En oportunidad del Festival Musidora, la periodista francesa Nicole Louise Bernheim de la revista especializada "Image et son", entrevistó a la actriz francesa, quien por entonces estaba dispuesta a abocarse a la realización de films (lo que haría en 1978 y 1983).Respecto del Festival Musidora, recientemente realizado, ¿cree usted que se trató de un fenómeno curioso o piensa que fue importante?
Pienso que es un festival importante y desearía que se desarrollara cada vez más; que tenga lugar todos los años. Que sea una ocasión de encuentros que permita medir con justeza el desarrollo del lugar ganado por las mujeres en el cine en todos los planos: técnico, creativo, de la escritura, en una palabra todo lo que tiene que ver con el cine; y estaría muy bien que las actrices participaran simultáneamente con la mujeres que han participado de la creación de los films. Es verdad que las actrices no hacen los films, pero son ellas las que han hecho el cine desde que existe. Creo que se trata de una manifestación interesante en todos los planos. Eso podría atraer a las mujeres que no están en el cine, pero que se interesan en el cine como medio de expresión. Que las mujeres tengan la ocasión de venir a hablar con otras mujeres que son quizás liberadas, que tienen más autonomía, que trabajan y que tienen conocimientos técnicos habitualmente reservados a los hombres. Un encuentro entre todas estas mujeres estaría bien.
¿Cree usted que los debates son constructivos? Los hombres que escuchan hablar del festival se burlan un poco, dicen: "Qué interés puede tener un festival de mujeres, lo que es importante es que el cine sea bueno o no".
Sí, seguramente es asi. Por cierto en este festival hubo films buenos y menos buenos. El cine es una industria y si las mujeres hacen buenos films, los hombres no van a tener oportunidad de burlarse mucho tiempo. Por lo tanto, este festival es una buena apertura, aunque al comienzo ellos se burlen un poco.
Actualmente se habla mucho del cine y del rol que en él juegan las mujeres. ¿Ha notado usted cambios al respecto? ¿Suceden cosas que hacen, por ejemplo, que las actrices tengan una influencia diferente de la de hace algunos años, o bien las cosas permanecen iguales?
No, lo que es evidente es que desde que el cine existe, y aunque haya sido hecho por hombres, es la presencia muy preponderante de las mujeres en los films como heroínas lo que ha generado la verdadera existencia del cine. Desde hace algunos años, las cosas oscilan en el sentido de que las mujeres tienen cada vez menos roles importantes para interpretar; hablo como comediante, puesto que los films están absolutamente reservados a la violencia. Y cuando no están consagrados a la violencia, están consagrados al erotismo. Y allí el lugar de la mujer está absolutamente reducido al estado de objeto. Lo que no sucedía en la gran época del cine norteamericano, por ejemplo. Es cierto que ahora, cada vez más, las mujeres participan en la creación de films y en muchos otros niveles. Habría sido impensable, hace una decena de años, encontrar mujeres camarógrafas. Siempre hubo asistentes, cada vez hay más mujeres montajistas. Y cada vez más mujeres desean ser directoras de cine. No se pueden decir que las cosas les hayan sido facilitadas. Pero entre todas aquellas que desean realizar films, hay algunas que llegan a serlo. Algunas que conocemos y otras que no conocemos y que trabajan en 16 mm., cuyos films no son difundidos en los circuitos comerciales.
¿Ha obtenido usted los roles que deseaba o se le ha impuesto un trabajo como mujer-objeto?
No, yo no diría tanto. Pero es cierto que tengo una situación privilegiada, que algunas actrices todavía tienen. Todos los grandes directores con los cuales he trabajado son personas que me conocen bien y que, en efecto, hacían películas para mí, y elegían los guiones en función del personaje que yo podía interpretar. Ciertamente que estos personajes, en sus vidas, dependían de los hombres. Y tenían esta particularidad de estar listos para la violencia, para cambiar de vida. En "Jules et Jim" por ejemplo, esa mujer que no quiere elegir entre dos hombres; el personaje de Eva que es una mujer que vive de los hombres puesto que es una prostituta de lujo, y que sin duda, inconscientemente se venga de ese modo de semejante represión, hasta llegar a la destrucción de otro ser. En "La noche", el personaje, que es una burguesa casada, siente que hay un desgarramiento, una especie de debilitamiento en las relaciones con su marido; siente que él tiene necesidad de otra cosa, pero ella también tiene necesidad de otra cosa. Es decir que mis personajes son siempre lúcidos y han logrado que los periodistas, incluso el público, tengan de mi una imagen particular. Ellos dicen: "usted es una mujer libre o bien una seductora". Es decir que a partir del momento en que una mujer es suficientemente lúcida para adquirir una cierta autonomía y no contentarse con algo preparado de antemano, tal como se imagina que debe ser la vida clásica de las mujeres, o sea, ser educada para cuidar una casa, para cuidar un hombre, para tener hijos y ocuparse de ellos; a partir del momento en que ella quiere escapar a este patrón ineluctable, es considerada, ya una devoradora, ya una mujer escandalosa o bien como una pobre despistada, y como no se me ha dado este epíteto de despistada, se me toma por una seductora, por una mujer totalmente peligrosa. Es decir, que las características que quedan muy bien en un personaje masculino no son soportadas por el público cuando las posee un personaje femenino. Hasta el momento, he tenido la suerte de expresar una rebelión que me era personal y que ha crecido con los años. Ahora el cine ha cambiado mucho. Se diría que con este movimiento de liberación de las mujeres, ya sea organizado o intuido individualmente por algunas de ellas, ha coincidido un nuevo cine que está basado en relaciones de fuerza y violencia, lo que elimina a las mujeres. No creo que el poder de las actrices sea grande en este momento. Y creo que ahora lo importante es que las mujeres hagan films para mostrar un mundo con la mirada de las mujeres.
Por otra parte, es terrible la situación de la actriz. Actualmente, ¿la única posibilidad para alguien como usted sería expresarse en la creación de una obra personal?
¡Absolutamente! Es el único medio. Por eso, estoy decidida a hacer un film como directora; me parece la salida natural cuando se tiene la pasión del cine, cuando se tiene curiosidad por la vida y cuando se es profundamente artista, llega un momento en que se siente que para poder expresarse es necesario hacerlo uno mismo, escapando así al silencio o a la tiranía.
¿Es una casualidad que usted tenga deseos de hacer un film? Actualmente, cada vez hay más mujeres que hacen cosas, que tratan de mostrar el universo de las mujeres. ¿Cree usted que existe eso?
Está el universo de las mujeres y está el universo de los hombres. Los compartimos, aunque nosotras lo vivimos en condiciones diferentes, aunque no tengamos conciencia de ello. Sé que hay algunas mujeres que nos leen en este momento y que deben pensar: "ellas están completamente locas, es exactamente igual". Pero hay diferencias, preocupaciones, exigencias; incluso fisiológicamente, nuestra vida tiene ritmos de una manera totalmente diferente, luego las sensaciones se modifican también. Quiero decir que nosotras vivimos al ritmo de la luna, con manifestaciones físicas bien conocidas. Y a lo largo de los siglos se nos ha asignado un cierto lugar en la vida que no satisface a muchas.
En su opinión, ¿es eso lo que se debería transmitir a través del cine: los ritmos diferentes, las pequeñas cosas?
Por ejemplo, se ha hablado de las relaciones amorosas, pero siempre desde el punto de vista de los hombres. La relación de las mujeres con la sociedad, lo que ocurre alrededor de ellas, la vida de las mujeres con su cuerpo que es un misterio absolutamente fascinante, incluso si se ha tratado de mostrar todo esto, ha sido a través de los hombres, con sensibilidad masculina. Ha sido pues lo que los hombres han visto sobre las mujeres que han hecho que estos films existieran, pero siempre realizado por los hombres. Estoy segura que una directora de fotografía no filmará jamás un rostro de mujer como un hombre, no vería las mismas cosas. Lo que podrían parecer singularidades a un director de fotografía, a una mujer le parecerá algo muy conocido, o desconocido, o tierno. Creo que si una tiene una cierta paciencia, puede leer rápidamente en el rostro de una mujer. Naturalmente, siempre que no se sucumba a la imagen femenina que los hombres quieren de nosotros, es decir, la imagen de rivales. A partir del momento en que una no se siente en competencia con las otras mujeres, es maravilloso mirarlas y verlas vivir. Incluso aunque ellas nos parezcan muy diferentes a nosotras o aunque vivan de una manera absolutamente inconcebible en relación a nuestra propia vida.