15 de septiembre de 2007

El fútbol y los ingleses en Buenos Aires

Allá por 1860 los paseantes por el puerto de Buenos Aires se encontraban con un espec­táculo insólito e inesperado: grupos de marineros ingleses que arribaban a nuestras tierras en barcos mercantes, en las empedradas calles, se enfrentaban en torno de un elemento que llamaban "ball". No es difícil imaginar la sor­presa de los criollos al es­cuchar, en un idioma incom­prensible, la exaltación de los ingleses cada vez que la "ball" trasponía una linea imaginaria.
La escena es bien definida: muchos se paraban a mirar; otros continuaban su camino con indiferencia. Después, algunos, comentaban la nove­dad. Pocos años más tarde, via­jeros a las Islas Británicas y otros países de Europa regresaban con noticias de un nuevo juego llamado "football" y que rápidamente fue cobrando impulso en nuestro medio. Esos primeros grupos ingleses, formados por 7, 8, 12 o más jugadores en cada bando, aceptaban incluir en sus filas a nativos. Pero el juego no se extendía más allá del puerto, hasta que los colegios ingleses comenzaron a enseñar las reglas y los instrumentos del nuevo deporte.
Pionero de esas enseñanzas fue el Colegio San Jorge de Quilmes, que sólo admitía en sus clases a alumnos de origen inglés, tradición que continúo durante muchísimas décadas y que dio origen al Quilmes Athletic Club y, con posterioridad, al Club Old Georgian de Rugby. En la década de 1870 el "football" se había extendido por varios lugares de Buenos Aires y Rosario. Poco antes, un grupo de ingleses había funda­do el Buenos Aires Football Club y sus afiliados practicaban el nuevo deporte en el Parque 3 de Febrero. Los equipos estaban formados, por entonces, por una mezcla de ingleses y criollos, que habían sido admitidos en los cerrados círculos extranjeros. Pero además, los nativos habían constituido sus propios clubes, aun cuando no pasaron de ser meros embriones de las or­ganizaciones inglesas. El "football" era sólo practicado por miembros de las capas más bajas de criollos y aún no había ingresado en la sociedad nativa. Ante la negativa de las autoridades del Colegio San Jorge de incluir en el nuevo deporte a jugadores que no fueran directos descendientes de ingleses, un grupo de aficionados fundó el club Argentino de Quilmes, cuya ri­validad con el Quilmes Athletic llega hasta nuestros días.
En 1884, Alejandro Watson Hutton fundó el English High Scholl, en donde permitió que los nativos conocieran las reglas fun­damentales del deporte y or­ganizó algunos campeonatos. Por extensión, el propio Hutton fue presidente de la nueva Argentine Association Football League, entidad que na­ció en 1891. Así, los primeros campeonatos tuvieron carácter oficial y el deporte pudo ser entendido en todas las capas sociales, aun cuando siempre conservó su origen popular. La juventud argentina, ocupada por entonces en continuar las actividades mercantiles de sus antecesores, fue ganada apasionadamente por el nuevo deporte que, de allí en más, co­braría inusitado impulso. Varios clubes fueron funda­dos y sus jugadores ad­quirieron una categoría tal por el dominio del balón que se convirtieron a fines de siglo XIX, en arquetipos de aquellos más famosos futbolistas que brillaron en nuestro país y en Europa, conquistando para la Argen­tina un lugar privilegiado en el concierto mundial.
El mismo proceso de Gran Bretaña exportando en nuestro país el "football" y su adop­ción nativa, se dio también en la mayoría de los estados europeos: de la actividad mercantil y expansionista de Inglaterra nació el fútbol mo­derno. Sus reglas se circunscribieron a esquemas especí­ficos y uniformes que permitieron la adopción de un patrón común en casi todos los países.
En la Argentina se recuerda el desembarco de los ingleses en 1806 en las playas de Quil­mes. De aquel contingente de soldados que vinieron con la explícita intención de invadir nuestro país, quedó un grupo que posteriormente fue asimilándose a las costumbres locales pero que, en todo caso, continuó manteniendo su individualidad y sus costumbres. Una de ellas fue la práctica del "football".
Precisamente, descendiente de uno de esos "invasores" -que construyeron sus hogares a pocos pasos de las barrancas de Quilmes-, fue Alejandro Watson Hutton. Este inglés, de caracterís­ticas muy particulares, fue de a poco logrando la estima de los círculos mercantiles y financieros de Buenos Aires, dedicándose rápidamente a los negocios de la exportación. En uno de sus viajes a Gran Bretaña, logró que el club Southampton bajara a nuestro país para cotejar con equipos argentinos. Por aquel entonces el Southampton era dominador del fútbol inglés. En nuestro país, el Alumni había asumido un papel similar. Ese enfrentamiento tuvo lugar el 3 de fe­brero de 1904 y la expectativa generada por el partido fue enorme. Ganó el equipo inglés por 3 a 0, resultado que no decepcionó a los aficionados locales ya que los comentarios previos apuntaban a la potencia del conjunto extranjero y se es­peraba un resultado más ca­tegórico. Alumni formó con: J. Mc Kechnie; C.C. Brown, W. Buchanan; A.A. Mack; P.B. Browne, E.A. Brown, C.J. Buchanan, P. Dilion, A.C.Brown, G.E. Weiss y E. Moore.
Días después, el Southampton jugó contra un equipo de bri­tánicos radicados en la Argentina y ganó 10 a 0. Los "locales" formaron con: R.P. Cordner; A.S. Harris, H.J. Reeves; J.P. Pfelffer, H.T. Ratcliff, E. Cunningham; A.E. Wells, W. Digga, P. Hooton, K.A. Wettelege y J. Diggs.
El siguiente rival de los ingleses fue Belgrano -el contrincante más poderoso de Alumni- y los extranjeros ganaron por 6 a 1. Belgrano formó con: J.H. Howard; F.A. Whitelegg, H. J. Reeves; H.J. Fraser, H.T. Ratcliff, C.E. Dickinson; H. Ruggeroni, J. Wood, P. Frers, A.H. Forrester y O. Goenings.
Una nueva presentación de los británicos fue contra un combinado denominado Argentinos, que fue derrotado por 8 a 0. Los locales formaron con: F.A. Boardman; C.C. Brown, W. Leslie; C. Buchanan, E. C. Jewell, C.E. Dickinson; P. Dillon, J. Moore, J.G. Brown, A.H. Forrester y O. Goenings. Los británicos vencieron al día siguiente por 5 a 3 al equipo de la Liga Argentina, que formó con: J. Buruca Laforia; C.C. Brown, H. Craven; A.A Mack, H.T. Ratcliff, C.E. Dickinson; H. Ruggeroni, J.C. Brown, P. Hooton, R. Lennie y J. Diggs.
Al año siguiente, los dirigentes del fútbol argentino contrataron al Nottingham Forest, que venció en los siete partidos que jugó. En Rosario, ante el conjunto local, se im­pusieron por 5 a 0; en Buenos Aires vencieron por 7 a 0 a Belgrano y al día siguiente, al mismo equipo rosarino por 6 a 0.
La nueva presentación del Nottingham, fue contra Alumni, un partido que había despertado notable expectati­va en los aficionados locales. Sin embargo los ingleses ganaron 6 a 0; Alumni formó con: José Buraca Laforia; Jorge G. Brown, P.P. Browne; A.A. Mack, Carlos Buchanan, Ernesto A. Brown; G.E. Weis, J. Moore, A.C. Brown, C.A. Lett y E. Moore. El campeón inglés venció el 29 de junio de 1905 a un equipo de Argentinos por 5 a 0 y luego al de la Liga Argentina por 9 a 1. El local formó con: J.B. Laforia; J. C. Brown, R.O. Le Bas; C.F. Dickinson, H.T. Ratcliff, H.C. Parr; E. Moore, C. Lett, Jorge Brown, H B. Knight y G.E. Weiss.
En 1906 visitó nuestro país un equipo no profesional de Sudáfrica que venció 14 a 0 a un Combinado Universitario y perdió ante Alumni por 1 a 0. El conjunto argentino formó: José Buruca Laforia; Jorge G. Brown, C.C. Brown; P.B. Browne, C. Buchanan, A. A Mack; G. Weis, A.C. Brown, Ernesto Brown, C.A. Lett y Eliseo Brown. Seguidamnte, los sudafricanos derrotaron a Belgrano por 6 a 0 en un partido que se jugó bajo la lluvia; a Rosario por 9 a 0; a un equipo de Británicos por 4 a 1; a otro de Argentinos por 1 a 0; a Estudiantes por 3 a 2 ; a la Liga Argentina por 4 a 1; a Alumni por 2 a 0 y a Quilmes por 5 a 1. Quilmes formó con: R.P Cordner; D. Campbell, W. Leslie; T.B. Lister, C.H. Parr, J. Rodman; J.A. Murray, S.U. Leonard, P. Hooton, A. E. Wells y S. Stanfield.
En 1909 volvieron a visitar­nos equipos ingleses. Simul­táneamente, arribaron el Everton y el Tottenham Hospur que jugaron entre sí dos partidos; uno empataron 2 a 2 y el siguiente lo ganó el Everton por 4 a 0. El Everton jugó dos encuen­tros contra conjuntos argen­tinos, derrotando a Alumni por 4 a 0 y a la Liga Argentina por 4 a 1. Tottenham venció a Argentinos por 1 a 0, a la Liga Argentina por 4 a 1, a la Liga Rosarina por 9 a 0 y a Alumni por 5 a 0. El puntero rosarino José Viale deslumhró a los visitantes y rechazó una oferta para jugar en Gran Bretaña como profesional. El equipo de Alumni que perdió por 5 a 0 formó con: G.A. Scholefield; Jorge G. Brown, Juan D. Brown; C.A. Lett, R.P. Browne, A G. Jaco­bs; G. Weiss, A.P. Wattson Hutton, Ernesto A. Brown, Eliseo Brown y J.H. Lavrie.
En 1912, la nueva visita fue el Swindon Town, que empató 2 a 2 con el equipo del Norte e igual resultado se registró contra la Liga Argentina. Luego venció a San Isidro por 4 a 1, a Sur por 2 a 0, a Rosario por 3 a 1, a Estudiantes por 4 a 0 y a Argentinos por 1 a 0.
Poco antes que se iniciara la Primera Guerra Mundial en 1914, llegó el Exeter City que perdió 1 a 0 contra Norte, ganó 5 a 0 a Sur, 2 a 0 a Racing, 5 a 1 a Rosario, 5 a 0 a Combinado, 3 a 0 a Liga Argentina, igualó 0 a 0 con Argentinos y ganó 3 a 1 a Liga Argentina. Racing, en esa oportunidad, formó con: S. Arduino; Saturnino Ochoa, Armando Reyes; A. Betular, Francisco Olazar, R. Pepe; Zoilo Canaveri, Alberto Ohaco, A. Marcovecchio, Juan Hospi­tal y F. Taggino. Como puede observarse, Racing fue el primer equipo que no presentó en su formación jugadores de apellidos de origen inglés.
Ese mismo año se registró la visita del Torino de Italia, que perdió contra Argentinos por 2 a 1, ante Racing por 1 a 0 y venció a Liga Argentina por 2 a 0. La guerra mundial puso un paréntesis en la visita de equipos europeos hasta 1922, cuando arribó el conjunto de la Federación Guipuzcoana -se los llamaba los vascos- que perdió en cancha de Sportivo Barracas por 4 a 0 ante el local. Esta presentación había despertado mucho interés entre los aficionados argentinos, y los dirigentes, para salvar el costo de la contratación, procuraron evitarles a los vascos otras derrotas: ante un equipo de Porteños empataron sin goles y luego, vencieron a un combinado de inferiores de conjuntos del interior por 4 a 0, pero Rosario lo derrotó por 6 a 0. También en 1922 llegó un combinado Checoslovaco que, contra Argentinos, empató tres veces 1 a 1 y al siguiente parti­do igualó 3 a 3. Al año siguiente arribó el equipo de Third Lanark, que perdió contra la selección de la zona Norte por 1 a 0, venció a uno de la zona Sur por 3 a 1, igualó 1 a 1 con Argentinos e Independiente lo derrotó por 2 a 1. Contra Pro­vincia ganaron los europeos por 3 a 2 y finalmente, igualaron 1 a 1 ante un com­binado argentino-uruguayo.
En 1924 llegó el equipo inglés Plymouth Argyle, que perdió 6 a 0 y 3 a 0 con la selección de Argentinos, igualó con los rosarinos 0 a 0 y 1 a 1, con Boca Júniors empató 0 a 0 y ganó su único partido por 1 a 0 ante Argentinos, aunque en la re­vancha se impuso el local 1 a 0. En 1926 vino el Real Deportivo Español que venció al equipo de zona Norte por 1 a 0, empató con zona Sur 1 a 1, e igualó con Boca Juniors sin goles. Al año siguiente arribó el Real Madrid que empató con Argentinos 0 a 0 y perdió el segundo partido por 3 a 2. El Celta de Vigo llegó en 1928 y ganó a Argentinos por 1 a 0, pero luego el rival tomó revancha y venció en los dos partidos siguientes por 8 a 0 y 3 a 0. En 1928 vino el Motherwell, equipo de la primera división del campeonato escocés, que perdió contra Capital por 1 a 0, ante Provincia por 2 a 1 y otra vez con Capital por 3 a 2. Capital formó con: Crocce; Omar, Recanattini; Bartolucci, Chalu, Arico Suárez; Peucelle, Spósito, Maglio, Marassi y Cruz. Spósito convirtió el único gol del primer partido y en el segundo marcaron Maglio, Spósito y Marassi. Provincia jugó con: Bottasso; Della Torre, Nery; Manfrin, Dañil, Alonso; Sandoval, Arrillaga, Barañano, Seoane y Morgada.
En cancha de Independiente los escoceses derrotaron a la Liga Rosarina por 4 a 3. El equipo local formó con: Nuin; J. González, Bearzotti; Tornati, J. López, Conti; Peruch, Bussolini, Gabino Sosa, Indaco y Morosano. El Motherwell derrotó luego a un combinado de la Asociación local por 3 a 0 en partido jugado en cancha de Boca; otros dos éxitos lograron después los escoceses: ante un combinado argentino-uru­guayo por 3 a 0 y contra un equipo de Ligas del interior por 4 a 1. Finalmente el último partido del Motherwell fue contra Boca Juniors. Ganaron los argentinos por 2 a 0. Otros equipos visitantes en 1929 fueron el inglés Chelsea, los italianos Torino y Bologna y el Ferencvaros, hasta que en 1931 se produce el nacimiento del fútbol profesional en la Argentina.