El sello Reprise Records de la Warner Music Group se apresuró a editar cuatro álbumes de Jimi Hendrix después de su muerte acaecida el 18 de septiembre de 1970: "The cry of love" en marzo de 1971, "Rainbow bridge" en octubre de 1971, "Hendrix in the west" en febrero en 1972 y "War heroes" en diciembre de 1972. En 1975 se vendieron discos por valor de 150.000 dólares, una cantidad miserable tratándose de un artista de su calibre.
Excepto "The cry of love" que estaba casi terminado cuando Hendrix murió, todos los demás álbumes que aparecieron después fueron, obviamente, recopilaciones con las que los sellos discográficos intentaron capitalizarse a través del nombre de Hendrix. Esos discos no fueron supervisados por un extraño, sino por Michael Jeffery, el manager personal de Hendrix, que demostró muy claramente qué poco interés y respeto sentía por el guitarrista.
Jeffery murió en un accidente de avión dos años después que Hendrix (en marzo de 1972) y en seguida la Warner editó otro álbum ("Soundtrack recordings"), que aparentemente cerraba el libro de la historia de Hendrix. Pero todavía hubo otra vuelta de tuerca: un ejecutivo de la discográfica descubrió que el veterano productor de jazz Alan Douglas había estado involucrado en algunas sesiones de grabación de Hendrix hacia el final de su vida. Rápidamente Douglas fue contratado por la Warner a principios de 1974 para que produjera el material que le pareciera más o menos bueno.
Douglas conoció a Hendrix en 1969 en los estudios de grabación Record Plant de New York cuando llevó a un guitarrista por entonces relativamente desconocido que trabajaba como acompañante en la Miles Davis Band, John McLaughlin, para producir su primer álbum como figura principal ("Devotion") en su propio sello, Douglas Records. Según contó Douglas, Hendrix quería inclinarse más hacia el lado del jazz, pero se vio frustrado por Jeffery. Douglas sostuvo que Hendrix se acercó a él porque admiraba a McLaughlin y quería tocar con él.
Pero McLaughlin contó una versión un poco cambiada: "Conocí a Buddy Miles en 1969; él fue a Vanguard cuando yo estaba tocando con Tony Williams, y ambos se hicieron muy amigos. Un día vinieron los dos juntos y me dijeron que esa noche tocaban con Jimi, y me invitaron a acompañarlos. Así que fuimos a Record Plant. Empecé a tocar sin parar, y seguimos hasta las nueve de la mañana; Jimi estaba ahí y grabamos algunas cosas; mucha gente ha estado buscando esa cinta pero nadie la ha encontrado. En bajo estaba Dave Holland, en batería Buddy Miles, Jimi y yo en guitarras, Duane no-sé-qué en órgano; también había otro guitarrista, Jim McCarty. Fue muy lindo, como una fiesta".
"En 1969 Hendrix dejó la música psicodélica por el rhythm and blues -relató Douglas-; antes de eso, Jimi llenaba todos los resquicios con efectos electrónicos, pero hacia el final estaba en busca de un sonido mucho más seco. Era un explorador, pero no tenía nadie que lo acompañara en sus exploraciones. Ese era el problema. Toda la estructura a su alrededor estaba deteriorándose. Jimi se sentía frustrado y se escapaba de eso pasando todo el tiempo que podía en el estudio. En la última semana tomó la firme decisión de deshacerse de Jeffery a cualquier precio y hacer lo que él quería".
En realidad, alrededor de la muerte de Jimi Hendrix hay muchas más cosas de las que cualquiera que haya estado cerca de él quisiera hacer saber. Hendrix fue víctima de muchas circunstancias y más de una vez se ha sugerido que los problemas financieros y legales tuvieron tanto que ver con su muerte como las nueve píldoras para dormir que tomó y el subsiguiente mal tratamiento que sufrió en manos de los enfermeros de la ambulancia que lo llevaron sin sostenerle la cabeza. El médico declaró que Hendrix murió sofocado -ahogado en sus propios vómitos- de manera accidental, pero cuanto más observa el contexto de su muerte, más difícil es creer el veredicto.
Es casi necesario volver hacia atrás para entender lo que pasó. Hendrix llegó a New York en 1964, buscando un espacio en el cual pudiera introducirse en el estilo musical que buscaba desde hacía varios años. Después de tocar en bandas de acompañamiento junto a Little Richard, Ike & Tina Turner y The Isley Brothers, decidió probar suerte por su cuenta. Tuvo que empeñar su guitarra para poder comer. Curtis Knight (1945-1999), que era su amigo en esa época, contó que le dio a Hendrix una de sus dos guitarras ni bien lo escuchó tocar y le pidió que se uniera a su grupo.
Knight había firmado un contrato con el productor Ed Chalpin, y rápidamente arregló las cosas para que Jimi firmara también con él. Tocaron juntos en varios clubes y también grabaron y compusieron algunas cosas. Knight también contó cómo el grupo The Animals empezó a demostrar interés por Jimi cuando ambos tocaban en el Ondine en 1966.
Chas Chandler (1938-1996), en ese tiempo bajista de The Animals, contó al respecto: "Me puse en contacto con Jimi a través de Linda Keith, que era la novia de Keith Richards; ella sabía que yo iba a meterme en producción y me dijo que en el Village había un tipo genial. Fuimos a verlo. Estuvimos hablando antes de que él empezara su acto, y aun sin escucharlo tocar, quise llevármelo en seguida a Inglaterra".
Chandler vio en Hendrix su pasaporte al éxito y no le costó mucho convencerlo de que lo que tenía que hacer era irse a Inglaterra con él. Esa era su oportunidad para progresar y Hendrix la tomó. Pero Chandler tenía un problema: el dinero, y la única persona que podía dárselo era Michael Jeffery, que ya había sido manager de The Animals (a quienes terminaría estafando).
Chandler se llevó a Hendrix a Londres en septiembre de 1966. Los primeros meses fueron muy difíciles, pero Chandler fue vendiendo sus guitarras una por una para financiar a la banda Experience hasta que pudieran valerse por sí mismos. Mientras tanto, Jeffery desapareció.
Curtis Knight recordó que cuando volvió a ver a Hendrix, inmediatamente sintió que las cosas no andaban bien. Después de apreciar la atmósfera de lujo y prosperidad que reinaba en la habitación de hotel donde se estaba hospedando, Knight se sorprendió cuando notó que Hendrix no tenía nada de dinero. Contó: "Jimi me pidió que esperara un momento, y fue a pedirle un poco de dinero a Jeffery (que había vuelto cuando empezó a oler que el negocio podía dejarle una buena ganancia). Jeffery le dijo que no tenía y que iban a hablar del tema más tarde. Me di cuenta de que Jimi estaba confuso y enojado al mismo tiempo. Le pregunté qué clase de arreglo financiero tenía con esas personas que se suponía le cuidaban los intereses. 'Bueno -me dijo-, ellos reciben el dinero y lo cuidan por mi, y cuando yo necesito un poco, les pido'. No parecía una idea muy buena en el contexto de lo que había sucedido. Le pregunté si él sabía lo que los otros hacían con el dinero, y me contestó que lo ponían en un banco a nombre de él. Pero no tenía la menor idea de cuál era ese banco, ni de cuánto dinero se suponía que tenía allí".
El medio a través del cual sus representantes le robaban a Hendrix sus ganancias por derechos de autor era una compañía evasora de impuestos llamada Yameta, formada originalmente por Jeffery para The Animals, pero que después pasó a controlar también los beneficios de las grabaciones de Experience. Hendrix se dio cuenta casi inmediatamente de que algo raro había en Yameta y, junto con los miembros de su banda -el bajista Noel Redding (1945-2003) y el baterista Mitch Mitchell (1947-2008)-, mandó una carta a la Warner en agosto de 1968, en la que decía que no debía pagarse ninguna suma a Yameta Company Limited ni a ninguno de sus representantes. Nadie le hizo caso, y posteriormente se descubrió que las oficinas de Yameta, que supuestamente se encontraban en las Bahamas, en realidad no existían, y que jamás habían existido. Algunos periodistas han sugerido que Yameta era un centro encubierto de operaciones de la Mafia, pero nunca se consiguieron pruebas.
La atmósfera alrededor de Experience estaba totalmente deteriorada. Chandler recordó tiempo después: "Jimi atravesaba un período negro; no escuchaba a nadie y no hablaba con nadie, porque no encontraba la forma de decir nada. Se estaba apartando sin razón aparente. Ya no me quería al lado suyo, no me necesitaba, así que me separé y me volví a Inglaterra". Eso fue a fines de 1968, y Hendrix se quedó con Jeffery, quien pasó a controlar todo el dinero de su "estrella exclusiva". Era muy evidente que Hendrix dedicaba toda su atención a la música, y que se preocupaba muy poco por resolver sus asuntos financieros, por lo que le dio al manager un verdadero cheque en blanco.
Para 1969, había grabado dos álbumes excelentes ("Are you experienced" y "Axis: Bold as love") y le faltaba poco para terminar otro ("Electric ladyland"), pero su insatisfacción con el camino que estaba tomando Experience (la mayoría de las veces regrababa las líneas de bajo de Redding porque le parecía que no iban bien con el resto) lo llevó a deshacer el grupo. Hendrix pasó casi todo ese año recluido, intentando llevar a cabo sus planes de crear una banda nueva. Sin embargo, todo lo que pudo materializar fue el álbum en vivo "Band of gypsies" (grabado en el Fillmore East para Año Nuevo), un disco que a pesar de que él no quería que se editara, salió a la venta de todos modos, a causa de la obligación contractual que tenía con Ed Chalpin, quien había arreglado con Capitol Records para sacarlo a la venta lo antes posible.
El siguiente disco, "Band of gypsies", con Buddy Miles (1947-2008) en batería y Billy Cox (1941) en bajo fue un paso hacia adelante, pero no en la dirección que Hendrix quería ir. Empezó a gastar el dinero sin sentido, probablemente porque sabía que lo que él no gastara se lo iban a robar de un modo u otro. Hendrix le declaró a un periodista en marzo de 1969: "El problema de este negocio es que los productores ven en vos una veta de oro y te convierten en un esclavo ante el público. Te exprimen hasta que te ven exhausto, hasta que no das más, y entonces dirigen su atención hacia otras cosas. Es por eso que muchos grupos se separan, porque los gastan. Llega un momento en que los músicos quieren dejar todo, porque de otra manera se hunden, se los traga toda esa basura".
Las drogas fueron otro factor que no ayudó a Hendrix a salir de pozo en que se hallaba; la gente que estaba cerca de él decía que tomaba ácido como para convertirse fácilmente en un paranoico. La culminación del asunto drogas tuvo lugar en mayo de 1969, cuando lo detuvieron en el Aeropuerto Internacional de Toronto por posesión de heroína. Hendrix insistió en que no sabía nada sobre la existencia de esa heroína, que había llegado ahí sin que él se enterara. Un músico de New York que estaba con él en esa época y que pidió que no se lo nombrara, recordó ante la prensa que Jimi tenía miedo de que Jeffery hubiera arreglado el arresto para mantenerlo dependiente de él en un momento en el que estaba tratando de librarse de semejante manager.
Knight contó que Hendrix pensaba que Jeffery era también el responsable del secuestro que sufrió, como otra forma de intimidación. Jimi le contó: "Yo quería hacer un álbum doble, pero mi manager en seguida me comunicó que la demanda del público no daba para tal cosa, y que su intención era editar un simple. Antes de que me diera cuenta de lo que había sucedido, me encontré secuestrado por unos tipos que me taparon la boca y me tiraron con brutalidad en la parte de atrás de un auto. No podía entender qué diablos estaba pasando mientras yacía ahí, transpirando, con la rodilla de alguien clavada en mi espalda. Me llevaron a un edificio desierto y me hicieron creer que realmente querían hacerme daño, aunque en ningún momento me aclararon por qué me habían raptado. Todo parecía muy misterioso, porque después de un rato me di cuenta de que si en realidad hubieran querido herirme ya habían tenido bastante tiempo para hacerlo. Y la cosa fue todavía más misteriosa y sospechosa cuando fui rescatado por tres personas que dijeron que las había enviado mi manager. Fue como una aventura de un libro de cuentos baratos".
Muchos amigos de Hendrix han declarado que estaba muy confuso y desalentado antes de su muerte. Noel Redding expuso una opinión muy interesante: "No estoy muy seguro sobre la muerte de Jimi. Creo que la noche anterior había tomado ácido, pero no podría asegurar si su muerte fue accidente, suicidio o asesinato". Eric Burdon (1941), el cantante de The Animals declaró: "Sé que estaba mal desde hacía un año. Estaba tan metido dentro de un pozo que la única solución útil para él era dejar de hacer música por un tiempo y aclarar las cosas. Pero él sabía, sentía que sin la música iba a destruirse de todos modos. Se daba cuenta de que lo único que realmente le importaba era la música, seguir tocando, y uno de los motivos que lo llevaron a la muerte fue que su capacidad creadora había mermado considerablemente".
Otra de las razones, quizás, fue que Jeffery lo estaba presionando demasiado; hacía un año y medio que Jimi no editaba un álbum, y Jeffery estaba bastante desesperado para que produjera nuevo material, a pesar de que el músico no quería editar nada en ese momento. Además, Hendrix terminó de desmoralizarse cuando descubrió -en parte- las estafas de sus "protectores". Knight recordó haberlo escuchado decir una vez: "Sé que últimamente estoy gastando demasiado, pero también sé que he ganado mucho más, y que nunca he visto ni la décima parte. Me destrozó saber cuál es mi situación financiera. Confié mucho en la gente que yo pensaba manejaba mis asuntos, creí en ellos. Pero me explotaron, ésa es la verdad. Voy a ponerme en contacto con mi abogado y voy a tratar de solucionar todo esto. Estoy harto".
Hendrix pasó los últimos días de su vida con la mujer en cuya suite del hotel Samarkand de Londres murió, la artista alemana Monika Danneman (1946-1996), que afirmaba que ella y Jimi eran amantes predestinados. Jeanetta Jacobs, una amiga de Jimi que se mantenía bastante en contacto con él, dijo: "Antes de que él muriera, Monika me confesó que estaba muy enamorada de Jimi, que él le había dado un anillo y que iban a casarse pronto. Mónica me contaba, también, que Jimi se consideraba a veces una reencarnación de Cristo, y que le mostraba las marcas de los estigmas en las manos y los pies. Predecía su propia muerte como inevitable y necesaria; es probable que, como dijo Burdon, su última canción haya sido realmente una nota sobre su suicidio”.
Monika Danneman contó los detalles de la muerte de Jimi: "Le hice la comida y tomamos una botella de vino blanco. Tomó más que yo, pero no era un tipo alcohólico. Había atmósfera de alegría. No había peleas, estábamos escuchando música y charlando. Alrededor de las dos de la mañana me dijo que tenía que visitar a algunas personas en Devon. Lo dejé en la casa de ellos y lo busqué a las tres”.
En el camino de vuelta, ella le prometió que sus espíritus siempre iban a estar juntos. Estuvieron levantados toda la noche, hasta que a las seis de la mañana Hendrix se quejó de que algo andaba mal. No se sentía bien, no podía dormir, así que se llenó la boca de pastillas para dormir y habló hasta que Monika se quedó dormida.
La Danneman dijo después: “Me desperté a las diez y veinte más o menos. No podía seguir durmiendo, quería comprar cigarrillos pero como a Jimi no le gustaba que saliera sin avisar, miré si estaba despierto, entonces descubrí que algo andaba mal con él. Traté de despertarlo, pero no pude”. Hendrix tenía el cuerpo frío. Ella llamó a Eric Burdon, quien le dijo que llamara a una ambulancia. Cuando llegaron al hospital ya estaba muerto.
Tres días más tarde, Burdon apareció en un programa de la BBC afirmando que Hendrix se había matado; dijo que había dejado una nota, pero que no podía mostrársela a nadie. Buddy Miles sugirió hacer un gran festival benéfico en el Madison Square Garden, cuya atracción principal sería el cuerpo de Jimi, expuesto ante sus admiradores.
Surgieron muchas preguntas sobre lo que pasó con Jimi Hendrix, pero nadie quizo contestarlas. Una de las pocas personas que aceptó hablar fue Steve Weiss, el abogado de Hendrix y de Jeffery. Dijo que no había ningún problema entre los dos: "Jimi nunca consideró seriamente el hecho de que alguien lo manejara, así que jamás me enteré de que no se llevaran bien, o que estuvieran desconformes uno con el otro. De los demás, conozco bien a Chas Chandler, y es una persona honorable y experimentada; a Alan Douglas no lo conocí, pero supongo que es un tipo de talento. Insisto en que no podía haber grandes diferencias entre Jimi y Jeffery, ya que ambos eran buenos socios en el estudio. El principal atributo de Hendrix era su enorme talento, pero siempre hay que darle libertad al manager para que maneje ese talento de la manera más productiva. Creo que Jeffery era un manager excelente; los resultados hablan por sí solos".
"Con respecto a Yameta –siguió el abogado-, no puedo decir nada, porque todo ese asunto sucedió antes de que empezara a intervenir. Y con respecto a la muerte de Jimi, no tengo motivos para no creer en el veredicto del médico. La gente no tendría que especular, sobre todo cuando hay pruebas tan evidentes. No me parece que se haya suicidado. Tenía un enorme talento, tal vez mal usado. Creo, sinceramente, que Jimi era un ser maravilloso".
Hendrix grabó una cantidad impresionante de material durante el curso de su vida. Mucho de ésto (fundamentalmente los conciertos en vivo) se fueron publicando póstumamente; varios de los conciertos en vivo eran excelentes, pero las cintas de estudio fueron el foco de una gran controversia por muchos años. En algunas de ellas se aprovecharon tomas en las que Jimi tocaba solo y se añadieron acompañamientos posteriores con músicos actuales. Para ello hubo casi que componer las canciones, ya que lo rescatado se limitaba a solos experimentales del guitarrista. En otros se realizaron diferentes mezclas y se aprovechó material de directo vendiéndolo en dos versiones: una con el sonido del público y otra con éste eliminado para dar sensación de haberse grabado en estudio. La cuestión es que hacia 1990 había, al menos, cuarenta sellos diferentes a lo largo del mundo que editaban material en el que se aseguraba que tocaba Jimi Hendrix. Después de un conflicto legal muy largo, los derechos de autor y todas sus grabaciones, pasaron a manos de su padre Al Hendrix, en julio de 1995. Este contrató al historiador de la obra del guitarrista John McDermott y al ingeniero original de Jimi, Eddie Kramer, para supervisar el proceso de remasterización de las cintas originales. Así comenzaron a aparecer nuevas recopilaciones "oficiales" con el resultado esperado: el negocio funcionó a las mil maravillas.
Cuando en 2002 falleció el padre de Jimi, la herencia pasó a ser disputada por su medio hermana y su hermano menor. Lo que está en juego es una fortuna estimada en 80 millones de dólares, con un potencial anual de ganancias de varios millones de dólares.
Un cuervo negro sobrevuela la tumba de Jimi Hendrix en Seattle, su ciudad natal.