Bill Wyman (1936) fue durante treinta años el bajista de los Rolling Stones. Multi-instrumentista (además del bajo toca piano, órgano, cello, guitarra, vibráfono y glockenspiel), a fines de 1992 puso fin a su carrera en la banda de Mick Jagger (1943) y Keith Richards (1943), "harto de hacer siempre lo mismo". Por entonces ya había editado cuatro discos como solista: "Monkey Grip", "Stone Alone", "Bill Wyman" y "Stuff". En 1996 formó la banda Rhythm Kings, grupo con el que sacó "Struttin' our stuff ", "Anyway the wind blows", "Groovin", "Double Bill", "Just for a thrill" y "Rhythm Kings Live". A mediados de 2003 viajó a España para participar en el Festival Internacional de Jazz de Villalba, oportunidad en que fue entrevistado por Nando Cruz Barcelona de "El Periódico de Aragón" en cuya edición del 7 de julio de 2003 apareció la nota que sigue.
Habrá quien piense que dejó los Rolling Stones porque quería liderar su banda, pero en escena no actúa como el jefe de los Rhythm Kings. Los dejé por aburrimiento y para poder tocar música por diversión en vez de por dinero. Disfruto más con las audiencias pequeñas y la banda es buena gente: viajamos juntos, no hay "prima donnas". Lo hacemos por amor a la música ; sin pensar en números uno, dinero, abundancia... He cerrado el círculo.
Parece que lo que más disfruta de la música es estar rodeado de buenos instrumentistas.
Sí, es como tener un buen equipo de fútbol. Es excitante tocar con gente de calidad. Si no lo disfrutara me quedaría en casa con mi familia.
Fue el primer "stone" que grabó disco en solitario, "Monkey grip". ¿Debimos intuir que sería el primero en desertar?
En la década de los '70, la gente ya hacía cábalas con mi marcha, pero entonces adoraba estar con los Rolling Stones. Sólo que, después de treinta años, creí que era hora de progresar y dedicarme a otras cosas que me interesaban: arqueología, fotografía, historia inglesa...
¿Siente que ha aprovechado más su vida desde entonces?
Absolutamente. Me he dedicado a todo esto y he escrito tres libros que se han vendido mucho. Puedes tener éxito en un grupo, pero siempre buscas el reconocimiento personal, y en estos diez últimos años lo he logrado, así que estoy muy satisfecho.
¿Recuerda cuándo empezó a sentirse aburrido de los Stones?
Fue a inicios de los '80. Tuve mucho éxito con mi disco, "Bill Wyman", y me preguntaba qué hacía tocando cada año las mismas canciones sólo por dinero, dinero y dinero. Estuve a punto de dejarles, pero en 1989 estaba arruinado. Charlie Watts y Ronnie Wood también tenían problemas financieros, porque, aunque la gente crea que somos multimillonarios, sólo ganan dinero los que componen canciones y ninguno de nosotros componía. Llevábamos siete años sin ir de gira, así que me embarqué en ese "tour", recogí dinero y los dejé. Así de loco y así de cierto.
Fue a ver a los Rolling Stones en la gira de "Voodoo lounge" de 1995. ¿Lo pasó bien?
Estuve varias horas con ellos antes y después del concierto y fue divertido reunirme con el personal de la gira. Pero no sentí el más mínimo deseo de estar en el escenario. Lo disfruté como si hubiese ido a un concierto de David Bowie.
¿Por qué cree que Watts no ha abandonado el grupo?
Porque es muy fácil persuadirle. Ya en los '60 decíamos: "En verano iremos de gira por Norteamérica". Y él respondía: "Yo no quiero ir de gira". Todos le gritábamos: "Cállate, Charlie, tú irás de gira". Y él decía: "De acuerdo". Pese a todo, estoy seguro de que él será el primero en dejar el grupo. Quizá lo haga el próximo año.
¿Qué precio paga por hacer lo que le gusta?Estar alejado de mi familia, a la que adoro. Pero no me quejo, la gira va muy bien. Llenamos incluso en París. Tengo una banda fantástica, tocamos más de ocho estilos diferentes, blues, jazz, soul, rock... Lo que hacemos es realmente bueno. Si no, no lo haría. No trabajo por dinero, sólo por diversión. Con los Stones me aburría, tocábamos siempre las mismas treinta canciones.
¿Todavía le piden alguna de esas canciones en sus conciertos con los Rhythm Kings?
Rara vez, alguna vez me ocurrió en Alemania. Siempre me niego y el público lo entiende. Para mí no tiene sentido. Cuando alguno de mis antiguos compañeros saca un disco solista, al final, en los conciertos, el 90% de lo que tocan es de los Stones. Eso es jugar sobre seguro y demuestra además falta de fe en sus canciones. Yo no tengo ese problema. De todas formas, los discos en solitario de Keith Richards y Ronnie Wood también suenan a los Stones. ¿Para qué hacer lo mismo con otra banda cuando se puede hacer con la mejor del mundo?
¿Está harto de que le pregunten sobre sus ex compañeros?
No, no me importa, lo que me molesta es que sólo me pregunten por ellos. Mantenemos una buena relación. Sé que estuvieron en España hace unos días y llenaron. Siempre llenan.
¿Por qué cree que siguen embarcándose en esas giras masivas?
Lo hacen porque no tienen nada más importante en sus vidas. No encuentro otra razón. Algunos de ellos, además, necesitan ser adulados. Charlie Watts no, y yo tampoco. Pero los otros tres necesitan que les digan "¡Oh, qué grandes son!". Keith además no tiene ningún otro interés en su vida, lo único que hace es tocar con los Stones o colaborar con otros músicos. Mi vida fue siempre mucho más rica. Me gusta la historia, la arqueología, los deportes, la pintura.
Como a Ron Wood, que expone lo suyo.
Sí, siempre monta una exposición donde estén tocando los Stones, lo hace para ver si vende más.
¿Escucha a los músicos de su generación? Gente como David Bowie, Lou Reed...
No me gusta Lou Reed, nunca me gustó, su música es muy deprimente, siempre está triste. En general, no me interesa lo que hacen los de mi generación. Es decepcionante, no es música de calidad. Escucho lo que hacen Paul McCartney y Bowie, un artista que admiro porque siempre está experimentando. Triunfa con un estilo y al siguiente disco cambia. Yo no soy ese tipo de músico, a mí me gustan las raíces, descubrir cosas que están olvidadas y enseñárselas al público. Me considero un investigador, un predicador musical.
¿Nuevas bandas?
No escucho apenas nada de lo que se hace ahora. Las nuevas bandas son repetitivas, malas, intentan sonar a lo de antes pero mal hecho. ¿Oasis? Lo que hacen ya lo escuché antes, y bien hecho. Son malas copias. La culpa es de los medios: las radios machacan siempre con lo mismo. A veces me sorprendo tarareando canciones que son una porquería, se me pegan de la radio. Las letras son terribles, patéticas, están escritas para niños.
¿Sigue escribiendo?
Los tres libros que escribí tuvieron mucho éxito. "Stone alone" vendió casi medio millón de ejemplares. Ahora quisiera escribir algo sobre arqueología o sobre historia. Me gusta investigar, no me interesa nada la ficción.
También le interesa la fotografía. ¿Por qué no le gusta fotografiar a gente?
Cuando tenía doce años mi tío me regaló una cámara, una de esas viejas cajas con un agujero. Empecé a hacer fotos de iglesias, muros... Prefiero eso a la gente. No sé el porqué, pero prefiero los objetos.
¿Qué planes tiene para el futuro?
Estamos preparando un nuevo disco de estudio, que saldrá a fines de año. Hemos descubierto a un alemán que es tremendo tocando boggie woogie, te pone los pelos de punta.