20 de agosto de 2007

Taras Shevchenko, de la gleba a la gloria

Los genios pertenecen a la humanidad. Cada uno de ellos es, en primer lugar, ojo de su propio pueblo e hijo de la tierra que lo vio nacer, la que le dio el espíritu y el inconmensurable amor a su pueblo. Muchos poetas se han referido a Shevchenko: Ivan Franko escribió "él fue hijo de un siervo de la gleba y se transformó en el emperador del reino del espíritu " ó, como refiriéndose al inquebrantable espinal de libertad, el poeta Maksym Relskyi, escribió: “Bendito sea el día y la hora / cuando la tierra se cubrió de mantos. / Tierra que transitara Taras / con sus pequeños pies descalzos / la tierra que salpicara Taras / con sus pequeñas, sutiles lágrimas cual rocío”.
Taras Hryhorovych Shevchenko nació el 9 de marzo de 1814 en la aldea de Moryntsi, gobernación de Kiev. Su padre, Hrehory a pesar de ser siervo en los dominios de Vasify Engelhart, sabía leer y escribir. Kateryna, su madre, era también una mujer superior a su clase. El muchacho jamás dejó de honrar su memoria y la admiró toda su vida, no obstante haberla perdido a la temprana edad de 9 años. El segundo matrimonio de su padre le dio al niño una áspera madrastra, y al morir su progenitor en 1826, Taras, con sólo 12 años, se halló huérfano y solo en medio de las duras condiciones propias del siervo.
Ya por entonces había sentido la atracción por la pintura, y procuró adquirir conocimientos en este arte acudiendo a los pintores de los contornos vecinos. Pero sus experiencias en estos estudios fueron tan poco gratas, que no tardó en regresar a su aldea, para dedicarse a apacentar el ganado. Shevchenko trató nuevamente de obtener permiso para estudiar, pero la respuesta del mayordomo de la estancia a su solicitud fue trasladarlo al trabajo de panadería. Ante la evidencia de lo poco adecuado que el muchacho resultaba para la nueva labor, a sus 14 años se lo destinó a la propia casa del amo, para que se desempeñara allí como criado.
En la mansión pudo deleitarse admirando las bellas obras de arte que la adornaban y pronto se sintió irresistiblemente tentado a copiar en secreto los magníficos cuadros. Engelhart, como muchos de los nobles de aquella época, gustaba de contar entre sus siervos a gente educada, y puesto que había descubierto el inusual conocimiento de su siervo, rápidamente lo colocó de aprendiz con varios pintores. En 1829 lo llevó consigo primeramente a Vilna, y tras la revuelta polaca, se trasladaron a San Petersburgo en 1831, donde un año más tarde lo puso a estudiar con el pintor V. Shyryayev.
Fue relativamente poco lo que Shevchenko aprendió con este maestro y las condiciones de vida a que estaba sometido eran en extremo duras; pero este periodo de estudios le dio la ocasión de trabar conocimiento con el artista ucranio Iván Soshenko. De gran suerte fue para Taras este casual encuentro, pues su amigo le presentó a Karl Petrovich Briulov, el pintor más en boga de aquella época, quien sintió muy pronto un gran interés por el joven siervo y puso empeño en que fuera su discípulo.
Pero las reglamenta­ciones no permitían el ingreso de siervos a la Academia de Bellas Artes. Engelhart rechazó la idea de libertar a Taras, aunque finalmente se mostró dispuesto a otorgarle tal libertad a cambio de la suma de 2.500 rublos oro. Con el objeto de poder reunir esa suma, Briulov pintó el retrato del poeta ruso Zhukovsky, que fue vendido por el sistema de rifa entre los palaciegos. Fue fácil reunir así el dinero necesario y el 22 de abril de 1838, Shevchenko, a los 24 años de edad, se convirtió en un hombre libre. Con gran empeño inició sus estudios artísticos en la Academia de Bellas Artes de San Petersburgo. Allí, Shevchenko obtuvo una Medalla de Plata por un paisaje. En 1840 obtuvo nuevamente una medalla de plata, esta vez por su primer pintura al óleo. "El muchacho mendigo que da el pan a un perro".
Probablemente ya por el año 1837 había comenzado a escribir poesías, pero hasta no haber obtenido su libertad, nadie se fijó en esta faceta artística de Taras. En la biblioteca de Yevhen Hrebinka, se familiarizó con las antologías del folklore ucraniano y los trabajos de I. Kotlyarevsky, H. Kvitka-Osnovyanenko, y de poetas románticos. En el año 1840 publicó un pequeño volúmen, la primera edición del “Kobzar” a expensas de un terrateniente ucranio, Petro Marios, de quien estaba pintando un retrato. Algo nuevo y asombroso trascendía de esta su primera obra, un gran énfasis respecto a la decadencia de la vieja Ucrania y tremendo dolor inspirados en el sufrimiento del pueblo.
La genialidad de Shevchenko era algo inaudito para el momento que atravesaba el pueblo ucranio. Era inusitado que un siervo con sus ideas y palabras movilizaran al pueblo a pensar en su independen­cia y la libertad; que sus versos reflexivos fueran escritos en su idioma natal -el ucranio- idioma que prácticamente no era utilizado por las altas esferas de la sociedad y solo usado por los siervos; que su libro se apoderara del corazón de sus compatriotas como si fuera un evangelio. Un año después del “Kobzar”, se publicó “Haidamake” (1841) en el que relata los sucesos ocurridos alrededor del año 1768, pintando un lastimoso cuadro lleno de horror y espanto, producto del sufrimiento y la pena que lo embarga por el destino de su pueblo que lucha por su independencia. En septiembre de ese mismo año, Shevchenko consiguió su tercera Medalla de Plata por su cuadro "Gitano lee fortuna". En 1843 realizó una corta visita a Ucrania, siendo recibido en todas partes con los máximos honores, considerándosele como el poeta ucranio por excelencia. En su aldea natal, Taras se enfrentó nuevamente con las duras condiciones de vida a que estaba sujeto el pueblo y si éstas le habían afectado tanto en el pasado, la impresión recogida en esa oportunidad fue atroz.
El 22 de marzo de 1845, el Concejo de la Academia de Bellas Artes decidió concederle el título de Artista. Ese mismo día se presentó ante la dirección de la Academia con la petición de un pase para viajar a Ucrania. Shevchenko retomó a Ucrania, donde se pasó el verano de 1845 recorriendo el país en todas direcciones y visitando los monumentos famosos. No tardó en ofrecérsele un puesto interesante en la Comisión Arqueológica, donde pudo aprovechar sus conocimientos pictóricos. Durante aquellos viajes escribió algunos de sus poemas más satíricos y políticamente subversivos: "Son” (“Sueño”), “ Velykyi l'oj” (“La Gran Mazmorra”), “Kavkaz” (“Cáucaso”) y otros que transcribió en la colección "Try lita" (“Tres años”). La colección, sin embargo, no fue publicada.
Finalmente fijó su residencia en Kiev, y bien pronto se halló en medio de un grupo de jóvenes entusiastas y de científicos, entre los cuales figuraban Mykola Kostomariv y Panteleimón Kulish. Henchi­dos del entusiasmo propio de la juventud y bajo la influencia de las corrientes revolucionarias que preparaban el movimiento de 1848, fundaron la Sociedad de los Santos Cirilo y Metódio, con objeto de crear una gran unión libre de todos los pueblos eslavos, bajo una forma de gobierno republicana. Fue característico del cambio que se había producido desde la época de los Decembristas tanto en Rusia como en Ucrania, que este nuevo movimiento no estuviera encabezado por los miembros de la nobleza rural o por los oficiales de las fuerzas armadas, sino por un grupo de profesores, hombres de ciencia y de letras. Los instintos radicales por naturaleza de Shevchenko, y su ardiente patriotismo ucranio, le impulsaron a unirse a este movimiento, compartiendo los sueños y las acciones de los hombres que lo integraban.
El 28 de febrero de 1847 llegó a las autoridades zaristas una denuncia sobre la existencia del movimiento, y éstas lo pusieron de inmediato en conocimiento de San Petersburgo. El 5 de abril Shevchenko y sus amigos fueron arrestados bajo el cargo de pertenecer a una sociedad ilegal con una escritura insolente y poesía revolucionaria. En San Petersburgo siguió la investigación y el juicio, dictándose el 30 de mayo la sentencia: "Orden de enrolarse en el ejército, en el Cuerpo Independiente de Orenburg, como soldado raso" en la que el propio zar Nicolás I añadió de puño y letra: «bajo la más estricta vigilancia, prohibiéndosele que escriba o pinte». El 8 de junio de 1847, Shevchenko fue establecido en Orenburg, donde quedó condenado a vivir como un militar sin graduación en la región más remota de la Rusia oriental. Desde sus primeros días, Shevchenko violó la orden del zar. Escribió y ocultó secretamente sus poesías y escritos (1847-1850) en varios cuadernos conocidos como "zajaliavni knyzhechky" (“los libretes de contrabando). Muchos de sus bosquejos a partir de ese período tienen como su tema la vida de los Cosacos. En un principio su servicio no era excesivamente riguroso, pues dos jefes que sintieron simpatía hacia él le incluyeron en dos expediciones que recorrieron el mar de Aral (1848-9), permitiéndole que hiciese dibujos ilustrativos de la expedición. Al enterarse de ello las autoridades de San Petersburgo en 1850, fueron revocados sin demora tales privilegios y las instrucciones del zar fueron ejecutadas másestrictamente. Shevchenko sería trasladado a la fortaleza de Novo-Petrovsk.
Tras la muerte del zar Nicolás I en 1855, amigos influyentes en la capital intercedieron por él ante el zar Alejandro II, y en el mes de mayo de 1857 llegaría el perdón. Shevchenko recuperaría su libertad a fines de julio, poniéndose de inmediato en camino hacia San Petersburgo. Al llegar a Nyzhny Novgorod, fue detenido nuevamente, pues la amnistía no le otorgaba el derecho de residir en ninguna de las dos capitales. Penosamente retornó a Orenburg, donde durante ese tiempo pintó muchos retratos y otras pinturas. También revisó y transcribió en la "Bolsha knyzhka" (“El Gran Libro”) sus poemas del período de destierro y escribió nuevos trabajos poéticos, hasta que en marzo de 1858 obtuvo su permiso para vivir en la capital. En San Petersburgo prosiguió sus estudios en la Academia de Bellas Artes, reanudando muchas de sus antiguas amistades, entre ellas la del conde Alexander Tolstoi y la de un grupo de escritores liberales, todos ellos apasionados por el arte, la literatura y la libertad. En mayo de 1859 obtuvo permiso para trasladarse a Ucrania, tras doce años de ausencia, y pasó un verano feliz soñando con el matrimonio y con el establecimiento de un pequeño hogar a orillas del río Dniéper. En julio se lo arrestó por un cargo de blasfemia, pero fue liberado y pidió retornar a San Petersburgo. El poeta llegó allí el 7 de septiembre de 1859, sin perder su esperanza de algún día establecerse en Ucrania.
A pesar de la debilidad física como resultado de su destierro, la fuerza poética de Shevchenko era inagotable, y el último periodo de su trabajo es la fase más alta de su desarrollo. En una serie de trabajos, el poeta incluyó el sueño del pueblo por una vida libre y feliz. Shevchenko entendió que los campesinos no ganarían su libertad a través de la bondad del zar ni a través de las reformas, pero si a través de la lucha. Él creó una galería de imágenes -los Campeones de la Sagrada Libertad- de luchadores contra la opresión y la tiranía. El 2 de septiembre de 1860, el Concilio de la Academia de Artes le concedió a Shevchenko el título de Académico en Grabados.
Aunque su vida fue breve y atormentada, Shevchenko dejó una producción importante. Entre sus obras mas memorables podemos citar: "A los vivos y a los muertos"; "La gran cueva"; "El cáucaso"; "Kateryna"; "La noche de Taras"; "La ninfa"; "El lirio"; "La hechicera" y "El hereje". Taras Shevchenko murió en la húmeda ciudad rusa de San Petersburgo a las 5:30 de la mañana el 10 de marzo de 1861, justamente en vísperas de la abolición de la servidumbre. El poeta fue enterrado primero en el Cementerio de Smolensk en San Petersburgo; después los familiares trasladaron sus restos hasta Kiev, pero más tarde los amigos de Shevchenko insistieron que el lugar para su eterno descanso fuera aquel que tan bien describió en su Testamento poético (“Zapovit”) que redactara poco ante de su muerte.
Los despojos mortales del poeta fueron inhumados 8 de mayo en Kaniv, sobre la cima de la colina Chemecha (ahora la Colina de Taras) que se eleva a orillas del rio Dniéper, donde había adquirido tierras y pensaba construir su casa. Sobre la tumba se coloco una cruz de madera, hasta que en el año 1884 fue reemplazada por otra de hierro fundido. En 1923 se erigió el primer monumento, realizado por el escultor amateur K. Tereshenko y dos años mas tarde en una reserva de 20 hectáreas, se creó un museo en su memoria. En el año 1939, en ocasión de conmemorarse el 125º aniversario de su nacimiento se inauguró sobre su tumba el actual monumento. Son 344 escalones los que separan la orilla hasta la base del monumento que perpetúa su memoria, desde donde bajo la mirada del poeta, se observa el ancho Dnipró y se escuchan el rugir de sus aguas, tal su deseo expresado en su poema “Testamento”. A un lado del predio de encuentra la casa de I. O. Yadlovskyi cuidador del sepulcro, y junto al monumento se levantó el Primer Museo Nacional en su memoria y se reprodujo la sala de
Taras Shevchenko. Esta reserva histórica es visitada anualmente por más de 300.000 personas que provienen de 135 países de los 5 continentes, que con gran emoción y respeto saludan al poeta máximo de Ucrania.