Hacia fines de 1981, el uruguayo Mario Levrero (1940-2004) no era un inédito ni un autor para minorías, ya que llevaba publicados un libro de relatos y tres novelas, además de una abundante y variada producción en periódicos y revistas, en donde predominaban las formas narrativas que empleaban el sentido del humor y la imaginación como elementos primordiales. Sin embargo, debido a la particular estrategia de las políticas editoriales, el destino de algunos de sus libros siempre fue bastante incierto. Cuando a fines de ese año se publicó en Buenos Aires "El lugar" -novela que completó una trilogía con "La ciudad" y "París"- el periodista argentino Elvio E. Gandolfo (1947) se entrevistó con el autor uruguayo logrando un reportaje que apareció publicado en la revista "El péndulo" nº 6, de enero de 1982.¿Qué ubicación tiene "El lugar" dentro de su obra?
Si se tiene en cuenta la época en que fueron escritas tres de mis novelas, en vez de las fechas de publicación, "El lugar", de 1969, forma parte de lo que podría llamarse una "trilogía involuntaria". La misma se inicia con "La ciudad", de 1966, y culmina con "París", de 1970. En las tres domina la búsqueda más o menos inconsciente de una ciudad. Hay un cuento posterior, del 72, "Siukville", en el que esa búsqueda se hace explícita.
¿Cómo se articula la imagen de la ciudad en la trilogía?
Una cita de Kafka que precede a "La ciudad" habla de "formas imprecisas en la niebla", y de esa ciudad que al parecer persigo en la trilogía; sólo se ven unos planos incomprensibles. En "El lugar", la ciudad es alcanzada pero de manera muy parcial y fugaz, en las últimas páginas. En "París", la ciudad es París, toma una forma definida y un nombre, y toda la acción transcurre en ella, aunque reducida en su mayor parte al ámbito de un asilo que a la vez parece teatro y hotel.
Leídas en conjunto, y ya fuera de la etapa de creación, ¿encuentra en las novelas una progresión simbólica definida o general?
La trilogía involuntaria es una búsqueda: el protagonista, que es y no es el mismo (una primera persona que nunca alcanza a decir su nombre) persigue esa ciudad para huir de ella, o llega a ella huyendo no se sabe de qué, tal vez de sí mismo; la huida es una constante, aunque en "París" parece quedar definitivamente atrapado por esa ciudad perseguida. Desde un punto de vista psicoanalítico, sería fácil proponer a esa ciudad como un símbolo materno dual, creador y destructor, pero aún los psicoanalistas podrían sospechar que el símbolo es múltiple, polivalente y que, en última instancia, la ciudad podría simbolizar también a la ciudad.
¿Qué relaciones guarda la trilogía con la realidad y la imaginación?
"El lugar", a pesar de que en un 99% trata de una experiencia de extrañamiento, es quizás la más realista del trío. El 1% restante, las líneas finales, imponen al protagonista y probablemente también al autor el cuestionamiento de sí mismo, su actitud egoísta que lo convierte en un extraño en éste y en cualquier mundo. "París" es un último intento de escapar de la realidad; el final, que el protagonista vive como trágico y ridículo, es en verdad la aceptación de su condición humana, tal vez trágica y ridícula, pero la única fórmula posible de "final feliz".
¿Ha habido alguna reaparición de los intereses o los mundos de la trilogía, aparte del cuento que ya mencionó?
Nunca pude volver a esos mundos de la trilogía, que hoy me parecen pobres y mezquinos, pero tampoco he vuelto a sentir con la misma intensidad el impulso de escribir con largo aliento.
Teniendo en cuenta las distintas especulaciones de los personajes de "El lugar" acerca del origen de ese mundo extraño, ¿podría incluírselo dentro de la ciencia ficción?
No, creo que no pertenece al subgénero de la ciencia ficción, aunque como todo texto que no trata de lo cotidiano puede ser reclamado por ese casillero. A mi juicio, para que un texto pueda ser clasificado dentro de un subgénero, debe cumplir un par de requisitos mínimos; el primero, la intención comercial (dirigirse concretamente a determinado público). En el caso de la ciencia ficción, el otro requisito sería la inclusión de una explicación más o menos científica de los hechos extraños que ocurren. Si bien es cierto que en "El lugar" se esbozan varias explicaciones, todas posibles, todas triviales, no se acepta ninguna y ninguna interesa; la intención de la novela es otra, es la interrogación sobre sí mismo, del protagonista, del autor.
¿Qué relaciones mantiene "El lugar" con las otras dos novelas?
En las tres se reiteran ciertos elementos, y es en "El lugar" donde éstos se reúnen para hacer de puente entre "La ciudad" y "París", que leídas sin la novela intermedia podrían aparecer como cosas muy distintas, a pesar de que la primera termina con un viaje en ferrocarril, y "París" comienza con el fin de un viaje en ferrocarril.
El relato está dividido a su vez en tres partes netamente diferenciadas. ¿Qué papel cumplen?
"El lugar" podría haber quedado limitada a su primera parte, que desde mi punto de vista es perfecta, no de una manera objetiva, sino de acuerdo con mis propuestas y limitaciones. Pero la segunda parte se hace necesaria para llegar a la tercera, la ciudad, objetivo permanente de la trilogía, y se llega a través del fracaso del intento de una relación armoniosa con otras personas; el protagonista sólo parece poder vivir en soledad, y esta soledad (como en el "pez soluble" de Bretón) es al mismo tiempo la fuerza que lo aniquila. De ahí su permanente ambular, su búsqueda y su huida.