Nombrado en 1917 director de Instrucción Pública de la Mancomunitat catalana, fue destituido del cargo tres años después. Se instaló en Madrid y escribió el resto de su obra en español. En 1936 apoyó el alzamiento militar contra la República y en plena guerra civil española fue nombrado Jefe Nacional de Bellas Artes. Posteriormente se convirtió en uno de los intelectuales más destacados del régimen franquista.
El ensayista catalán llamaba Protohistoria a lo que, en general, se llama Prehistoria e incluía en la denominación a todo aquello que sucedió en el mundo antes de los primeros testimonios escritos. Se calcula que la formación de la Tierra empezó hace unos dos mil millones de años. Es lo que se conoce como período Precámbrico y llega hasta los 540 millones de años a.C.
Desde los 540 millones hasta 190 millones antes de nuestra era se desarrolla el Paleozoico o Primario, subdividido en las épocas Cámbrica, Silúrica, Devoniana, Carbonífera y Pérmica.
Desde los citados 190 millones hasta 70 millones se cuentan las épocas Triásica, Jurásica y Cretácica, que constituyen el período Mesozoico o Secundario.
De los 70 millones al millón de años, se habla de las épocas Eocena, Oligocena, Miocena y Pliocena, que se engloban en el período Cenozoico o Terciario.
Un millón de años a.C. se inaugura la era de las glaciaciones, que dura aproximadamente hasta los 10.000 años antes de nuestra era y desde este momento hasta nuestros días la época de los aluviones. Ambas configuran el llamado período Pleistoceno o Cuaternario.
Para comprender la magnitud de lo que todos estos años significan, imaginemos por un momento que el origen de la Tierra se sitúa en un 1 de enero. Pues bien, la Era Primaria se iniciaría a principios de setiembre; los primeros peces, que aparecen en el Silúrico, lo harían a fines de octubre. Los mamíferos, correspondientes al período Jurásico, a fines de noviembre. El primer homínido (el australopiteco) el 31 de diciembre, a eso de las 9 de la noche. El Homo Sapiens, el mismo 31 de diciembre a las once y media de la noche. Y nosotros naceríamos más o menos a las 23 horas y 58 minutos del mismo 31 de diciembre. Es decir, que el género humano lleva unos 30 minutos de existencia en este imaginario año de la creación.
De los 522.000 minutos de existencia del mundo, la raza humana hace apenas 30 minutos que vive en esta tierra. De los 31.320.000 segundos que cuenta el año, los hombres llevan existiendo sólo 1.800.
Entonces nosotros, ¿cuántas milésimas de segundo hace que vivimos?. Más vale no contarlas, no vale la pena.
Desde los citados 190 millones hasta 70 millones se cuentan las épocas Triásica, Jurásica y Cretácica, que constituyen el período Mesozoico o Secundario.
De los 70 millones al millón de años, se habla de las épocas Eocena, Oligocena, Miocena y Pliocena, que se engloban en el período Cenozoico o Terciario.
Un millón de años a.C. se inaugura la era de las glaciaciones, que dura aproximadamente hasta los 10.000 años antes de nuestra era y desde este momento hasta nuestros días la época de los aluviones. Ambas configuran el llamado período Pleistoceno o Cuaternario.
Para comprender la magnitud de lo que todos estos años significan, imaginemos por un momento que el origen de la Tierra se sitúa en un 1 de enero. Pues bien, la Era Primaria se iniciaría a principios de setiembre; los primeros peces, que aparecen en el Silúrico, lo harían a fines de octubre. Los mamíferos, correspondientes al período Jurásico, a fines de noviembre. El primer homínido (el australopiteco) el 31 de diciembre, a eso de las 9 de la noche. El Homo Sapiens, el mismo 31 de diciembre a las once y media de la noche. Y nosotros naceríamos más o menos a las 23 horas y 58 minutos del mismo 31 de diciembre. Es decir, que el género humano lleva unos 30 minutos de existencia en este imaginario año de la creación.
De los 522.000 minutos de existencia del mundo, la raza humana hace apenas 30 minutos que vive en esta tierra. De los 31.320.000 segundos que cuenta el año, los hombres llevan existiendo sólo 1.800.
Entonces nosotros, ¿cuántas milésimas de segundo hace que vivimos?. Más vale no contarlas, no vale la pena.