27 de agosto de 2007

Rubén Darío. Lo fatal

Felíx Rubén Garcia-Sarmiento conocido como Rubén Darío, nacío el 18 de enero en Metapa, Nicaragua pero su familia se mudó a León un mes después de su nacimiento. A la edad de doce años Rubén Darío publico sus primos poemas "La Fé", "Una Lagrima" y "El Desengaño".
Es el iniciador y máximo representante del Modernismo literario en lengua española y posiblemente el poeta que ha tenido una mayor y más duradera influencia en la poesía del siglo XX en el ámbito hispánico. Es llamado príncipe de las letras castellanas.
A pesar de su apego a lo sensorial, la poesía de Rubén Darío atravesó una poderosa corriente de reflexión existencial sobre el sentido de la vida. Es conocido su poema "Lo fatal" de "Cantos de vida y esperanza"(1905), donde afirma que:


Dichoso el árbol que es apenas sensitivo,
y más la piedra dura porque ésa ya no siente,
pues no hay dolor más grande que el dolor de ser vivo,
ni mayor pesadumbre que la vida consciente.



Ser y no saber nada y ser sin rumbo cierto,
y el temor de haber sido y un futuro terror...
Y el espanto seguro de estar mañana muerto,
y sufrir por la vida y por la sombra y por
lo que no conocemos y apenas sospechamos,
y la carne que tienta con sus frescos racimos,
y la tumba que aguarda con sus fúnebres ramos,
y no saber adonde vamos,
ni de dónde venimos...

Darío llegó a ser un poeta extremadamente popular, cuyas obras se memorizaban en las escuelas de todos los países hispanohablantes y eran imitadas por cientos de jóvenes poetas.
Los últimos años de su vida estuvieron caracterizados por momentos de exaltación mística y por una fijación obsesiva con la idea de la muerte. Su alcoholismo le causaba frecuentes problemas de salud y crisis psicológicas. Rubén Darío regresó a León, la ciudad de su infancia, el 7 de enero de 1916 y falleció menos de un mes después, el 6 de febrero. Las honras fúnebres duraron varios días. Está sepultado en la catedral de la ciudad de León.