de su proceso de desnazificación la cinta pro-judía "Der prozess" (El proceso, 1947), y "Der letzte akt" (El último acto, 1955), sobre el derrumbamiento del Tercer Reich.
Antes de que estallase la guerra, ya había habido roces entre el cine alemán y las cinematografías aliadas, sobre todo cuando Hollywood produjo "Confessions of a Nazi spy" (Confesiones de un espía nazi, 1939) dirigida por el ucraniano Anatole Litvak (1902-1974) con la actuación de Edward G. Robinson y una larga lista de actores alemanes que habían emigrado de su país tras la llegada de Hitler al gobierno. Sin embargo, la batalla del cine propagandístico la habían iniciado los propios nazis el mismo año en que ocuparon el poder con el estreno de "Morgenrot" (Crepúsculo rojo, 1933), de Gustav Ucicky (1898-1961), considerado como el "primer film del Partido" y una exaltación de la "muerte heroica", que fue presentado tres días después del triunfo de Hitler y en presencia del dictador.
Goebbels, confiado en los cineastas de origen ario, a los que transmitía sus consignas e instrucciones, desconocía por completo el secreto y la razón de ser del arte. El pedagogo italiano Antonio Gramsci (1891-1937) había escrito en "Gli intellettuali e l'organizzazione della cultura" (Los intelectuales y la organización de la cultura): "Que el hombre político presione para que el arte de su tiempo exprese un determinado mundo cultural es una actividad política, no de crítica artística. Si el mundo por el que se lucha es un hecho viviente y necesario, su expansividad será irresistible y dicho mundo encontrará sus artistas. Pero si a pesar de la presión, esta irresistibilidad no se ve y no opera, significa que se trataba de un mundo ficticio y postizo, una elucubración de pigmeos que se lamentan de que los hombres de mayor estatura no estén a la altura de ellos".
Esto es, precisamente, lo que ocurría con Goebbels y la producción alemana de esos años. En definitiva, fueron muy pocas las películas que -durante doce años de propaganda nazi- consiguieron escapar al ridículo, a pesar de tantos esfuerzos y tantos recursos materiales. El más colosal monumento que logró el cine alemán para resaltar la gloria del Tercer Reich fue el documental "Triumph des willens" (El triunfo de la voluntad, 1934), obra de Leni Riefenstahl (1902-2003), amiga personal de Hitler y asesora cinematográfica del Partido Nacional Socialista desde 1933. Con enormes medios y tras dos años de montaje creó un documento apabullante de dos horas de duración, destinado a conmemorar el Congreso de Nuremberg, y que invariablemente remite al terrible "mundo nuevo" que visionariamente había esbozado una década antes Fritz Lang (1890-1976) en "Metrópolis".
Luego le siguió el extraordinario documental "Olympia" (Olimpíada, 1936), que con la ayuda de treinta y cinco cámaras y la colaboración oficiosa del director vanguardista Walter Ruttmann (1887-1941), recogió con excepcional calidad las incidencias de los IX Juegos Olímpicos celebrados en Berlín en 1936. La película -con gran rigor documental- valiéndose de largos teleobjetivos, mostraba los pequeños detalles, los preparativos de las pruebas, los nerviosismos, los gestos del Führer durante las competiciones -recogidos con una inhabitual veracidad- y sobre todo el triunfo sensacional del atleta negro Jesse Owens (1913-1980) ante la plana mayor de un régimen que estaba empeñado en sostener la absoluta superioridad de la raza aria.
Ningún otro cineasta alemán fue capaz de alcanzar la solemnidad épica de la Riefenstahl en sus films de propaganda. Desafortunados fueron los intentos de Veit Harlan (1899-1964), quien filmó uno de los más altos ejemplos de cine antisemita, "Jud Süss" (El judío Süss, 1940), una pretendida biografía del banquero y financista del siglo XVIII Joseph Oppenheimer; y de Josef von Báky (1902-1966), director de "Münchhausen" (Las aventuras del barón Münchhausen, 1943), un film de imágenes espectaculares y extravagantes con el que intentó commemorar el 10º aniversario del cine nacionalsocialista, enterrando, según Goebbels, al "arte degenerado" del expresionismo, un producto de los "intelectuales judíos".
Casi ningún título de aquel período ha pasado a la historia del cine por su calidad. Tan sólo algunos honestos artesanos, liberándose de las consignas de la época, llegaron a realizar algún film estimable. Tal es el caso de Helmut Käutner (1908-1980), autor de "Romanze in moll"
(Romance en tono menor, 1943), una lograda adaptación de un relato de Guy de Maupassant (1850-1893), que tal vez sin quererlo reflejó con sus melancólicas imágenes el sufrimiento de muchos alemanes durante su doloroso itinerario a través de una era siniestra.
El clásico River-Boca (1991-2000)
1991 16-Feb BOCA 2 RIVER 0 Amistoso
1991 27-Feb BOCA 4 RIVER 3 Copa Libertadores de América
1991 20-Mar RIVER 0 BOCA 2 Copa Libertadores de América
1991 31-Mar BOCA 1 RIVER 0 Campeonato Primera División
1991 10-Nov BOCA 0 RIVER 0 Torneo Apertura
1992 22-Ene BOCA 2 RIVER 1 Amistoso
1992 17-Feb BOCA 1 RIVER 0 Amistoso
1992 03-May RIVER 2 BOCA 2 Torneo Clausura
1992 11-Oct BOCA 1 RIVER 0 Torneo Apertura
1993 23-Ene BOCA 2 RIVER 2 Amistoso
1993 27-Ene BOCA 1 RIVER 0 Amistoso
1993 10-Feb BOCA 1 RIVER 1 Amistoso
1993 14-Feb RIVER 2 BOCA 1 Amistoso
1993 11-Abr RIVER 0 BOCA 2 Torneo Clausura
1993 03-Jul BOCA 0 RIVER 0 Copa Centenario
1993 18-Jul RIVER 1 BOCA 0 Copa Centenario
1993 17-Oct RIVER 0 BOCA 1 Torneo Apertura
1994 26-Ene BOCA 2 RIVER 1 Amistoso
1994 19-Feb BOCA 1 RIVER 0 Amistoso
1994 23-Feb BOCA 3 RIVER 1 Amistoso
1994 30-Abr BOCA 0 RIVER 2 Torneo Clausura
1994 06-Oct RIVER 0 BOCA 0 Supercopa Sudamericana
1994 13-Oct BOCA 1 RIVER 1 Supercopa Sudamericana
1994 11-Dic BOCA 0 RIVER 3 Torneo Apertura
1995 28-Ene RIVER 2 BOCA 0 Amistoso
1995 15-Feb RIVER 0 BOCA 0 Amistoso
1995 18-Jun RIVER 2 BOCA 4 Torneo Clausura
1995 26-Nov RIVER 0 BOCA 0 Torneo Apertura
1996 27-Ene RIVER 1 BOCA 0 Amistoso
1996 15-Feb RIVER 1 BOCA 0 Amistoso
1996 14-Jul BOCA 4 RIVER 1 Torneo Clausura
1996 29-Sep BOCA 3 RIVER 2 Torneo Apertura
1997 30-Ene BOCA 4 RIVER 1 Amistoso
1997 16-Feb RIVER 1 BOCA 1 Amistoso
1997 23-Mar RIVER 3 BOCA 3 Torneo Clausura
1997 25-Oct RIVER 1 BOCA 2 Torneo Apertura
1998 24-Ene BOCA 0 RIVER 0 Amistoso
1998 10-Feb BOCA 0 RIVER 0 Amistoso
1998 11-Abr BOCA 3 RIVER 2 Torneo Clausura
1998 25-Oct RIVER 0 BOCA 0 Torneo Apertura
1999 27-Ene BOCA 2 RIVER 1 Amistoso
1999 10-Mar BOCA 3 RIVER 0 Amistoso
1999 09-May BOCA 2 RIVER 1 Torneo Clausura
1999 17-Oct RIVER 2 BOCA 0 Torneo Apertura
2000 12-Ene RIVER 3 BOCA 0 Amistoso
2000 29-Ene BOCA 2 RIVER 0 Amistoso
2000 09-Feb BOCA 2 RIVER 1 Amistoso
2000 14-May BOCA 1 RIVER 1 Torneo Clausura
2000 17-May RIVER 2 BOCA 1 Copa Libertadores de América
2000 24-May BOCA 3 RIVER 0 Copa Libertadores de América
2000 15-Oct RIVER 1 BOCA 1 Torneo Apertura
ESTADISTICA PARCIAL
PARTIDOS JUGADOS: 52
RIVER GANO: 10
BOCA GANO: 26
EMPATES: 16
ESTADISTICA TOTAL
PARTIDOS JUGADOS: 282
RIVER GANO: 92
BOCA GANO: 100
EMPATES: 90
28 de abril de 2008
El anteojo astronómico de Galileo
Las fechas que jalonan la construcción del anteojo astronómico y los primeros descubrimientos realizados se agolpan unas tras otras en muy poco tiempo, lo cual revela la manera enfebrecida con que Galileo trabajó en su desarrollo, así como la excitación que le producían los importantes descubrimientos que con él iba realizando: en sólo un año, construyó y perfeccionó el anteojo y descubrió las montañas de la Luna, la naturaleza de la Via Láctea y de las nebulosas, los satélites de Júpiter, los anillos de Saturno, las fases de Venus y las manchas del Sol entre otras cosas.
Hacia 1608, el holandés Hans Lipperhey (1570-1619) diseñó un catalejo, obtuvo la patente del entonces gobernante de los Países Bajos, Mauricio de Nassau (1567-1625), y lo puso a la venta. El 3 de agosto de 1609, enterado de ello, Galileo decidió aplicarse al problema "resolviéndolo la primera noche y construyendo al día siguiente el instrumento", tal como cuenta el científico italiano Paolo Sarpi (1552-1623) en una carta. En poco menos de medio año, Galileo llevó el anteojo astronómico casi al límite de sus posibilidades: lo hizo pasar de 3 aumentos a 8, luego a 20 y luego a 30.
El 24 de agosto de 1609 le escribió una carta al Dux de Venecia Leonardo Donato (1536-1612) ofreciéndole el instrumento para usos militares y poco después, a cambio de un gran aumento en su salario, cedió los derechos exclusivos para la fabricación de telescopios al Senado Veneciano. A partir del 7 de enero de 1610, Galileo empezó a anotar, día a día, sus observaciones sobre las "estrellitas" que acompañan a Júpiter. Estas anotaciones y otras anteriores, formarán su libro "Sidereus nuncius" (Mensajero sideral). Cuatro días después, ya interpretó correctamente sus observaciones: esas estrellitas son "errantes en torno a Júpiter, a la manera de Venus y Mercurio en torno al Sol".
El 1 de marzo obtuvo de la Inquisición y del Senado la licencia para editar "el libro intitulado Sidereus nuncius, en el que no se halla cosa alguna contraria a la Fe Católica, a los principios y buenas costumbres". Al día siguiente, hizo una última anotación de sus observaciones sobre los satélites de Júpiter, después de casi dos meses de trabajo constante (interrumpido por sólo diez noches nubladas en el normalmente diáfano cielo italiano). Incluso el final del libro parece apresurado: "La falta de tiempo me impide proseguir: espere el amable lector más acerca de estas cosas en breve". El 8 de marzo la obra fue registrada en el legajo 39 del libro de registros de Padua y cuatro días más tarde, se la dedicó a su protector, el Gran Duque de Toscana Cosme II de Medicis (1590-1621). Apenas habían transcurrido diez días entre la última observación astronómica registrada y la fecha de publicación del libro.
Galileo prosiguió con sus investigaciones y el 25 de julio descubrió los anillos de Saturno. En una carta fechada a fines de ese año manifestó: "de tres meses a esta parte vengo observando las fases de Venus". Ya en 1611, más precisamente el 14 de abril, en una cena en su honor organizada por Federico Cesi (1585-1630) fundador de la Accademia dei Lincei (Academia de los Linces), el filólogo y matemático Giovanni Demisani (1576-1614) llamó por primera vez "telescopio" al anteojo astronómico construido por Galileo. A la semana siguiente, Galileo fue admitido en la academia científica gracias a su invento y a los descubrimientos realizados.
Después vendría la persecución de la Iglesia Católica de la mano del cardenal Roberto Belarmino (1542-1621) -que ya había hecho quemar en la hoguera al filósofo y teólogo Giordano Bruno (1549-1600)- quien declaró que la teoría de Galileo era "absurda en filosofía y errónea en teología". Cuando comenzaron a correr los rumores acerca de la abjuración de Galileo y a la sentencia que se le había impuesto, el Cardenal hizo una aclaración: "Galileo no abjuró entre mis manos ni entre las de ninguno otro en Roma, ni en otra parte, que nosotros sepamos, ninguna de sus opiniones o doctrinas; tampoco se le impuso penitencia absolutoria. Tan sólo se le notificó la declaración hecha por el Papa y publicada por la Congregación del Indice, en que se dice que la doctrina atribuida a Copérnico, según la cual la tierra gira alrededor del sol, y que el sol permanece en el centro del Universo sin moverse de Oriente a Occidente, no puede defenderse ni sostenerse en un sentido contrario a las Sagadas Escrituras".
Tres siglos más tarde, el filósofo, historiador y matemático inglés Bertrand Russell (1872-1970), refiriéndose a Galileo escribió en "Unpopular essays" (Ensayos impopulares, 1950): "Después hizo un telescopio e invitó a los profesores a mirar por él los satélites de Júpiter. Los profesores rehusaron, exponiendo como motivo que Aristóteles no había mencionado dichos satélites, y que, por eso, cualquiera que pensase que lo veía tenia que estar equivocado".
El propio Galileo había dicho en una carta sobre uno de ellos: "Ha muerto en Pisa el filósofo Libri, acérrimo impugnador de esas fruslerías mías, el cual, no habiéndolas querido ver en la Tierra, quizá las vea en el cielo".
El clásico River-Boca (1981-1990)
1981 05-Jul RIVER 1 BOCA 1 Campeonato Metropolitano
1981 27-Sep BOCA 2 RIVER 3 Campeonato Nacional
1981 01-Nov RIVER 2 BOCA 2 Campeonato Nacional
1982 06-Feb RIVER 1 BOCA 0 Amistoso
1982 07-Mar RIVER 1 BOCA 5 Campeonato Nacional
1982 25-Abr BOCA 0 RIVER 0 Campeonato Nacional
1982 05-Ago BOCA 0 RIVER 0 Copa Libertadores de América
1982 19-Sep RIVER 1 BOCA 1 Campeonato Metropolitano
1982 30-Sep RIVER 1 BOCA 0 Copa Libertadores de América
1982 22-Dic BOCA 0 RIVER 2 Campeonato Metropolitano
1983 26-Feb BOCA 2 RIVER 1 Amistoso
1983 05-Oct RIVER 1 BOCA 2 Campeonato Metropolitano
1983 19-Oct BOCA 1 RIVER 0 Campeonato Metropolitano
1984 01-Feb BOCA 2 RIVER 0 Amistoso
1984 17-Feb BOCA 3 RIVER 0 Amistoso
1984 24-Jun BOCA 1 RIVER 1 Campeonato Metropolitano
1984 11-Nov RIVER 4 BOCA 1 Campeonato Metropolitano
1985 26-Feb RIVER 3 BOCA 2 Amistoso
1985 27-Oct RIVER 1 BOCA 0 Campeonato Primera División
1985 20-Dic RIVER 1 BOCA 1 Amistoso
1986 11-Ene RIVER 1 BOCA 1 Amistoso
1986 12-Feb RIVER 1 BOCA 0 Amistoso
1986 28-Mar BOCA 1 RIVER 1 Amistoso
1986 06-Abr BOCA 0 RIVER 2 Campeonato Primera División
1986 09-Jul BOCA 1 RIVER 1 Copa Libertadores de América
1986 20-Ago RIVER 1 BOCA 0 Copa Libertadores de América
1986 02-Nov BOCA 1 RIVER 0 Campeonato Primera División
1987 28-Ene RIVER 3 BOCA 3 Amistoso
1987 11-Feb RIVER 3 BOCA 1 Amistoso
1987 25-Feb RIVER 2 BOCA 2 Amistoso
1987 13-Abr RIVER 1 BOCA 1 Campeonato Primera División
1987 22-Nov RIVER 3 BOCA 2 Campeonato Primera División
1988 27-Ene BOCA 1 RIVER 0 Amistoso
1988 23-Feb BOCA 2 RIVER 1 Amistoso
1988 30-Abr BOCA 2 RIVER 2 Campeonato Primera División
1988 18-Sep RIVER 0 BOCA 2 Campeonato Primera División
1989 05-Feb BOCA 0 RIVER 0 Campeonato Primera División
1989 19-Jul RIVER 0 BOCA 0 Liguilla Pre-Libertadores
1989 24-Jul BOCA 0 RIVER 0 Liguilla Pre-Libertadores
1989 27-Jul BOCA 1 RIVER 2 Liguilla Pre-Libertadores
1989 06-Sep BOCA 1 RIVER 0 Campeonato Primera División
1990 20-Ene BOCA 0 RIVER 0 Amistoso
1990 19-Feb RIVER 1 BOCA 0 Amistoso
1990 02-Feb RIVER 1 BOCA 1 Campeonato Primera División
1990 23-Sep RIVER 2 BOCA 0 Campeonato Primera División
ESTADISTICA PARCIAL
PARTIDOS JUGADOS: 46
RIVER GANO: 15
BOCA GANO: 12
EMPATES: 19
ESTADISTICA TOTAL
PARTIDOS JUGADOS: 230
RIVER GANO: 82
BOCA GANO: 74
EMPATES: 74
27 de abril de 2008
¿Quién mató al chofer? (Un descuido de Chandler)
Como sea que fuera, la novela resultó un éxito y pronto se pensó en adaptarla a la pantalla grande. Para su versión cinematográfica, la compañía Warner Bros. Pictures contrató al director Howard Hawks y a los guionistas Jules Furthman, Leigh Brackett y William Faulkner, quienes tenían a esa altura valiosos antecedentes al momento de comenzar la tarea. Howard Hawks (1896-1977) era prolífico director que ya había dirigido una treintena de películas, entre ellas "The road to glory" (El camino a la gloria, 1926), "Scarface" (Cara cortada, 1932), "Today we live" (Vivamos hoy, 1933), "Only angels have wings" (Sólo los ángeles tienen alas, 1939) y "To have and have not" (Tener y no tener, 1944).
El escritor William Faulkner (1897-1962), autor de las novelas "The sound and the fury" (El sonido y la furia, 1929) y "Absalom, Absalom!" (¡Absalón, Absalón!, 1936), ya había colaborado con Hawks escribiendo los guiones de "El camino a la gloria", "Vivamos hoy" y "Tener y no tener", además del de "Gunga Din", la película que realizó en 1939 el director George Stevens (1904-1975). Mientras tanto, Jules Furthman (1888-1966), había trabajado como guionista en "Shanghai express" (El expreso de Shanghai, 1932) del austríaco Josef von Sternberg (1894-1969), "Mutiny on the Bounty" (Rebelión a bordo, 1935) del escocés Frank Lloyd (1886-1960) y había sido coguionista con Faulkner de "Tener y no tener". Por su parte, la escritora de ciencia ficción y novelas de misterio Leigh Brackett (1915-1978), que había publicado con bastante suceso "Martian quest" (La cuestión marciana, 1940), "No good from a corpse" (Malo para un cadáver, 1944) y "Stranger at home" (Un extraño en casa, 1946), iba a debutar como guionista en esta película. El experimentado Sid Hickox (1895-1982) se encargó de la fotografía en blanco y negro, y la banda sonora fue realizada por el maestro Max Steiner (1888-1971). Protagonizada por Humphrey Bogart (1899-1957) y Lauren Bacall (1924), la película se estrenó el 23 de agosto de 1946.
El film presentó una desbordante química entre los protagonistas estelares dentro de una perturbadora atmósfera, con diálogos cínicos, perspicaces e insinuantes y su principal mérito radicó en el logro de un clima absorbente, enigmático y sensual. Ahora bien, si el argumento de la novela ya era enrevesado, mucho más lo fue en su versión cinematográfica. Tanto fue así, que una pregunta quedó sin resolver en el film: ¿Quién mató a Owen Taylor, el chofer?
Durante el rodaje, la misma duda se le presentó a la guionista Leigh Brackett. Intrigada, consultó a Humprey Bogart, quien más intrigado aún, recurrió a Hawks. Este decidió cortar por lo sano y telegrafió la pregunta a Raymond Chandler. La respuesta fue breve: "Yo tampoco lo sé".
26 de abril de 2008
El clásico River-Boca (1971-1980)
1971 10-Jun RIVER 3 BOCA 3 Campeonato Metropolitano
1971 28-Nov RIVER 3 BOCA 1 Campeonato Nacional
1972 12-Mar RIVER 0 BOCA 4 Campeonato Metropolitano
1972 18-Jun BOCA 2 RIVER 2 Campeonato Metropolitano
1972 15-Oct RIVER 5 BOCA 4 Campeonato Nacional
1972 13-Dic RIVER 3 BOCA 2 Campeonato Nacional
1973 04-Mar RIVER 2 BOCA 1 Campeonato Metropolitano
1973 27-Jun BOCA 5 RIVER 2 Campeonato Metropolitano
1973 11-Nov BOCA 0 RIVER 1 Campeonato Nacional
1974 23-Ene RIVER 0 BOCA 0 Amistoso
1974 03-Feb BOCA 5 RIVER 2 Campeonato Metropolitano
1974 31-Mar RIVER 3 BOCA 1 Campeonato Metropolitano
1974 19-Abr RIVER 2 BOCA 1 Amistoso
1974 04-Jun BOCA 2 RIVER 0 Amistoso
1974 15-Jun RIVER 2 BOCA 0 Amistoso
1974 20-Jun RIVER 1 BOCA 0 Amistoso
1974 23-Jun RIVER 0 BOCA 0 Amistoso
1974 30-Jun RIVER 1 BOCA 0 Amistoso
1974 25-Ago BOCA 1 RIVER 0 Campeonato Nacional
1974 03-Nov RIVER 1 BOCA 1 Campeonato Nacional
1975 10-Feb RIVER 2 BOCA 2 Amistoso
1975 17-Abr BOCA 1 RIVER 2 Campeonato Metropolitano
1975 27-Jul RIVER 0 BOCA 1 Campeonato Metropolitano
1975 21-Sep BOCA 1 RIVER 2 Campeonato Nacional
1975 26-Oct RIVER 1 BOCA 2 Campeonato Nacional
1976 18-Feb RIVER 0 BOCA 0 Campeonato Metropolitano
1976 18-Abr BOCA 0 RIVER 1 Campeonato Metropolitano
1976 26-Sep BOCA 1 RIVER 1 Campeonato Nacional
1976 14-Nov RIVER 0 BOCA 2 Campeonato Nacional
1976 22-Dic RIVER 0 BOCA 1 Campeonato Nacional
1977 12-Feb RIVER 0 BOCA 0 Amistoso
1977 09-Mar BOCA 1 RIVER 0 Copa Libertadores de América
1977 18-May RIVER 0 BOCA 0 Copa Libertadores de América
1977 14-Ago RIVER 1 BOCA 1 Campeonato Metropolitano
1977 29-Nov BOCA 1 RIVER 2 Campeonato Metropolitano
1978 25-Feb BOCA 1 RIVER 1 Amistoso
1978 27-Feb RIVER 2 BOCA 0 Amistoso
1978 12-Jul BOCA 1 RIVER 0 Campeonato Metropolitano
1978 19-Sep BOCA 0 RIVER 0 Copa Libertadores de América
1978 15-Oct RIVER 1 BOCA 0 Campeonato Metropolitano
1978 17-Oct RIVER 0 BOCA 2 Copa Libertadores de América
1979 21-Feb RIVER 1 BOCA 0 Amistoso
1979 21-Mar BOCA 3 RIVER 1 Amistoso
1979 03-Jun RIVER 1 BOCA 0 Amistoso
1979 23-Sep RIVER 1 BOCA 1 Campeonato Nacional
1979 11-Nov BOCA 1 RIVER 1 Campeonato Nacional
1980 06-Feb RIVER 1 BOCA 1 Amistoso
1980 02-Mar BOCA 2 RIVER 5 Campeonato Metropolitano
1980 15-Jun RIVER 2 BOCA 1 Campeonato Metropolitano
1980 16-Jul RIVER 1 BOCA 1 Amistoso
1980 21-Sep RIVER 2 BOCA 2 Campeonato Nacional
1980 02-Nov BOCA 1 RIVER 0 Campeonato Nacional
ESTADISTICA PARCIAL
PARTIDOS JUGADOS: 53
RIVER GANO: 21
BOCA GANO: 14
EMPATES: 18
ESTADISTICA TOTAL
PARTIDOS JUGADOS: 184
RIVER GANO: 67
BOCA GANO: 62
EMPATES: 55
Tenis. Torneos Master Series. Roma
1931 George Hughes / Lucia Valerio
1932 André Merlin / Ida Adamoff
1933 Emanuele Sartorio / Elizabeth Ryan
1934 Giovanni Palmieri / Helen Jacobs
1935 Wilmer Hines / Hilde Sperling
1936 No se jugó
1937 No se jugó
1938 No se jugó
1939 No se jugó
1940 No se jugó
1941 No se jugó
1942 No se jugó
1943 No se jugó
1944 No se jugó
1945 No se jugó
1946 No se jugó
1947 No se jugó
1948 No se jugó
1949 No se jugó
1950 Jaroslav Drobny / A. Bossi
1951 Jaroslav Drobny / Doris Hart
1952 Frank Sedgman / S. Partridge
1953 Jaroslav Drobny / Doris Hart
1954 Budge Patty / Maureen Connolly
1955 Fausto Gardini / P. Ward
1956 Lewis Hoad / Althea Gibson
1957 Nicola Pietrangeli / Shirley Blommer
1958 Mervyn Rose / Maria Bueno
1959 Luis Ayala / Christine Truman
1960 Barry McKay / S. Kormoczy
1961 Nicola Pietrangeli / Maria Bueno
1962 Rod Laver / Margaret Smith Court
1963 Martin Mulligan / Margaret Smith Court
1964 Jan Lundquist / Margaret Smith Court
1965 Martin Mulligan / Maria Bueno
1966 Tony Roche / Ann Haydon Jones
1967 Martin Mulligan / Lesley Turner
1968 Tom Okker / Lesley Turner
1969 John Newcombe / Julie Heldman
1970 Ilie Nastase / Billie Jean King
1971 Rod Laver / Virginia Wade
1972 Manuel Orantes / Linda Tuero
1973 Ilie Nastase / Evonne Goolagong
1974 Björn Borg / Chris Evert
1975 Raúl Ramírez / Chris Evert
1976 Adriano Panatta / Mima Jausovec
1977 Vitas Gerulaitis / Janet Newbewrry
1978 Björn Borg / Regina Marsikova
1979 Vitas Gerulaitis / Tracy Austin
1980 Guillermo Vilas / Chris Evert
1981 José Luis Clerc / Chris Evert
1982 Andrés Gómez / Chris Evert
1983 Jimmy Arias / Andrea Temesvari
1984 Andrés Gómez / Manuela Maleeva
1985 Yannick Noah / Raffaella Reggi
1986 Ivan Lendl / Nathalie Herreman
1987 Mats Wilander / Steffi Graf
1988 Ivan Lendl / Gabriela Sabatini
1989 Alberto Mancini / Gabriela Sabatini
1990 Thomas Muster / Monica Seles
1991 Emilio Sánchez / Gabriela Sabatini
1992 Jim Courier / Gabriela Sabatini
1993 Jim Courier / Conchita Martínez
1994 Pete Sampras / Conchita Martínez
1995 Thomas Muster / Conchita Martínez
1996 Thomas Muster / Conchita Martínez
1997 Alex Corretja / Mary Pierce
1998 Marcelo Ríos / Martina Hingis
1999 Gustavo Kuerten / Venus Williams
2000 Magnus Norman / Monica Seles
2001 Juan Carlos Ferrero / Jelena Dokic
2002 Andre Agassi / Serena Williams
2003 Félix Mantilla / Kim Clijsters
2004 Carlos Moyá / Amelie Mauresmo
2005 Rafael Nadal / Amelie Mauresmo
2006 Rafael Nadal / Martina Hingis
2007 Rafael Nadal / Jelena Jankovic
2008 Novak Djokovic / Jelena Jankovic
2009 Rafael Nadal / Dinara Safina
2010 Rafael Nadal / María José Martínez
2011 Novak Djokovic / María Sharápova
2012 Rafael Nadal / María Sharápova
2013 Rafael Nadal / Serena Williams
2014 Novak Djokovic / Serena Williams
2015 Novak Djokovic / María Sharápova
2016 Andy Murray / Madison Keys
2017 Aleander Zverev / Elina Svitolina